Capítulo diecinueve.

633 14 0
                                    

-Que quieres Mariana.- le dije seca.

-La jefa me mandó a llamarte.- dijo ella.

Si señores, ella es unas de las ingreidas que no me las trago, se cree unicas, y nunca nos llevamos bien.

Asentí y caminé hacia el escritorio de ella.

-Señora Hopkins, ¿que necesita?.- dije acercandome a ella.

-Señorita Welles.- me nombró al mirarme. -Necesitaba, que hoy llegan, es decir, ya llegaron, unos universitarios que quieren trabajar de esto.- dijo.

-Usted quiere decirme que yo...- dije sorprendida.

-Si, ¿no te agrada?.- dijo ella.

Reí levemente. -No no...- negué con la cabeza. -No es eso, si no que nunca me haz pedido que haga eso, con gusto lo aré.- afirmé.

-Bien te estan esperando.- dijo y me quede esperando a que me diga, donde.- En el piso de arriba.- finalizó.

Salí de alli y caminé hacia el ascensor, y entré en ella, marqué piso y me encontre con Mariana.

-¿Como esta tu esposo?.- preguntó ella.

-No te interesa.- dije aun mirando al frente y caminar hacia el salon en donde estaban los universitarios.

-¿Tu hija?.- insitió.

-Que no te interesa maldita sea.- la miré.

-Estoy preguntando.- dijo ella.

-Pues ya no me preguntes.- y entré al salon.

Allí estaban los chicos sentados en una mesa, hablando muy ansiosos, respiré profundo y caminé hacia ellos.

-Holas chicos, soy Welles quien les va a indicar y enseñar detalle por detalle.- solnreí y ellos saludaron alegremente. -Bien empezemos.- dije. -Como veran no es facil con tal solo decir "911 ¿cual es su emergencia?".- hice un tono burlista y estos rieron por aquello. -Como veran los lunes son, tranquilos, no me refiero del todo ya que embolucramos los robos.- dije señalando las estadisticas que estaban en un afiche que estaba en la pizarra.- Los martes, son algos dificiles, estan un poco más asustados.-les dije. -Hay una mezcla de todo de los problemas de lo que les puede imaginar, al igual que el miercoles y el Jueves.- Suspiré y señalé las estadisticas de los viernes.-Como veran aqui los viernes no son nada buenos, ya que todos salen y tiene cualquier riezgo de peligro, ya sea una fiesta de un amigo, o algo referido en salidas, y los sabados en la mañana son muuuuuy tranquilos, ya que en los viernes despues de una salida a la noche se duermen todo un sabado entero.- dije y ellos rieron.-Los sabados a la noche, son aun más peor, tienen que tener valor y sobretodo no prometer nada.- dije. -Y buxenos los domingos, son algos tranquilos salvo algunas alteraciones de la victima.-dije. -¿Alguna pregunta?-. pregunté.

-Señora Welles.. ¿Porque usted no esta trabajando ahora?-. dijo el muchacho.

-Porque soy la que enseña-. sonreí levemente.-Bien, siganme que les muestro el edificio, caminamos hacia el piso de arriba, donde estaba anteriormente trabajando.-Ahora quiero que vean la "cuelga", no me refiero el de cuelga la llamada-. reí. -Si no, que la llamamos asi a este lugar dije caminando sobre el piso en el que contenia una gran escalera hacia abaja, haciendo tener una vista dichosa hacia todos los operadores, los empleados estaban alli.

-Señorita Welles, ¿Porque la llaman "Cuelga"?.- prenguntó el mismo muchacho.

-Ya veras.- dije.

Y nos acercamos hacia la orilla y vimos esa vista, en donde se veia todos los operadores, solo se escuchaban voces diciendo "911 ¿cual es su emergencia?" y ahi estaba la respuesta. -Y alli está la pantalla en la que todos nos mantenemos informados.- dije.-Bien bajemos abajo, siganme- dije caminando ellos me siguieron.

Mi esposo~ creada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora