Capítulo sesenta y tres.

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Epílogo.
*10 años después*
Acá me encuentro, levantandome para preparar a los chicos para la escuela, Liz tiene catorce años, ya empezo la secundaria y por suerte le va muy bien. Danna y Augusto con sus diez años, si.. Una nena y un varon, Augusto es una copia de Justin, su pelo, sus ojos, su nariz, su sonrisa, y como no.. el preferido de Justin, el travieso. Danna ella es tranquila, su pelo sedoso y rubio como Justin, dicen que es igualita ami, y a Liz cuando era de su edad, simpática y hermosa.. Justin le va mucho mejor en el trabajo, trata de enfocarse más en nosotros y lo logra, está feliz por nuestra familia, no se cansa de ayudar a los chicos en cualquier cosa..

-Augus, despierta.- susurre.
-Mamá, cinco minutos más, porfavor.- dijo adormilado.
-Esta el desayuno caliente, levanta perezoso.- reí.
-En cinco esto abajo.- dijo destapandose.

Me dirigí a la habitación de las niñas para despertarlas..

-Liz, Danna, despierten.- dije aplaudiendo.
-Mamá, no.- dijo Liz.
-Vamos esta el desayuno.- dije. -Danna.
-Ya desperté ma.- dijo Danna.
-Levanten, vamos.- dije y salí..

Allí estaba Justin recién despierto, con su cara aun adormilada y su cabello todo desordenado, hoy no trabajaba.

-Hola bebé.- me habló.
-Hola.- sonreí. -Ya está el desayuno.- me acerqué y le di un beso.

Las chicas aun se demoraban, Augus estaba ya tomando su desayuno, decidió ir Justin por ellas y volvió enseguida..

-Dicen que aun no saben que ponerse.- reía.
-Siempre tan complicadas.- habló Augusto.
-Quien algún día entendera a las mujeres hijo.- dijo Justin.
-Hey.- reclamé.
-Verdad.- dijeron los dos.

Al fin y al cabo, bajaron las chicas, y tomaron su desayuno con lentitud..
La hora llegó los chicos tenían que ir a su colegio, y yo a trabajar..
Llevamos a los chicos a la escuela, y justin decidió llevarme hasta el trabajo..

-Gracias amor.- dije.
-¿A qué hora paso bebé?.- dijo el.
-A las tres.- le sonreí.
-Está bien.- sonrió. -Dale tonta, llegarás tarde.- dijo divertido
-Chau, te amo.- le di un beso corto y bajé del auto. Suspiré. Y empecé a caminar. Otro día dije. De lejos veía a Giuli entrar y le grité.
-Esperame.- alzando mi mano al cielo. Ella escuchó y me esperó.

-Pensé que no venias.- dijo cuando ya estaba cerca de ella.
-Justin decidió traerme.- dije sonriente y la salude con un beso en la mejilla.
Sonrió.

Entramos al edificio, vimos allí de nuevo un grupo de estudiantes.

-Allí entran unas de las operadoras, que se han bancado ¡¡Miles!!.- dijo el guiante, y todos ellos nos miraron, yo con un buen gesto les sonreí y los salude.

-Buen día chicos.- dije.
-Buen día. - dijeron al unisono.

Subí al ascensor y marqué mi piso.
Llegué, busqué mi escritorio y me digne a empezar.
Mientras que esperaba las llamadas, puse a completar un registro, y firmar unos cuantos papeles.
El día es largo, ya que tengo que hacer unas cuantas cosas.

Narra Justin.

Tenía papeles y papeles que hacer. Desde cuando se me juntó tanto trabajo. Pensé.
Cuando terminé, mande unos emails para otra concesionaria, y el transporte de autos.
Hablé con unos clientes que tenía pendientes..
Quedé revisando los emails del fin de semana. Todo trabajo. Trabajo. Trabajo.
Abrí la carpeta de todos los papeles, revisé unos del auto que tengo que entregar mañana de que esté bien hecho.. todo perfecto, aparté esas hojas. Mucho más organizada.
Me hice un café y me saque el suéter. Mucho mejor..

