Capítulo 47: Enfrentamiento.

141 11 10
                                    


Como Óscar tuvo que ir un momento con Carol a hablar unos asuntos de la empresa, Mónica aprovecha y piensa bien en lo que debe hacer a continuación, debe hablar de nuevo con Mijail, pedirle explicaciones de todo este complicado asunto que cada que piensa en eso le da un poco de asco.

Se cambia de ropa y sale disparada de casa para ir a de nuevo con Mijail, aunque esta aterrada porque no sabe de lo que puede ser capaz este chico, pero tiene que enfrentarlo y dejar las cosas claras de una vez por todas.

Al llegar toca el timbre tres veces exactamente, a la ultima es cuando Mijail abre la puerta. Él se encuentra en una bata de baño con el cabello despeinado, al ver a Mónica muestra una sonrisa de emoción.

-¿Puedo pasar?- pregunta Mónica seria.

-Claro, pasa adelante- aun le sonríe, ella ni se inmuta.

Ya dentro Mónica se voltea a ver a Mijail, cierra un momento los ojos y se pasa una mano por la frente.

-Vamos al grano, tienes que dejar de pensar en mí como mujer, ¿Vale?- él frunce el ceño y se acerca ya que aun estaba en la puerta.

-Pero…lo he intentado, no puedo Mónica, desde que te vi la primera vez te has convertido en la mujer perfecta para mi…- la toma de las manos.

-Mijail… esto está mal, muy mal…- todo esto la empieza a afectar emocionalmente.

-¿Por qué? Hay personas que lo hacen sin problemas, no veo él porque nosotros no podamos- le acaricia la mejilla, Mónica se aparta al tacto.

-¡Que no!- empieza a cabrearle el asunto- ¡Me resulta enfermizo que puedas realmente creer que algo así pasara!- Mónica se empieza a sentir mal de nuevo, rápidamente se sienta en el sofá.

-Yo se que tú me puedes amar tanto como yo te amo a ti…- le habla de manera suave arrodillándose a su lado en el sofá.

-Fue un error venir, ya veo que no entraras en razón…- Mónica se levanta para irse pero él la toma fuertemente de los brazos.- ¿¡Que haces!? ¡SUELTAME!

-¡YA TE DIJE QUE ME PODRAS AMAR, Y ESTO PASARA SI O SI!- parecía una bestia, Mónica estaba realmente aterrada pero debía mantener la compostura.

-Esto es una locura, ¿Acaso tu madre sabe de tu obsesión?- ella forzajea pero es inútil.

-Mi madre es una idiota Mónica, por eso te prefiero a ti, ella te odia pero yo te amo- la besa obligándola.

Mónica lucha con la fuerza que tiene y por fin logra zafarse, sale corriendo hasta la puerta pero él la toma de los cabellos.

-¿¡A dónde diablos crees que vas!?- la pega fuertemente contra la pared.

Mónica chilla del dolor, se siente aun peor y por más que busca fuerzas para volverse a zafar de su agarre es inútil.

-TU- la vuelve a pegar contra la pared- VAS- otra vez- HA SER- y otra vez, cada una más fuerte que la otra- MÍA- a la cuarta vez Mónica pierde el conocimiento.

Mijail al darse cuenta y aterrado por lo que acababa de hacer la deja caer al suelo, dejando un rastro de sangre al resbalarse por la pared.

-¡Mierda, la mate, la mate, la mate!- se repetía una y otra vez con las manos en la cabeza.

Después de calmarse un poco la toma en sus brazos para sentirle el pulso, aunque era débil aun estaba viva. Mas aliviado la lleva a una habitación donde la acuesta en la cama. Mónica sangraba mucho de la cabeza así que decidió curarle la herida con una gasa de algodón.

-¿Qué…me…paso…?- Mónica despierta atontada por el golpe, frunce el ceño de dolor al sentir, se lleva una mano a la cabeza- ¿Qué me hiciste?- tiene un gesto de temor.

-Perdóname yo… yo no quería hacerte daño…- Mijail empieza a llorar- Mónica yo no lo entiendo, desde pequeño siempre supe que eras la mujer de mi vida- se limpia las lagrimas- A los 7 años vi una foto que mi madre tenía en un cofre que guardaba como tesoro, salían mis abuelos, mi tío… y tú, cuando te vi mi corazón dio un vuelco- la observa, ella se encuentra sorprendida- Tan hermosa, tan joven, te ame y desee desde el primer momento, siempre he tratado de conseguir novias con tus características físicas, pero ninguna es igual a ti.

-No es necesario que digas mas…- Mijail la interrumpe.

-Pero yo si quiero contarte, cuando era un adolescente que empezaba a descubrir mi cuerpo supe que provocabas una gran excitación en mí, con lo cual me quede con tu foto y en mis noches de soledad… bueno ya sabes- Mónica no puede creer lo que le dice.

-Mijail… ¿Te estás dando cuenta de lo enfermizo que es eso? Yo soy tu tía, por Dios- se lleva una mano a la boca.

-Y ese simple motivo me resulta más excitante Mónica, me resulta excitante tener a mi tía bajo de mi mientras grita mi nombre- coloca una de sus manos en el muslo de Mónica.

-¡NO, BASTA YA!- ella lo aparta, “esto no puede ser verdad” piensa.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora