Me desperté suavemente. Mi cuello se sentía rígido y una piedra afilada pinchaba mi espalda, empujando a través de las capas de ropa que llevaba. Mi cabeza apoyándose contra un hombro fuerte, enviando calor a través de mí. Me acurruqué más cerca del calor, con ganas de meterme más adentro de la cama y dormir. Hace mucho frío. Sólo unos minutos más y luego me levantaré.
Manteniendo los ojos cerrados, envolví mi brazo alrededor del bíceps sólido a mi lado, sintiéndome contenta por primera vez en semanas. En algún lugar en el fondo de mi mente caí en la cuenta de que tenía mis manos alrededor del brazo de un hombre, el calor del hombre era al que trataba de acercarme.
Justin.
Soñé que estaba junto a mí, protegiéndome del frío. Su pierna estaba cubriéndome.
Entonces me desperté.
No era el sonido de los caballos pisando fuerte lo que me despertó, ni mi subconsciente gritando que el hombre a mi lado no se sentía bien. Fueron las náuseas matutinas que me golpearon lo que me hizo despertar.
Mis ojos se abrieron de golpe. Lanzando la manta de mi cuerpo, me arrastré lejos del calor y la seguridad con la que había dormido al mi lado.
—__(tn) —gritó una voz.
No respondí. Arrastrándome en cuatro, me apresuré a un tronco cercano. Quitando la capucha de mi pelo mojado, tuve arcadas, sin nada en mi estómago para vomitar. Mis músculos abdominales apretándose dolorosamente, haciéndome doblar.
—¡Oh, mierda! —dijo alguien detrás de mí, poniendo una mano en mi espalda.
Jaxon.
No me molesté en empujar su mano. Estaba demasiada enferma para preocuparme de eso.
—¿Kevin, tienes agua? —le oí decir.
Unos segundos más tarde, Jaxon me entregó una cantimplora. —Aquí, toma un trago.
Con las manos temblorosas, tomé la cantimplora de metal y me la llevé a los labios. El agua fría se sentía bien a través de mi garganta seca.
—Obviamente estás enferma, __(tn) —dijo Jaxon, viendo mientras bebía—. Dios, nunca debí dejarte venir con nosotros.
Tape la cantimplora y se la entregué. Tomando una respiración profunda, finalmente conseguí el coraje para mirarlo. Me miró con preocupación, esperando que dijera algo.
Lo que quería decir era que estaba cansada de tratar de sobrevivir. Cansada de luchar para seguir adelante sin Justin. Cansada de estar enferma y cansada de ocultarlo.
Había llegado el momento de decirles a todos la verdad.
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algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)
Action"Él era mi oscuridad y yo era su luz. No podíamos existir sin el otro". Para mí, la vida era simple. Iba a la escuela y estudiaba. Pasaba el tiempo con mis amigos y me alejaba de los problemas. No bebía, no maldecía, y sólo salía con caballeros. Era...