Dangerously | Ethan Dolan (terminada)

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Sonríe en cuanto me ve, y su vista recorre todo mi cuerpo. La mía también recorre el suyo y no evito morder mi labio, se ve bastante atractivo así vestido. Un traje negro elegante, mierda es perfecto, no me cabe duda.

Se acerca a mí dejando a su grupo de amigos, los cuales ven la escena atentos, pero no le tomo importancia. Estoy demasiado ocupada en él y su atuendo.

—Estas muy guapa —me dice con un tono alto debido al volumen de la música.

Pero no me conformo, no es suficiente.

—Gracias —murmuro con una sonrisa. —tú deberías usar trajes más seguido.

Este sólo ríe al mismo tiempo que toma mi mano y me jala hasta el sillón. Donde nos sentamos al mismo tiempo. Se acerca a mí, tanto que posa su mano en mi pierna y se acerca a mi oído otra vez.

—Entenderás que no podía decir que te veías sexy en frente de mis amigos —susurra.

Se aleja un poco y levanta las cejas de forma inocente. Incapaz de contestarle, me sonrojo y me limito a soltar una risa al mismo tiempo que le doy un leve golpe en el brazo.

—Tengo una sorpresa para ti esta noche —me dice y yo abro levemente la boca.

—¿En serio? —levanto una ceja y lo miro divertida.

—Pero tienes que esperar.

Ruedo los ojos para mirar a otro lado, pero él me toma de la barbilla y me obliga a verlo.

—Sólo un poco... ahora no pienses en eso, disfrutemos la fiesta.

—De acuerdo... —me levanto y le extiendo mi mano. —¿bailamos?.

Este sólo asiente y se levanta.
La gente se abre al momento que caminamos hasta la pista de baile. Envuelvo mis brazos en su cuello y me dedico a respirar su perfume, el cual huele delicioso. Me apretó contra él y enterré la cara en su cuello. Estaba tranquila y feliz, era el único lugar donde quería estar.
La música estaba a todo volumen, y me atreví a bailar todas las canciones.

Durante las siguientes horas, reímos y charlamos de nada importante, era imposible quitar la sonrisa de mi rostro. Era permanente.

—Espera un segundo, voy al baño —me susurro al oído y yo asentí quedándome con Grayson y un par de amigos más.

Justo cuando se alejó y se quitó del frente mío, me dejó vista hacia el jardín trasero del lugar. Mi sonrisa de hace algunos minutos comenzó a borrarse cuando vi a Megan sentada en una de las sillas de campo, pero no era la Megan que solía ser siempre.
Estaba sola y podía asegurar que estaba llorando.
Fruncí el ceño un poco confundida y mi cuerpo actuó sin mi autorización. Podré parecer una roca y ella no será de mi agrado, pero muy en el fondo tengo sentimientos. O eso creo.

Me acerqué dejando a los tres chicos con los que estaba, y llegué con ella parándome a un lado.
No percató mi presencia al estar cubriendo su cara, así que me vi obligada a decir algo.

—Am, ¿estas bien? —solté algo incomoda y esperé a que volteara.

—Creo que no te interesa...

—No tienes que responder de esa manera, sólo trataba de ayudarte.

—¿Ayudarme? —preguntó incrédula y por fin me miró. Sus ojos estaban rojos y el delineador negro estaba levemente corrido por sus mejillas. Me dio algo de lastima, por eso permanecí ahí. —todo es tu culpa.

—¿De qué estas hablando, Megan? —pregunto malhumorada y un poco cansada.

—Ethan —ahora su voz deja de ser firme, parece derrotada. —los he visto toda la noche... me cambió por ti.