Capítulo 58: Una sorpresa elegante.

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Después de unas horas Eduardo se fue con Sara para que Romina la fuese a recoger a su casa, mientras que Carol me dijo que tenía algo que contarme.

-¿Qué pasa?- le pregunto una vez ya se fueron los demás.

-Hoy es tu noche nena- me dice con emoción y casi dando saltitos.

-A ver Carol, yo no soy muy buena con los acertijos- le comento.

-Veras, mi hermanito tiene una sorpresa para ti esta noche- me termina de contar.

-¿Hablas en serio?- admito que esto me emociona.

-Si si, me dio instrucciones de ayudarte a arreglarte mientras él y David terminan todos los preparativos para esta noche.- mientras más me cuenta menos me lo creo.

-Pero a ver, ¿Y esto desde cuando lo están preparando?- le pregunto sorprendida.

-Exactamente, desde esta mañana, ahora vente que debo mostrarte el vestido que compre para ti- lo último me sorprende aun más.

-¿Vestido? Ya lo entiendo todo- me acuerdo de antes cuando la encontré colgando algo en el closet.

-Si, míralo- me lo muestra una vez estamos en la habitación.

-Es precioso Carol- le acertó a mis gustos, es un vestido rojo con terminación en forma pitillo, debe llegar un poco mas debajo de las rodillas, cuello en “V” y sin mangas.

-Y… también te compre estos tacones y algunos accesorios en dorado que van a juego- me muestra unos tacones negros patentes y una gargantilla divina.

-Veo que esta sorpresa requiere elegancia- estoy realmente sorprendida.

-Así es, a ponerse manos a la obra señorita que su príncipe viene por usted a las 8 pm- veo el reloj y eran las 6:45 pm, mierda es tardísimo.

Me fui casi que corriendo a ducharme para después envolverme en mi albornoz. Me empecé a secar el cabello con el secador, cuando ya lo tenía completamente seco me realice unas ondas estilo sirena, y finalmente empezar con el maquillaje que quise elaborarlo un poco más de lo común.

-Narra Óscar-

La verdad es que estoy muy nervioso por lo que pasara, espero Mónica no se termine enfadando conmigo y le guste la sorpresa. Voy en un coche que recién rente a buscar a Mónica, David viene en el suyo para llevarse con él a Carol.

Cuando ya estamos en casa veo a Carol sentada en la sala leyendo una revista, se levanta cuando percata que llegue y me observa sorprendida.

-¡Qué guapo que estas hermano!- la verdad es que quería estar elegante, se que Mónica desborda elegancia y quería estar a la altura de mi hermosa chica.

Tenía un traje en tono azul oscuro, camisa blanca sin corbata ni pajarita, no quise ponerme una, la verdad no me gustan mucho y finalmente unos zapatos negros.

-Gracias Carol, ¿Y Mónica?- pregunto.

-Pues supongo que ya debe estar terminando de arreglarse, iré a ver- cuando Carol se volteo para subir a la habitación, Mónica venia bajando.

Todos nos quedamos boquiabiertas, que mujer más hermosa me ha tocado, ese vestido le queda perfecto como todo lo que se pone, delineaba perfectamente sus maravillosas curvas que me vuelven loco, y esos tacones estilizaban sus piernas, una parte más de su cuerpo que me hacía perder la razón.

-Te ves preciosa mi amor- le extiendo la mano para ayudarla a bajar con más facilidad de la escalera, ella la toma.

-Muchas gracias cariño, tu estas guapísimo- le doy un beso corto para después irnos al lugar que junto a David había preparado.

Carol y David se despidieron de nosotros antes de irnos. En el camino no dejábamos de lanzarnos miraditas, entre nerviosismo, romanticismo y erotismo, esta noche sin lugar a duda promete. Unos minutos antes de llegar le he pedido a Mónica que cubra sus ojos con una antifaz negro que había colocado antes en la guantera, y eso hizo.

-Esto me pone nerviosa- musita una vez se los puso.

-No te preocupes que te encantara- le tomo la mano.

Cuando por fin llegamos me bajo del auto para rodearlo y llegar hasta su puerta, la ayudo a bajar ya que no puede ver con el antifaz. Nos adentramos al lugar y al pasar al maravilloso jardín le quito el antifaz sin previo aviso.

-Sorpresa cariño- tiene los ojos como platos.

-Óscar esto es una maravilla- el lugar estaba alumbrado con pequeñas lamparillas, y en la entrada de un laberinto de flores, marcaban el camino pétalos de rosas rojas.

-A ver, ven conmigo- la tomo de la mano y le pido que siga el camino de pétalos, yo la sigo.

El camino de pétalos termina justo en el centro del laberinto, donde hay una mesa redonda y dos sillas, decorada con un mantel blanco, velas, más flores y la comida cubierta por campanas plateadas.

-¿Te gusta?- le pregunto tomándola por la cintura.

-Esto me encanta mi amor, es lo más lindo que alguien ha hecho por mí- se lanza a mis brazos y me besa con emoción, yo le correspondo totalmente- Te amo- dice entre el beso.

-Y yo te amo a ti- ambos terminamos con la respiración un tanto acelerada por el maravilloso beso.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora