Mi madre aún se ve demasiado nerviosa, pero lo ignoro al momento de salir de la casa a un lado de David. Caminamos hasta un auto con una reciente pintura blanca reluciente. Ahora lo único que me pongo a pensar, es que tiene imagen de tener un empleo que le garantiza un buen sueldo. Tal vez gastar dinero en nosotras no era lo suyo.
—Ya esta abierto —me comenta y abro la puerta de este para después sentarme en el asiento delantero.
El auto se queda en silencio hasta que David también sube y se sitúa detrás del volante.
Cuando le echo una mirada rápida, noto cómo aumenta la tensión y sé que intenta decir algo.
—Has crecido mucho —replica y hago lo posible por no informarle que eso ya me lo había dicho.
—¿Por qué Jessica no viene? —ignoro su comentario y pregunto.
—Te lo explicaré en un momento —suelta un suspiro. —Mejor deberías hablar tú, escuché que entrarás a la universidad —trata de establecer una conversación por no quiero darle esa oportunidad.
—No, voy a tomarme un tiempo —respondo seca y cortante.
—Qué bien —siento cómo sonríe pero no deja de mirar a través del parabrisas.
No hay nada de qué hablar ahora, y es cuando la incomoda y silenciosa realidad de la situación se hace más presente.
—Tu madre me dijo que hay un restaurante por aquí cerca...
—En la vuelta —le indico señalando una calle.
Obedece y después de largos minutos por culpa del trafico, llegamos al restaurante.
Se estaciona e inmediatamente apaga el motor, indicándome que puedo bajar.Me levanto del asiento y siento mis piernas frescas.
Veo como se adelanta, así que lo sigo lo antes posible y me paro a un lado de él, sin romper mi espacio. Una chica que puedo asegurar que es la mesera o algo por estilo, nos guía hasta una mesa vacía, para dos personas.
Ambos nos sentamos frente a frente y comienzo a regularizar mi respiración.
No espero ni dos segundos para hablar, estoy desesperada por saber.—¿Y bien?...
—¿No quieres pedir algo de comer primero?.
—No, quiero que me expliques —me cruzo de brazos. —¿por qué estas aquí?.
Asiente con la cabeza y toma aire.
—Estoy aquí porque no tengo relación con mi hija.
—¿Y tuviste que esperar 17 años?.
Este se inclina hacia adelante y pone una pose firme. Separa los brazos y frota su cien con la mirada clavada en la mesa. Entonces levanta la vista y me mira.
—He preparado las cosas importantes que quiero decir. Tu madre tuvo que decirte la verdad desde un principio.
—¿Y cuál es? Puedes decirla tú.
—No fue mi decisión dejarlas, esa es la impresión que ella te ha dado. Yo y tu madre comenzábamos a tener muchos problemas, éramos una pareja disfunciónal, destructiva, con diferentes puntos de vista. Pero era necesario permanecer juntos por Jessica —hizo una pausa. —las cosas no dejaban de empeorar. Cuando naciste, tu madre no me dejó verte, no quería que tuviera relación contigo y no se lo negué, sé que cometí un error, debí quedarme contigo y con tu hermana. Pero me fui, porque sabía que todas esas peleas no eran buenas para ustedes, porque estaba claro que no lo merecían.
Crecí creyendo que papá era un imbécil, pero el hecho de que se haya abierto y me haya dado una explicación, me había dejado sin palabras. Siempre fue fácil culparlo.
—Pero nunca me buscaste, nunca te molestaste en llamarme. Llegaste 17 años tarde.
—Pensé que no querrías saber nada sobre mí —continua. —pero ahora estoy aquí para cambiar las cosas, quiero tener relación con mi hija, cometí un error pero puedo arreglarlo. Dame una oportunidad.
—¿Y Jessica?.
—No he dejado de comunicarme con ella los últimos cinco años.
—¿Qué?.
—No quería perder la relación que habíamos formado. Tu madre tampoco lo sabía... de ser así me lo habría prohibido.
Ahora estoy el doble de paralizada.
—¿Eso fue todo? —levanto ambas cejas.
—Lo siento, Jade. Siento no haber estado contigo.
—Voy a necesitar tiempo para asimilar todo esto, y prometo hacer un esfuerzo si tú también lo haces.
—Me parece estupendo, de hecho te tengo una propuesta pero quiero dejar eso para el final, ahora quiero que me hables sobre ti. ¿Qué has hecho con tu vida? Estas muy guapa, apuesto que hay miles de chicos detrás tuyo.
Sonrío involuntariamente y asiento.
—Sólo hay uno.
—¿Ah sí? ¿Cuál es su nombre?.
—Ethan —asiento.
—Ethan —repite. —espero conocerlo algún día... ¿Es tu novio?.
—Sí.
—Me alegro por ti.
Después de esas cuatro palabras, nadie vuelve a hablar. Ya que nos vemos interrumpidos por la mesera, la cual pide nuestra orden y después de minutos trae los platos. Comemos en silencio, creo que ya no hay mucho que decir.
20 minutos después ambos terminamos de comer y espero a que diga algo. Es horrible no tener un tema de conversación.
—¿Y la propuesta? —pregunto curiosa.
—Sí... tengo una propuesta para ti. No espero que aceptes pero quiero que lo pienses... —asiento y me acomodo en mi asiento para escucharlo. —pasado mañana vuelvo a mi ciudad, como te habrás dado cuenta no vivo aquí —toma aire. —Jade, ahí hay muchas oportunidades y creo que sería ideal para ti.
—¿Qué cosa?.
—Quiero que vengas un tiempo conmigo —su comentario me cae como un balde de agua fria.
Prepárense mentalmente para el siguiente capitulo. Nos leemos muy prontooo.
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Dangerously | Ethan Dolan (terminada)
FanfictionFallé miserablemente en tratar de no enamorarme de ti.