Capítulo 61: Noche Mágica 2/2(+18)

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Mónica al escuchar eso sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, algo dentro de ella se incendio de manera excitante. Mientras Óscar seguía besándola ella se monto a horcajadas en él rodeando su cintura con las piernas, él le termina de quitar el albornoz mientras ella besa su cuello.

-Te amo- le susurra Mónica al oído.

-Y yo te amo a ti cariño- le responde tomando su cintura.

Mónica le da un leve empujón para que quede completamente acostado mientras ella empieza a besarlo de nuevo. Óscar pasaba sus manos por la espalda de Mónica, luego bajaba a las nalgas, acariciaba los muslos y así volvía a la espalda.

Ella empezó a bajar hasta el cuello dejando besos húmedos en el, luego por el pecho, y poco a poco bajo hasta el abdomen donde de un tirón se deshacía de los pantalones y bóxer de Óscar dejándolo totalmente desnudo.

Cuando el miembro de Óscar salto a la vista Mónica se lamió los labios de forma traviesa y con sus manos lo tomo haciendo gruñir a Óscar. Empezó a practicarle una felación, la verdad es que le encantaba tenerlo loco de placer así que quiso torturarlo un poco, primero empezó a dar pequeños besos en la punta, luego lamia como si de una paleta se tratase, Óscar ya estaba tan excitado que tenia las mano en forma de puño mientras apretaba la sabana y mordía sus labios para contener los fuertes gruñidos.

Mónica se dio cuenta que solo faltaba algo para que se corriese, y lo hizo, se introdujo él miembro de Óscar en la boca practicando una felación por completo. El labial rojo que llevaba ella ya había desaparecido, hizo unos cuantos movimientos de arriba abajo los cuales fueron suficientes como lo predijo antes para que Óscar se corriese por completo.

De manera sensual limpio sus labios con sus dedos para luego acercarse a Óscar y unirse en un beso nuevamente. Él la sujeto del trasero y la volteo colocándose sobre ella de nuevo y retirándole la tanga que aun llevaba.

-Eres maravillosa- le dice Óscar mientras observa detalladamente.

-Ya no me veas tanto que me sonrojo- responde ella, pero ya era muy tarde, sentía sus mejillas arder.

Óscar sonríe y la besa tiernamente, con delicadeza separa sus piernas para así entrar en ella con más facilidad. Cuando por fin se convierten en uno ambos gimen al unisonó, de un nivel lento y suave suben a otro más rápido y salvaje que sin duda era el favorito de este par.

Entre gemidos y respiración acelerada por el movimiento Mónica pedía mas mientras arañaba la espalda de Óscar y sentía que perdía el conocimiento de tanto placer que inundaba su cuerpo. Óscar por su parte sin decepcionarla la escucho y le dio lo que pedía, ambos parecían bestias que no parecían saciarse.

En aquella casa bajo la luz de la luna y entre esas sabanas blancas solo se escuchaban las respiraciones y gemidos de ambos, mas el choque de sus cuerpos. Sin duda, para ellos era una noche mágica llena de erotismo, pasión y sobre todo muchísimo amor.

Ambos tenían una temperatura elevada en sus cuerpos, a pesar del frío de la noche rodaban gotas de sudor por la espalda de ambos, Sin descanso alguno seguían en su placentera actividad llegando al orgasmo una y otra vez y solo dejando paso libre a la pasión que esa noche prometía.

Después de una larga noche sin parar de disfrutar uno del otro al fin caen rendidos por el sueño, abrazados y aun conservando su desnudez, solo se cubren con la fina sábana blanca que les acompañaba.

Esa noche conservaba algo especial, no había sido como las anteriores, esa era especial, había sido como una promesa que sus cuerpos se hicieron mutuamente de no separarse jamás, de protegerse y amarse por el resto de sus días.

Pasiones Encontradas I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora