Pasiones Encontradas I

Capítulo 31: Salgamos de aquí.

Mónica y yo nos abrazamos como nunca, temía tanto de que algo le pasara, ella sollozaba en mi pecho y yo no pude evitar derramar algunas lágrimas al por fin tenerla de nuevo en mis brazos. Recuerdo que aun David esta al teléfono.

-La conseguimos- le digo.

-¿¡Qué, enserio!?- pregunta sorprendido.

-Si, aquí esta con nosotros, debemos irnos cuanto antes- musitó acercando mas a Mónica a mi pecho, que alivio tenerla cerca.

-¿Y que hacemos con estos delincuentes Óscar?

-Ya los haremos pagar David, pero mientras debemos irnos, no podemos arriesgarnos a que pase alguna tragedia.

-Tienes razón, nos encontramos de nuevo donde dejamos la camioneta, vayan con cuidado que estos al parecer buscan algo- lo dice casi susurrado.

Le respondo con un "Vale" y finalizo la llamada. Es cuando Carol, Mónica y yo nos vamos directo a donde estaba la camioneta, cuando llegamos ya David y Eduardo estaban allí. Como era de esperarlo Mónica y su hermano se abrazan. Pero una voz conocida nos desconcierta a todos.

-Vaya Mónica, no recuerdo haberte dado permiso de salir de casa- dice Isabella saliendo de los arbustos, lleva un arma en sus manos.

-¿Isabella?- preguntó aturdido.

-¡Cariño! No pensé que ibas a venir tan pronto, tu querida amante tuvo la desfachatez de no contarme- es tan despreciable.

-¿¡Que carajos haces aquí!?- se exactamente que hace aquí.- ¿¡Por qué tienes que meter a Mónica en esto!?- siento que la sangre me hierbe de rabia.

-Yo no la metí en nada mi amor, ese fuiste tú.- haciéndose la inocente.

-¡Deja de llamarme así, tu y yo ya no somos nada!- esta mujer me esta sacando de mis casillas, por suerte David me tranquiliza.

-Vamos Isabella, vete de una vez y dejanos en paz- dice David.

-¿Irme? De eso nada cariño, no me iré de aquí sin Óscar, no permitiré que esta golfa se quede con él.- lo dice con repulsión mientras ve a Mónica, eso me enfada más.

-¡Ya esta bueno! Tu me traicionaste, ¿y ahora quieres que me quede contigo? ¡Ni de coña!-esta situación se esta complicando.

-Si te refieres a Santiago, pues ese ya esta mas que muerto por ayudar a esta -señala a Mónica- Él de verdad se pensaba que no me daría cuenta.

-¿Como fuiste capaz? Él te amaba- dice Mónica.

-¡Tú callate zorra!- Isabella estuvo a punto de irse contra Mónica pero le doy un rápido empujón que la deja sorprendida.

-¿Acaso defiendes a esta mi amor?- pregunta.

-Pues claro, es la mujer que amo, aceptalo de una vez- coloco a Mónica detrás de mi cuando veo que me apunta con su arma.

-Isabella baja el arma que somos más- dice Carol apuntándole a la par que lo hace David.

-No les tengo miedo imbéciles- empieza a llorar con rabia- Ya te dije Óscar no te dejaré ir con esta golfa, y como no quieres hacerme caso- hace una pausa- ¡Te tocara pagar desgraciado!- es cuando escucho el disparo proveniente de su arma.

Lo que no me esperaba es que Mónica en un abrir y cerrar de ojos se colocara en frente de mi, recibiendo ella el impacto de bala, la sujeto entre mis brazos cuando cae, cuando se oyen dos disparos mas para Isabella dejándola tirada en el suelo.

-¡Mónica mi amor! - le muevo despacio su rostro y me fijo que esta despierta.

-Mi amor estoy bien, solo me rozo la pierna, vámonos de aquí- me dice colocándose de pie con dificultad.

Respiro aliviado que no fue nada grave mas sin embargo no dejaría de llevarla al medico por esto. Nos subimos todos a la camioneta dejando a Isabella tirada allí. David conduce a toda velocidad porque se podía ver que venia otra camioneta tras nosotros.

-¿¡La mataron!?- pregunta Eduardo alterado.

-No, mi bala solo le rozo el hombro, y la de Carol el muslo, solo quedo inconsciente pero no tardará en despertar.

-No podemos volver al pueblo- digo preocupado mientras abrazo con fuerza a Mónica.

-¿A donde vamos entonces?- pregunta Carol.

-Vámonos a Moscú, ahí no nos encontrarán- menciona Eduardo.

Todos lo vemos sorprendidos por unos segundos, pero si lo pienso no es tan mala idea, debemos desaparecer ante los ojos de estos delincuentes, así podremos traer justicia sin que puedan darse cuenta a todo esto que acaba de pasar.