Capítulo 6: Recuerdos que atormentan.

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Mónica y Laura por fin llegan a casa, cuando se adentran al lugar Laura le dice muy amable a Mónica que se fuese a descansar que mañana hablaban, ya que a la pobre se le notaba el cansancio a leguas.

-A la mañana siguiente-

El sol a pesar de ser tenue aun, el resplandor era molesto, lo cual le pegaba desde aquel ventanal en la cara de Mónica haciendo que despertara frunciendo el ceño, pasándose ambas manos por los ojos y estirándose. Un poco adormilada aun ve su alrededor, estaba desconcertada al principio, pero luego le vino el recuerdo de Rafael y supo donde estaba y porque.

Ya que aquella habitación tenía baño incluido decide darse una ducha antes de bajar a saludar a Laura, al salir busca en sus maletas una camisa de lino blanco súper cómoda y unos pants nada ajustado, su cabello aun estaba mojado pero no le importo y así mismo bajo.

-Buenos días…- dice Mónica al llegar a la sala, pero para su sorpresa no hay nadie, hasta que escucha la voz de Laura llamándola desde el despacho, así que se acerca a donde está.

-Buenos días cariño, ¿Qué tal dormiste Mó?- le pregunta Laura a Mónica al verla entrar al despacho.

-Buenos días, muy bien la verdad- le responde Mónica con una sonrisa- Te quería agradecer por aceptarme aquí Lau…-no termina cuando Laura la interrumpe.

-No hace falta que agradezcas, sabes que somos muy buenas amigas y que estaré siempre para ti- Le responde Laura- Ahora dime una cosa, ¿Por qué esta visita tan de repente?- dice Laura intrigada.

-Veras…He terminado con Rafael…-le responde Mónica recordando aquello.

-Vale… ¿Te parece si te invito a desayunar a la cafetería del pueblo y así me cuentas todo?- pregunta Laura amable.

-Vale, solo déjame ponerme algo mas decente y nos vamos- termina Mónica antes de salir del despacho.

Mónica esta vez se decide por unos jeans claros y una camisa azul cielo que le quedaba muy bonita, le aportaba luz al rostro, se seco el cabello, se maquillo un poco y bajo para irse de una vez con Laura.

Ya en la cafetería ambas se sientan en la mesa que les asigna el mesero y piden unos cafés y algo de desayunar, cuando de pronto Laura dice.

-Ahora sí, cuéntame todo Mó- dice observándola.

-Bueno… Yo decidí ir por la compra para la cena de esa noche, dejando a Rafael solo, al llegar empecé a escuchar sonidos extraños, y cuando busco para saber de dónde venían me encuentro a Rafael teniendo sexo con…- le da un poco de asco recordar aquello.

-¿Con quién?- pregunta Laura algo impaciente.

-Con otro hombre…-logra decir Mónica.

-¿¡QUÉ!? ¿Qué le pasa a ese imbécil? ¿Acaso no se da cuenta de la belleza de mujer que tiene? – Dice Laura enfadada- Es que donde lo vea lo mato- siguió Laura llevándose una mano a la frente- ¿Y luego que Mó?- finaliza preguntando.

-Pues… Salí de ahí casi que corriendo vuelta una magdalena, dure toda la madrugada pensando que hacer y me pareció buena idea alejarme, así que al llegar al aeropuerto te llame…-le explico Mónica.

-Vaya espectáculo que te hizo pasar ese imbécil…-sigue diciendo Laura casi que refunfuñando- Hiciste bien en venirte conmigo Mónica, aquí la pasaremos bomba y te olvidaras de ese infiel, ya verás- le comenta Laura a Mónica con una cara que no supo definir.

Después de que Mónica le explicara lo sucedido a Laura, ellas siguieron desayunando y charlando sobre sus vidas, recordando anécdotas de ambas, cosa que fue excelente porque Mónica volvió a sonreír después de algunos días.

-Oye Lau, ya vuelvo voy al tocador un momento- le dice Mónica a Laura con una sonrisa de oreja a oreja por aquellos momentos junto a ella que si le gustaba recordar.

Abreu y Óscar entran en la cafetería entre risas, el mesero les asigna una mesa y  les da el menú para luego retirarse.

-Te dije que este es la mejor cafetería de este pueblo, tienen unos cruasanes muy buenos- Le dice Abreu a Óscar con una sonrisa.

-Pues eso espero eh, porque Alice quería hacernos el desayuno, yo le vi las intenciones- comenta Óscar entre bromas.

-Pues ya mañana degustaras los maravillosos platillos de Alice- dice Abreu colocando ambas manos como italiano y con un tono burlón en su voz.

Óscar suelta una carcajada y le dice:

-Eres un payaso bro- negando con la cabeza.

-Todo sea por ver a mi hermano sonreír de nuevo- le sigue Abreu con una sonrisa amable.

-Bueno vale…- Óscar se da cuenta de que Abreu se queda mirando hacia un punto, nota que esta como en las nubes- ¿Qué pasa bro? – le pregunta Óscar pasándole una mano por en frente para que reaccionara.

-Mira esa belleza…- le señala Abreu con la mirada.

Cuando Óscar le hace caso y se voltea para saber de qué trata, se sorprende al ver de quien hablaba su hermano.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora