Pasiones Encontradas I

Capítulo 38: Llamada inesperada.

Después de la maravillosa noche que habían pasado Mónica y Óscar deciden desayunar con los demás fuera en una cafetería que les recomendó Eduardo. Ya en la mesa comiendo y conversando Mónica y Óscar no se dejan de mirar y reír pícaramente.

-Veo que la pasaron muy bien en su nueva casa- dice Carol alzando las cejas de forma chistosa.

-La verdad es que si, todo es tan silencioso que se duerme muy bien- dice Óscar con una risita nerviosa.

-Si claro…- David suelta una carcajada- Tranquilo que no pedimos detalles- todos se ríen al escuchar eso.

Mónica se levanta de la mesa diciendo que iba al baño un momento, al salir del mismo se tropezó con un joven de unos 20 años aproximadamente.

-Disculpe señora- le dice el joven apenado.

Era bastante guapo, cabello rubio oscuro, ojos color miel, piel blanca, alto y corpulento, Mónica se da cuenta que lo está observando mucho y el pobre chico tiene cara de “¿Y a esta que le pasa?”.

-¿Se encuentra bien?- le pregunta el joven.

-Si si, no te preocupes- Mónica responde de inmediato.

-Bueno discúlpeme otra vez por el tropezón- parece bastante tímido.

-Vale tranquilo, hasta luego- responde amable.

-Hasta luego.- él esboza una sonrisa dejando ver sus perfectos diente blancos.

Mónica le responde con otra sonrisa para luego regresar a la mesa con Óscar y los demás, le deposita un tierno beso a Óscar al sentarse.

-No se pongan pastelazos en frente de nosotros- dice Eduardo de forma chistosa haciéndolos reír.

-¿Qué les parece si aprovechamos el día para ir a esquiar?- propone Carol-

-Mujer pero si estamos en verano-responde David con el ceño fruncido.

-Sí, pero ayer estuve viendo en internet sitios para visitar aquí en Pereslavl y conseguí un sitio donde puedes esquiar en cualquier época del año, al parecer utilizan nieve falsa o algo así- explica Carol.

-A mi me parece buena idea- dice Mónica.

Decidieron ir después de desayunar al sitio que había mencionado Carol, pero para su sorpresa estaba cerrado.

-¿Y ahora qué?- pregunta Óscar.

-Tal vez deberíamos ir a conocer mejor el pueblo- dice David.

El sonido del móvil de Carol los saca de la conversación.

-¿Quién habla?- contesta Carol

-Cuñadita, ¿Qué tal están?- es Isabella.

-Déjanos en paz, bruja- responde Carol cabreada.

-Primero cuéntame, ¿Dónde están? Me gustaría pasar vacaciones con ustedes también.- es tan depreciable escucharla.

-¡No es tu problema!- Carol cuelga la llamada.

-¿Pero qué pasa?- pregunta David.

-Era Isabella- menciona Carol.

A todos les cambia el gesto de la cara a sorpresa, enojo, miedo.