Narra ____

La ultima hora de trabajo no se pasa más, decidi darme un descanso, anduve de aquí para allá, necesito un buen café y tomar aire fresco.
Me preparé café y salí para el balcón de arriba del edificio. Cuando llegue sentí alivio. Me sente en las banquitos que hay allí, me relajé.

-¿Descansando?.- dijo Tomas apoyando sus manos en mis hombros para hacerme unos maravillosos masajes.
Pegué un leve salto por el susto que me causó.
-Si, lo necesitaba.- dije relajada.
El caminó hasta el filo del balcón, apoyándose en el cilíndrico de acero, mirando la ciudad.
Dejé mi taza y caminé hacía el.

-¿Qué anda pasando?.- dije mientras que se me cruzaba el cabello por la cara.
-Nada.- dijo. -También necesitaba un descanso.
-Ya se esta volviendo cansador.- dije.
Suspiró dejando llevar sus labios hacia afuera.
-Y... como va tu vida? Hacía tiempo que no hablabamos..- dijo el.
-Tienes razón.- sonreí. -Podríamos decir que la vida por fin me sonríe.
-Me alegra escuchar eso ____.-dijo con su leve sonrisa.
-¿Y tu?.
-Yo... uhm me traslado para Canadá.- dijo asintiendo con la cabeza. -Me mudo en unos meses.- quedé algo impresionada.
-¿Me jodes?.- dije.
-Esta vez no _____.- Sonrió.
-¿Qué se supone que haré estando tú tan lejos?.
-Juro que lo he pensado.- reímos.
-Cuéntame, ¿porqué?.-
-Ya sabes, conseguí mejores trabajos allá, necesito respirar un aire distinto.- dijo.
-¿A qué te refieres con el aire?.-
-Uhm... conocer cosas, personas nuevas, lugares nuevos.- expresó con sus manos.
-¿Cuándo te irás?.-
-En unos dì...-su celular empezóa sonar, de inmediato lo buscó y lo sacó de su bolsillo.. un mensaje.. -Uhm, ___ me tengo que ir.- dijo guardando su celular y su mirada volvió a mí.
-Esta bien.- dije.
-Ya, no se sabe si esta va a ser la ultima vez que nos veamos.-dijo haciendo puchero y abriendo sus brazos para iniciar un abrazo.
-Te voy a extrañar.- dije ya abrazandolo.
-Y yo a ti pequeña.- dijo.
-Espero que te vaya mejor que acá.- dije mirandolo.
-Eso espero.- dijo retrocediendo de a poco. -Nos vemos pronto ____.- murmuró.
-Nos vemos pronto.- dije.
¿Y porqué las mejores personas de mi vida se van, se alejan?. Me fijé la hora y era 2.57 pm. Justin ya vendría a buscarme. Bajé al piso de mi trabajo, ordené mi bolso y me despedí de Giuli y Amanda.
Salí del gran edificio y allí estaba Justin..
-Hola amor.- dije sonriente.
-Hola bebé.- dijo y prendió motor a casa. -¿Cómo te fue?.
-Bien, pues tranquilo.- dije.
-Me alegra entonces.
Llegué a casa y escuché de lejos los chapuzones en la pileta.
-Los chicos estan en la pile.- dijo Justin agarrandome de la cadera.
-Está bien.-sonreí. -Vamos nosotros también.
Subimos los dos a ponernos nuestro traje de baño.
-¿Cómo puede ser posible...-habló Justin. -que después de tener a esos hermñso mellizos sigas estando con esas curvas que me tienen loco desde el primer día en que te vi.- dijo. Me sonrojé.
-Justin ya.- sonreí.
-Te amo mi esposa.- dijo sonriente divertido.
-Te amo mi esposo.- dije y lo besé tierno.
Fuimos a la pileta con nuestros hijos, mientras jugabamos a los chapuzones, reímos, y nos divertimos. Nuestra familia.. nuestra familia que construimos juntos con Justin después de tantas caídas, después de tantos momentos malos, que creo que deberiamos dejarlo en el pasado no? Después de muchos años tenemos a estos hermosos hijos que nos mantienen felices día a día. Feliz.

FIN.

Mi esposo~ creada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora