Capítulo 5: Reencuentros.

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Óscar logra cambiarse la camisa en el baño, lo que si no le dio tiempo, fue de comprarse un café porque ya era la hora para abordar el avión y partir a Roma.

Se va hacia la pequeña fila la cual avanzo bastante rápido, entregando su boleto para subir al avión. Le llama la atención que en el mismo avión también está la mujer con la que se tropezó unos minutos atrás, pero tampoco se enfoco mucho tiempo en ella, solo se sentó en el asiento que le correspondía y ya.

Mónica a pesar de la tristeza que sentía por todo lo ocurrido con Rafael, estaba algo emocionada porque se reencontraría con su amiga de la infancia, Laura, la cual se había mudado a Roma hace dos años aproximadamente. Mientras Mónica almorzaba antes, llamo a Laura para avisarle de su visita, y ella más que encantada por la noticia le respondió “Aquí te espero cariño”.

Ya por fin aquel avión emprendió el vuelo, serian pocas horas de viaje, pero aun así, Mónica decidió tomar una siesta para que su mente descansase de tanto que recordaba el bochornoso episodio que acababa de sufrir su vida.

Óscar por su parte, estaba viendo algunas fotografías que permanecían en su móvil de las últimas vacaciones que había pasado junto con Isabella. Hasta que llego a un punto donde sintió muchísima rabia por el hecho de que el aún la amaba, mientras que ella, bueno ella prefirió amar a otro, que para sorpresa de Óscar era Santiago, al volver a recordar todo, apaga el móvil y decide cerrar los ojos con un gesto de cabreo en el rostro, y se duerme sin más por el agotamiento que llevaba.

Al cabo de algunas horas el avión aterriza ya en Roma, los pasajeros empiezan a bajar del avión y van por su equipaje.

Mónica al salir del aeropuerto se encuentra con Laura, que esta que da saltos de emoción por ver a Mónica después de tanto tiempo.

-¡Amore mío! – le grita Laura a Mónica mientras va hacia ella para abrazarla.
Mónica le dedica una sonrisa y le corresponde el abrazo, la pobre estaba tan agotada que la emoción no es mucha. Laura al darse cuenta le dice:

-¿Qué pasa? ¿No te alegras de verme?- con cara de perrito regañado.

-Jajaja, no nena, no es eso, solo que el viaje ha sido agotador- le responde Mónica con una risita cabizbaja.

-Vale… vamos a creerte- Laura la ve con los ojos entreabiertos- Entonces vámonos ya para que la princesita descanse – termina de decir Laura con una agradable sonrisa mientras ayuda a Mónica a subir la maleta al auto, ambas partiendo a casa de Laura.

Óscar esta vez tomo un taxi para irse a la antigua casa de su padre, al llegar le esperaban en la puerta Abreu y Natalia con una sonrisa de oreja a oreja por la emoción de verle de nuevo.

-¡Hermano!- le saluda Natalia con un abrazo- Que guapo que estas, eh! – menciona haciéndole ojitos.

-Jajaja, gracias hermanita, también estas guapísima- le dice Óscar con una sonrisa.
Abreu por su parte lo abraza para luego decirle.

-Cuanto tiempo hermano.- con una sonrisa.

Óscar le respondió con una sonrisa amistosa mientras los tres entraban a casa. Al estar por fin adentro Óscar ve lo limpia y linda que esta la casa.

-Gracias por arreglarla por mí- les dice a sus hermanos.

-No te preocupes, sabes que como tus hermanos siempre cuentas con nosotros- le responde Natalia agradable.

-Si hermano, además no lo hemos hecho solos, le pedimos a Alice, nuestra ayudante de limpieza en casa que nos ayudara un poco, y acepto encantada- Menciona Abreu.

-¿Por qué no vas a ayudar a Óscar a organizar sus cosas en la habitación? Mientras le digo a Alice que prepare Té- Dice Natalia amable.

Ambos asintieron y subieron a la segunda planta de la casa con las maletas de Óscar para ayudarle a organizar todo, cuando ya están dentro de la habitación Abreu rompe el silencio con una pregunta que toma desprevenido a Óscar.

-¿Ahora si me dirás porque volviste?- pregunta Abreu.

-Pues porque quería ver a mis hermanos…- responde Óscar no muy convencible.

-Óscar, te conozco, ¿Qué ha pasado?- Abreu se preocupa.

-Vale…He terminado con Isabella…- dice Óscar triste.

-Con que si es verdad…- dice Abreu casi que susurrado.

-¿Qué dices? ¿Verdad que?- le pregunta Óscar desconcertado.

-Es que…Carol me ha llamado antes, me dijo que me llamarías en cualquier momento para decirme que volverías, yo le pregunte qué había pasado y ella me conto todo…- responde Abreu con la sensación de que había hablado de más.

-Vaya…que dureza la de Carol para contar cosas- menciona Óscar con un poco de enfado.

-Somos hermanos y estamos para apoyarnos Óscar, ella solo se preocupo por ti, y me lo conto para que Natalia y yo pudiésemos estar al tanto y ayudarte a superarlo- le dice Abreu dándole unas palmadas por la espalda en forma amistosa.

En ese momento Óscar simplemente asintió y siguieron arreglando sus cosas en la habitación.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora