capitulo 11

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Levanté la mirada cuando escuché a los caballos galopando hacía mí. Dos hombres montaban a toda velocidad, dirigiéndose en mi dirección con rapidez. Cada uno se inclinaba hacia delante sobre los cuellos de los caballos, sujetando con fuerza las riendas mientras sus miradas se enfocaban en mí.

Jaxon y Kevin se deslizaron fuera de las sillas de montar antes que los caballos siquiera se hubieran detenido. Con las armas en alto, corrieron hacia mí, cerrando la distancia con urgencia y cautela.

—¡Ayúdame! —Grité, el sonido rasgando desde mi garganta. Mis manos y mis pantalones estaban cubiertos de sangre. Incluso el suelo debajo de mi estaba salpicado de rojo.

 

Cuando Jaxon vio a Justin tirado en el suelo, se echó la escopeta en torno a la espalda y se dejó caer de rodillas al suelo al lado de Justin. —¡Dulce Jesús! —dijo con voz entrecortada.

 

—¡Por favor ayúdalo! —Grité, todavía presionando la herida de Justin a pesar de que la sangre cubría mis manos—. ¡No va a parar de sangrar!

 

Jaxon retiró mis manos del camino y puso el cuerpo de Justin más cerca. Sin esfuerzo, levantó a Justin y lo llevó hasta su caballo como si no pesara nada. Observar a un hermano llevar a un hermano era demasiado para manejar. Me acurruqué en una bola, meciéndome hacia delante y hacia atrás mientras los sollozos atormentaban mi cuerpo.

 

No me resistí cuando Kevin me instó a ponerme de pie, su mano debajo de mi codo para sostenerme. Traté de no pensar en la sangre embadurnada sobre mi o en Jaxon acuñando a su hermano en sus brazos como un niño.

Observé como ponía a Justin sobre la silla, manteniendo su mano sobre él. Subiéndose, Jaxon clavó los talones en el costado del caballo, corriendo a todo galope mientras se aferraba a Justin.

Kevin se apresuró a ayudarme a subir en su caballo. No creo que alguna vez hubiera subido en una silla de montar tan rápido. Mientras se montaba detrás de mí, me di cuenta que mi propio caballo había desaparecido. No había siquiera notado que se había ido. Estaba demasiado ocupada tratando de mantener vivo a Justin.

 

Pareció que habían pasado horas, cuando nos detuvimos en frente de la casa de Pattie y Jeremy. Estaba fuera de la silla antes que Kevin pudiera tirar del caballo, detenerlo y dejarme desmontar.

 

—¡MAMÁ! —Gritó Jaxon mientras bajaba a Justin de la silla. No pude despegar mis ojos de Justin cuando Jaxon lo llevaba a través del patio.

 

Pattie abrió la puerta y dejó escapar un alarido. Por un momento, pareció como si estuviera viendo un fantasma. Sus ojos redondeados, nunca dejaron de ver a Justin.

 

—Está muy mal herido, mamá —dijo Jaxon, corriendo por delante de  ella hacia la casa.

Fui hacía el porche tomando dos pasos a la vez, observando cuando la puerta se cerraba detrás de Jaxon y Pattie. Mi corazón se aceleró, haciendo que me mareara. Apartando las lágrimas, abrí la puerta y corrí hacia la cocina. En segundos, estaba volando hacia el pasillo, Kevin estaba justo detrás de mí.

 

Me detuve en la puerta de la habitación, viendo como Jaxon bajaba cuidadosamente a Justin en la cama de gran tamaño. La cabeza de Justin cayó hacia un lado y  gruñía de dolor. Me sentía enferma. El bronceado que siempre marcó su piel se había ido. Ahora se veía pálido.

algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora