Capítulo cincuenta y dos (HOT PART 2)

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Ella llevó su cabeza hacia atras apretando la almohada de la cama.

-Quiero que lo disfrutes ¿vale?.- le dije en un susurro en su boca.

-Vale.- dijo ella y luego sonrió.

Bajé mi mirada al resto de su cuerpo, sus piernas estaban rodeadas a mi caderas, su sexo humeda rozaba en mi pene, donde me obligaba a tener un ereccion más, su cintura empezaban a moverse en el, largué un largo suspiro, y gemido undiendome en ella sin penetrarla, ella razguñó mi espalda, besé su hombro con suavidad, donde ella se arqueó con su espalda de inmediato. Ella seguia con sus movimientos, decidí arrodillarme todavia con sus piernas cruzadas en mi, lleve un mano a su espalda levantandola, para que se siente en mi regazo arrodillado, ella me miraba con sus ojos cautivantes marrones claros, y su pelo desordenado, dejando caerle por la espalda, _____ sonrió al sentir mi sexo en su entrada llevando su cabeza hacia atras, capture su cuello mientras acariciaba cada rincon de ese cuerpo, jalando de su nuca para besarla, mis manos acariciaban cerca de su feminidad, ella daba pequeños saltos, en mi, sonreí.

-Te deseo maldita sea.- le dije.

-El sentimiento es mutuo.- dijo juntando nuestras frentes.

Mis manos llegaron a su feminidad, ella largo un largo gemido. Sus manos se enterraron en mi espalda causandome dolor, pero era lo que menos me importaba, hacia en ella movimientos con mis dedos circulares, sobre su clítoris, ella jadeaba audible en mi oido, besando lentamente mi cuello, mordiendo mientras que gemía, y reí. Sus labios estaban humedos, dando besos cortos en mis hombro mientras llevaba su mano a mi mano trabajando en ella.

-No pares.- dijo ella gimiendo apretando la muñeca de mi mano, sus uñas se clavaron en los nudillos de mis manos haciendo presión en su sexo. La acosté, se arqueo de espalda, subi a sus labios mientras sus manos buscaban algo, mi mano. Quedé asombrado por lo que veia, chupaba de mis dedos su sabor, ella sonrió y le sonreí.

-Gatita mia.- dije riendo entre dientes.

Y me besó.

Bese su cuello hasta hacerle un chupon en ella, gimió. Pase sus pechos, bajé a su ombligo con mis manos de sus pecho masajeandolos, ellas bajaron a su cintura y luego a sus piernas, separé aquellas, donde se encontraba su feminidad humeda, y empezé a hacer lo mismo que antes, movimientos circulares, ella gemia con los ojos cerrados, mojando sus labios, cada dos por tres, sus manos agarradas a las sabanas, su pelo regado en la amohada y su pecho subia bajaba a causa de la respiracion dificultada, me incliné, para hacerla sufrir, di un pequeño beso en ella, se estremeció juntando sus rodillas, las separe, y le di otro beso, apenas apoyando mis labios en ella. Ella gemia audible, su exitacion era alta, no queria hacerla sufrir más. Estiré mi lengua hacia afuera hasta llegar al clítoris, la moví al ritmo de los que hacia mi mano, ____ parecia tranquila, apretando sus ojos con fuerza, y su repiracion entre cortada, estaba inmobil. Mis labios tocaron con fuerza alli, donde ella se estemeció, al sentir que sentia su sabor, no me moví de alli, mi lengua daba una y otra vez lenguetasos sobre en ella, su mano estaba en mi pelo, ella gemia audible mi nombre uno tras otro, me apegó más hacia a ella, y su pecho se movia aun más rapido, empezé a penetrarla con mi legua, empezó gemir aun más fuerte con tono de suplica, su caderas se movian de arriba abajo, su cabeza la hecho hacia atras, sentia que sus paredes genitales de contradecian en mi lengua, ella empezóa gemir, y a gritar, su orgasmo se venia.

-JUSTIN.- dijo en un murmullo. -Me voy a correr en ti, te necesito.- dijo ella queria que la penetrara, pero era tarde, no dejaba que la deje, sus manos estaban en mi pelo, ella empezó a tiritar del placer, yo seguia en ella introduciendo dos de mis dedos, hasta que sus muslos se relajaron, su cabeza se levanto a mirarme, sus codos se clavaron en el colchon mientras sus manos estaban ahora agarrada de las sabanas, sus jugos vinieron a mi boca, la probé con cada gota y subí a su boca, y la besé tierno, mientras que la acostaba de nuevo, ella un poco más tranquila que antes, sus piernas se relajaron y se cruzaron en mis caderas, mientras que sus manos se cruzaban en mi cuello mis codos estaban clavados en el colchon para no aplastarla, sus manos empezaron a acariciar esas razfuñadas en mi espalda, y sonreí al pensarlo.

Mi esposo~ creada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora