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Entré a su habitación. Estaba bastante ordenada y olía muy bien. Miré cada detalle de esta. Su cama es extra grande, tiene una alfombra azul a lado y las paredes son un color beige.
Al notar que el silencio empezaba a ser incomodo, decidí hablar.

—¿Qué pasa con tu hermano? —me cruzo de brazos y lo miro mientras busca algo en su armario.

—Él estará bien... sabe cuidarse solo —por fin deja de hacer lo que sea que estaba haciendo, y me mira fijamente para caminar hacia mí. —quizás llegue más tarde.

Mi pulso acelera y mi mente me dice que retroceda, pero no lo hago. Me quedo quieta y percibo su sonrisa. Ahora estaba demasiado cerca.

—Amm... —solté nerviosa. —no pienso dormir con esta ropa —traté de sonar seria, pero mis nervios se notaban a un kilometro de distancia.

—Entonces quítatela... —sonríe pícaro y yo frunzo el ceño rápidamente. —estoy seguro de que no tienes nada que no haya visto antes.

—No da gracia... —idiota.

—Tu cara sí —vuelve a reír y se da la vuelta para volver al armario. Saca una playera y me la lanza cayendo en mi pecho. —tal vez te quede...

La tomo y la examino. Es completamente blanca y grande.
Vuelvo a mirarlo, esperando que se vaya para poder cambiarme. Este lo nota y ríe.

—¿Qué esperas para cambiarte? ¿quieres que te ayude? —vuelve a reir. Sus comentarios son igual de estúpidos que él.

—Quiero que te voltees —digo apenada y él se da la vuelta, mostrándome su espalda.

Me quito la blusa que traigo puesta y la lanzó a la cama. Lo hago en menos de 3 segundos, ya que tengo miedo a que voltee.
Siento que trata de hacerlo, así que por instinto me cubro con ambas manos, mi cuerpo estaba cubierto sólo por mis shorts y mi sostén negro.

—¡No mires! —grito asustada y él suelta una carcajada.

—Ya, lo siento... —levanta ambas manos en plan víctima y yo pongo los ojos en blanco para quitarme el short, y ponerme la playera.

—Ya... —digo con naturalidad y se voltea para mirarme de pies a cabeza.

Escucho como suelta una risita y se gira para dejar de verme.

—¿Qué? —pregunto y me acerco al espejo que tiene colgado en su habitación.

Mierda. Mi ropa interior tiene un color negro tan intenso, que se nota debajo de la playera.

—¿Tienes otra? —me cubro un poco y él niega divertido.

Caminé hasta la cama y me cubrí con las cobijas. Esto es peor de lo que imaginaba.

—¿Dormirás aquí? —pregunté.

—Claro, es mi habitación y mi cama.

—Pensé que tú dormirías en el sillón...

—No, yo duermo en mi cama... así que escoge en qué lado quieres dormir —puso una sonrisa astuta. —tranquila, me comportaré.

Era tan insoportable. Sabía que lo hacía a propósito. Pero supongo que puedo manejar el dormir en la misma habitación. Ademas no tengo otra opción.

Rodeé los ojos y me hice hacia la izquierda, para dejarle la parte derecha de la cama.

—Gracias... —dijo y comenzó a quitar su playera. ¿Eso también lo hacía a propósito?.

Sentí que mis mejillas ardían, quería mirar a otro lado, pero mi cuerpo no me lo permitió.

—¿Se te perdió algo? —soltó una risita y yo dejé de mirarlo inmediatamente. Necesitaba una buena excusa para esto.

—No te miraba a ti... —claro que no, no tenía intensiones de mirar ese abdomen perfectamente trabajado, para nada.

Se acercó a apagar la luz y ya no pude ver absolutamente nada. Sólo sentí el colchón hundirse y escuché su respiración. Estaba acostado a un lado de mí, sin playera. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Irme al sillón?, mi cuerpo no me lo permite. Mi cuerpo me obliga a permanecer ahí, con los ojos bien abiertos.

—Jade... —dice en medio del silencio, ahora sólo se escucha su voz y los grillos del exterior. —quiero hablar contigo de algo...

Mis ojos se abren más y y trato de mirarlo, pero la oscuridad no me lo permite.

—¿De qué? —pregunto un poco nerviosa.

—Bien... sé que será difícil convencerte, pero en serio necesito que me hagas este favor —suplica y ahora mi curiosidad aumenta.

—¿De qué hablas? Sólo dilo...

—Tú sabes que mis padres no viven en la ciudad, y casi todos los fines de semana los visito... —explica y yo agrego un "sí..." —este fin iré con Grayson, ya que ellos están organizando una cena, y quería que... —le cuesta tanto decirlo que comienzo a desesperarme. —es complicado decirlo...

—Dilo...

—Ellos no me toman en serio... y creen que no soy capaz de llevar una chica a la casa, como Grayson... —Hace una pausa y lo único que llega a mi cabeza es que esto va por muy mal camino.—¿puedes fingir ser mi novia el fin de semana?.

Y todo este tiempo que decía que era idiota, jamás lo había querido decir tan en serio como ahora. Es idiota.

Dangerously | Ethan Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora