Capítulo 45: Sucesos extraños.

149 10 0
                                    

A la mañana siguiente cuando Óscar despierta se da cuenta que de nuevo Mónica no está a su lado, sin dar mucha vuelta se va directo a la cocina a ver si está ahí, pero para su sorpresa hay una nota junto a una bandeja con comida, dice: “Buenos días mi amor, te he dejado algo de desayunar, yo me fui a trotar de nuevo, nos vemos para almorzar juntos, te amo. Mónica”.

Óscar no pudo evitar sonreír, doblo la pequeña nota y la coloco a un lado para después desayunar, hoy no tenía más que planeado trabajar un poco desde casa con el ordenador, ya que desde ahí podía dirigir ciertas cosas de su empresa que tenía algo abandonada por todo lo acontecido.

Mientras Mónica ya estaba trotando en el parque, antes había esperado unos minutos para darle tiempo a Mijail de llegar, pero no llego así que se fue a trotar sola, por una parte agradecía que no hubiese ido porque de verdad ese chico le parecía algo extraño.

Debido al pasional encuentro que había tenido la noche anterior con Óscar no se detuvo a pensar lo ocurrido con Mijail y esa chica. Se preguntaba porque actuaba tan agresivo, y le daba escalofríos el recordar esa mirada oscura y sombría, algo le decía que ese chico podía traer problemas con lo cual decidió alejarse y no quedar mas con él ni nada.

-¡Mónica, espera!- era Mijail que le gritaba de lo lejos.

No puede ser que todo lo que piense se haga realidad, pero en este caso lo contrario a lo que realmente quería que pasara. Mónica se detiene en seco y volteo a verlo, el venia trotando hacia ella y cuando se detiene la iba a abrazar pero Mónica se aparta.

-Estoy muy sudada…- dice justificando el porqué no acepta el abrazo, a parte tampoco quería dárselo.

-Pensé que trotaríamos juntos hoy- dijo mientras tomaba algo de agua sin quitarle la mirada a Mónica.

-Yo también, te espere pero como nunca llegaste empecé sola- ella trataba de ver a otro lado, su mirada la ponía muy nerviosa.

-¿Te encuentras bien?- pregunta aun mirándola.

-Sí, ¿por?- suelta una risita nerviosa.

-No se… te encuentro distante…- Mónica lo que pensó es que, él que iba a saber si estaba o no distante, ni la conoce.

-Yo estoy bien Mijail- le responde seca.

-Vale…Oye te quería preguntar si querías ir a…- Mónica lo interrumpe de inmediato, sabe que dirá.

-No, lo siento, mi pareja y yo tenemos planes- lo dice como una bofetada para Mijail, el niñato se queda sorprendido por lo que dijo.

-Pero si tú me dijiste que estabas divorciada…- al parecer, ¿le está reclamando?

-Sí pero…- Mónica se empezó a sentir un poco extraña, cierra los ojos un momento y luego vuelve a verle.- Pero tengo pareja.- toma una bocanada de aire, algo no está bien, se sienta en uno de los bancos del lugar.

-Mónica… ¿Qué te pasa? Estas pálida.- al parecer lo que le dijo no le importo más que su apariencia, se acerco a ella con un gesto de preocupación en el rostro.

-Yo…Yo estoy bien.- trata de mostrar fortaleza levantándose de repente del banco, pero no estaba bien, se tambaleo y no se cayó al suelo porque Mijail la sostuvo.

-No, tú no estás bien- la sujeta para que no caiga- Vamos a un doctor- Mónica niega con la cabeza.

-Que no, que si estoy bien, solo fue un mareo, debe ser porque no desayune muy bien, es que no tenía nada de apetito- ella se sujeta del brazo de Mijail.

-Ven, te llevare a un lugar para que comas algo…- ella lo detiene y lo mira de repente.

-¿A qué lugar?- parecía asustada.

-Jajaja, quita esa cara mujer, que no soy un violador o asesino en serie- eso ella no lo sabía.

Mónica se sentía muy débil para reclamar algo así que decidió hacerle caso. Mijail tenía su carro aparcado fuera del parque, la subió a él para después arrancar. Mónica se sumerge en un sueño incomprensible ya que fue de repente, se sentía agotada, muy agotada, pero no entendía el porqué si últimamente estaba durmiendo bien y comiendo bien, en fin. Ella en su sueño y Mijail llevándola quien sabe a donde.

Cuando Mónica despierta, al principio ve todo borroso pero una vez se le aclara la vista puede notar que está en una habitación recostada en una cama, al parecer ya es noche, ¿Cuánto tiempo ha estado dormida? Se pregunto para sí misma.

Siente un punzante dolor de cabeza, se incorpora con una de sus manos en la frente, sale de la habitación y se encuentra con una casa grande y oscura, camina todo una pasillo largo hasta llegar a unas escaleras, ve hacia abajo pero no baja las escaleras.

-¿Te encuentras mejor?- pregunta alguien detrás de ella, dio un salto del susto, se da la vuelta y era Mijail.

-Yo… ¿Dónde estoy?- le pregunta en voz baja.

-En mi casa, te traje aquí para prepararte algo de comer pero te quedaste dormida y no quise despertarte- se encoge de hombros.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora