Capítulo 66: Teníamos tiempo sin hablar.

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Ya pasado dos días, Mijail había sido enterrado. Según el examen forense murió por causa de auto medicación excesiva, se quito la vida con unas pastillas para los nervios que llevaba siempre con él.

Todos estaban afectados, a pesar de las cosas que Mijail había hecho no eran tan malas personas como para alegrarse por su muerte. Romina estaba devastada, y la pobre Sara ni quería probar bocado.

Era de noche ya, Óscar y Mónica fueron a tomar una ducha juntos antes de enfundarse en el pijama para dormir. Ya acurrucados en la cama.

-Óscar…- susurra Mónica contra el pecho de Óscar, pero no tiene respuesta- ¿Te estás haciendo el dormido?- pregunta cuando se da cuenta que tiene los ojos entre abiertos.

-Un poco…- le responde con una sonrisa, Mónica también sonríe y le da un beso.

-¿Crees que Mijail se haya suicidado por mi?- le pregunta sin más.

-Cariño…Mijail tenía serios problemas mentales, de verdad dudo mucho que tú hayas sido la razón de ese accidente, así que no pienses mas en ello, ¿vale?- le dice mientras acaricia sus cabellos y la abraza contra él.

-Vale…- Mónica le corresponde al abrazo y sube un poco la cabeza para verle a los ojos- Te amo – termina diciendo.

Óscar le sonríe y la vuelve a besar, para después ambos quedar rendidos por el sueño. Al día siguiente Mónica es la primera en despertar, y se da cuenta que toda la noche durmieron abrazados, alza la mirada y le da un pico a Óscar, estira sus extremidades para levantarse del tirón.

Decide ir a hacer el desayuno de una vez, y así lo hizo. Preparo unas tostadas con mermelada, y le provoco un zumo natural de naranja, cuando se iba a sentar para disfrutar su desayuno suena su móvil. Lo ve antes de contestar pero es un número desconocido, lo duda pero contesta al final.

-¿Si?- pregunta temerosa.

-¡Cariño!- dice una voz femenina bastante conocida para Mónica.

-¡Marta!- se emociona tanto que casi le da algo- ¡Mujer, pero que alegría escucharte!- le dice aun emocionada.

-Lo mismo digo Mó, te extraño muchísimo- dice con un toque de melancolía.

-Pues vente ya de donde quiera que estés a verme- responde Mónica entre un suspiro.

-¿Y donde estas tu Antonia?- le pregunta graciosa.

-Dios mío tenia años sin escuchar que alguien me llame así- no puede evitar reír.

-Claro, solo yo te puedo llamar así- ambas ríen a través de la línea.

-Serás tonta, jaja- Mónica hace una pausa antes de responder- Estoy ahora mismo en Pereslavl, Rusia.

-Madre mía, ¿Y tú qué haces tan lejos de casa, Rafael está contigo?- pregunta de repente.

-No nena, Rafael y yo nos divorciamos hace ya bastante, larga historia, de hecho contarte todo lo que me ha pasado ahora mismo duraríamos todo el día y parte del otro.- le explica Mónica.

-Vaya Mó… Bueno yo si quiero verte, pero antes de volverme loca he ir a Rusia debo arreglar unas cuantas cositas aquí en Miami- musita.

-No te preocupes Antonia que aquí te espero con los brazos abiertos- le dice amble.

-Por eso y muchas cosas más te quiero un montón cariño.

-Ya ya, no te pongas pastelosa- le dice graciosa.

-Eres una corta rollos- ambas no pueden evitar reír de nuevo- Cariño te llamo entonces luego para avisarte que día estaré por allá.

-Vale, de verdad me alegra volverte a escuchar, hablamos luego nena, te quiero.

-Y yo a ti Mó, hasta luego- finalizan la llamada.

Mónica estaba que saltaba en un pie, Marta era su mejor amiga de toda la vida y tenia muchísimo tiempo sin hablar con ella, desde que se fue a viajar por todo el mundo y ella se caso con Rafael no habían contactado más.

Estaba ansiosa de contarle todo lo que había vivido hasta ahora, más que todo lo bueno, la consideraba su hermana. El simple hecho de que pudiese estar en su boda con Óscar la emocionaba aun mas, el que solo conociese a Óscar la ponía muy feliz.

(Mas tarde publico otros capítulos que tengo que salir, un beso😘)

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