Capítulo 48: Lazos familiares.

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-Por favor... te juro que nadie se enterará- la toma de la cintura y empieza a besar su cuello.

-¡No no, Mijail por favor!- el dolor en su cabeza no la deja luchar mucho.

-Calla y disfruta...- le baja el jean sin quitarlo por completo, para después desabrochar los primeros botones de su blusa.

Mónica siente que esta pérdida pero tiene que pensar, hasta que encuentra una solución.
-¡Estoy embarazada!- Mijail para en seco y se le queda viendo.

-¿Hablas enserio?- el frunce el ceño.

-¡Si, por favor no me hagas nada!- al darse cuenta que le cree sigue con la mejor mentira que hasta ahora ha dicho.

-¿Tendré un primito? - este chico realmente tiene un grave problema.

-Si...-ella decide seguirle la corriente para poder salir de ahí.- Si me dejas ir te dejaré conocerle cuando nazca...- Mijail parece un niño pequeño de la emoción.

-Gracias tía, esto me emociona mucho...- se levanta de la cama, mientras Mónica se acomoda la ropa disimuladamente.

El teléfono de Mónica suena, era Óscar debe estar preocupado porque ella salió sin avisar.

-Mijail…Debo irme…- teme a como vaya a reaccionar el chico.

-Está bien, cuídate mucho- debe tener algún trastorno o algo, es imposible que pueda cambiar así de rápido, se dice Mónica para sí misma mientras sale casi que corriendo de esa casa.

Al llegar a casa con más de 20 llamadas perdidas de Óscar, se lo encuentra allí en la sala con Carol y David, tiene cara de funeral todos pero cuando la ven los tres se levantan de un salto del sofá.

-¡Mónica mi amor!- Óscar se le acerca y la abraza con fuerza- Pensamos que te había pasado algo, ¿Dónde estabas?- estaba algo molesto.

-Yo…-Óscar la interrumpe.

-¿¡Qué coño te paso Mónica!?- se da cuenta de la pequeña gasa que cubre la parte trasera de su cabeza.

-Tuve un accidente…-otra mentira mas- Tenía ganas de comer helado y ya no había así que fue a comprar uno, me resbale en la calle y me pegue en la cabeza- cada vez se estaba volviendo mas experta con esto de las mentiras- Una señora me ayudo.

-Por Dios mi amor, ¿Por qué no me llamaste?- Óscar la ve preocupado.

-No se…Quería salir un rato…- baja la mirada.

-Tenemos que llevarte al doctor- dice Carol.

-No, no es necesario, yo ya estoy bien- se aparta un poco de Óscar- Ya me voy a dormir, estoy muy cansada, buenas noches- se va a la habitación sin más.

-Pero… ¿Qué le pasara?- pregunta Óscar en voz alta.

-Dale tiempo hermano, nosotros mejor nos vamos ya- añade Carol dándole un abrazo a Óscar.

-Cuídala mucho Óscar, que tengan buenas noches- se despide David también.

Al rato que se van Óscar decide entrar a la habitación para tratar de conversar con Mónica, pero no está en la cama, al parecer está encerrada en el baño. Óscar toca la puerta.

-Cariño… ¿Te encuentras bien?- pregunta con voz suave, Mónica no contesta.- ¿Mónica, pasa algo?- vuelve a tocar, pero sigue sin recibir respuesta.

Óscar se empieza a preocupar así que va por la otra llave para abrir la puerta del baño. Cuando entra se consigue con Mónica sentada en la alfombra, tiene ambas manos en la frente, con la cabeza agachada y las piernas estiradas.

-Óscar, solo necesito estar sola un momento- no levanta la mirada.

-Mónica, mi amor, se que te pasa algo, puedes contármelo tenme confianza- se coloca en cuclillas a su lado.

-No me pasa nada Óscar, solo necesito estar sola- responde con un tono seco.

-Está bien, si no quieres contarme te dejare tranquila.- se levanta y se va dejándola sola.

Cuando se da cuenta que Óscar ya no la puede ver se esconde tras sus lagrimas. Siempre se había considerado una mujer fuerte pero últimamente le habían pasado cosas tan fuera de lo común que sentía no poder más.

Pensaba en Rafael, en el engaño de Laura, Óscar, el secuestro, pensaba en sus padres, en Romina para luego pensar en su problema actual, Mijail. Era todo tan turbio, ¿Ahora qué haría? No sabía si contárselo a Óscar o a su hermano, necesitaba la ayuda de alguien para solucionar todo esto, tiene que alejarse de Mijail, eso seguro. Algo que la tiene más preocupada aun es que Mijail presenta cambios de humor extraños, puede estar gravemente enfermo.

Mónica decide tomar una ducha larga para pensar y reflexionar lo que hará. Luego se enfunda en un camisón y se acuesta al lado de Óscar, que al parecer ya está dormido, ella da unas vueltas mas pensando y pensando, hasta que por fin se queda dormida.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora