Los presentes se tensaron, sus miradas chocaron buscando palabras convincentes.
— ¿Quién es? — volví a preguntar toscamente.
— Por favor Lenahi, es mejor que no lo sepas, —susurro Jin sin desviar la mirada de Jungkook.
El más pequeño intercalaba mirada entre los dos confundido.
— ¿Es Jimin?— volví a interrogar esta vez desesperada.
— Lenahi, no los presiones, ellos no saben quién es, nosotros tampoco lo sabemos, —objetó Namjoon desde el marco de la puerta.
Me puse de pie tomando una pose desafiante.
— ¿Cómo que no saben?
— En los últimos días hemos recibido cartas con amenazas, pero no sabemos de quién puede ser, no tenemos enemigos.
— Lamentamos no habértelo dicho, no queríamos preocuparte, —añadió Mika posando al lado de Namjoon.
— ¿Y yo qué?— rabió Jungkook—. También me lo han ocultado.
— Tu hermano tampoco quiere involucrarte, lo importante es que estén bien y a salvo.
— Ella no es una prisionera, y yo menos.
Jin levantó la mirada y observó con cierto deje de decepción a Namjoon.
¿Aún me ocultan algo?
— Jungkook tienes que entenderlo, —plantó Namjoon con el entrecejo fruncido.
— Yo sé cuidarme solo, no soy como ella.
Las miradas acusatorias se posaron en Jungkook rápidamente, desvíe mi mirada al piso avergonzada. Él más joven se puso de pie y salió de la cocina echando humo, Seokjin lo siguió pocos segundos después.
— Yo puedo cuidarme sola, no necesito a alguien detrás de mí todo el tiempo, —bramé.
Me levanté de la mesa y fui a pasos rápidos hasta la habitación, cerré la puerta con pestillo y me lancé de frente a la cama. Era definitivo, tenía que salir de allí, apenas conocía a Mika y Namjoon, ellos no tenía el poder de decidir por mí, yo soy adulta y sé cómo sobrevivir.
El sol se ocultó después de unas largas horas de espera, ningún sujeto se atrevió a golpear la puerta y agradecí infinitamente por eso. En un bolso color rosa guardé la poca prenda que tenía, con sumo cuidado salí de la habitación mirando por todos lados asegurándome de que nadie estuviese presente y me pillase. Como si los peldaños fueran de un cristal muy ligero baje con sumo cuidado, cuando iba a abrir la puerta principal una mano me detuvo.
— ¿Adónde crees que vas?
Mi cuerpo comenzó a temblar del miedo.
— Déjame ir.
— Toma, esto te servirá, —depositó un sobre color marrón sobre mis manos—. Eres libre.
— Gracias. — dije vacilando.
Jungkook abrió la puerta y me empujo fuera de la casa.
— Buena suerte.
Mis piernas se guiaron solas, aspiré fuertemente y mi vista se nubló inevitablemente, sentía el aire frío llenar mis pulmones, estaba tan extasiada, todo parecía nuevo para mí, las luces que iluminaban las calles, los coches, todo. El doctor siempre me decía que el exterior era muy malo para mí, que podía llegar a morir si divagaba sola, porque era vulnerable y eso es lo que justamente hacía ahora.
Mi boca estaba curvada hacia arriba, solté un chillido emocionada, al fin podía comenzar con la búsqueda de Jimin, al fin iba a encontrarlo. Algunos transeúntes se detenían a observarme con cierto temor y repulsión, lo mejor que pude hacer fue ignorarlos y seguir admirando el luminoso paisaje. No tenía nada más que mis prendas de vestir, en cualquier momento mi estómago rugiría por algo de comer, tenía que apresurarme.
Seguí vagando por las calles hasta encontrar una casa bastante peculiar, tenía muchas luces alrededor y varios coches aparcados alrededor del mismo, no entendía lo que decía el cartel con luces rojas, pero supuse que ahí dentro había algo divertido al ver como las personas salían riéndose a carcajadas. Tragué saliva y me adentré al local, habían muchas personas moviendo su cuerpo al son de la música que sonaba. Me costaba respirar, pero aguantaría, quizás podía encontrar a Jimin aquí.
Algo me decía que la persona a la que tanto temían Namjoon y Mika era Jimin, no podía ser otra persona, porque cada vez que preguntaba sobre él todos se ponían tensos y no sabían cómo contestarme.
— ¡Ey!
Mi corazón latió con fuerza al sentir una mano sobre mi hombro, giré mi cabeza hacia donde provenía la voz y me encontré con un chico bastante blanco.
— ¿Quién eres? — pregunté asustada.
El chico sonrió y un hoyuelo se marcó en su mejilla.
— Soy Jang Issing*, chino, último año de psicología, 25 años, ¿algo más? —contestó con una media sonrisa.
Tragué saliva y quise soltarme de su agarre para seguir caminando, pero su mano se aferró con más fuerza en mi hombro.
— Por favor, dime tú nombre, no soy una mala persona. — pidió.
En mi mente llegó el recuerdo en que Namjoon hablaba de tener una nueva identidad, ¿para qué si a mi me gustaba mi nombre? Pero solo por estaba vez mentiría, ya que las mentiras son muy malas.
— Me llamo Haesoo.
Su sonrisa se ensanchó al oír mí supuesto nombre.
— ¿Te había visto antes?— preguntó con los ojos entrecerrados.
Volví a tragar saliva, no tenía ni la mínima idea de quién era este tipo.
— Jamás te había visto, estás confundiéndome con otra persona.
— Tienes razón, —tendió su mano hacia mi dirección—. ¿te gustaría acompañarme?
🏮
*Nombre coreano del integrante de EXO Lay (Zhang Yixing)—

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Anormal
FanfictionLuego de escapar, Lenahi tiene como meta ser la chica de antes, aunque con varias espinas más dentro de su ser que aún le siguen rasgando con cada paso que da. Ella quiere morir, pero él quiere ser su vida. |Prohibido la copia o adaptación| [Continu...