V E I N T I T R É S

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Unas enormes ganas de golpear el rostro de Jungkook me asaltaron, mis puños se apretaron con fuerza anticipando la acción.

- ¿Por qué actúas así conmigo?

Su rostro se arrugó en una mueca.

- ¿Por qué actúas de manera inocente todo el tiempo? ¿Por qué no puedes hacer las cosas por ti misma?

- ¡Tú no me conoces! – exploté. - ¿¡Qué quieres que haga!? ¡Estoy esperando un hijo! ¿¡Cómo quieres que solo piense en mí misma!? Y ni se te ocurra hablar con Jimin, porque juro que no mediré las consecuencias.

La risa de Jungkook me descolocó totalmente, sacando mi poca paciencia por la ventana.

- Yo no voy a seguir tus órdenes, noona. – canturreó burlón.

Mis ojos se cristalizaron, mi pequeño bebé se movió inquieto, mi cuerpo se sacudió por los pequeños sollozos que mi garganta no fue capaz de ahogar. Unas fuertes manos se instalaron sobre mi hombro.

- No hagas caso a Jungkook, siempre dice cosas, pero no las cumple, es una manía suya.

- Yo no quiero hablar nada con nadie.

- No tienes que hacerlo.

- Yo solo quería paz, quería dejar de pensar en cosas innecesarias.

- Mañana volveremos a Corea, me siento muy apenado por la actitud de mi hermano. Por favor discúlpalo.

- No quiero que te vayas. – musité entre sollozos ignorando sus anteriores palabras.

- Es necesario, hemos quebrantad tu paz, no pensé que Jungkook seguiría tan mordaz.

- Abrázame por favor.

Las manos de Namjoon me acogieron, cerré mis ojos disfrutando el cálido contacto.

🌸

Jungkook sostenía el móvil ajeno con una de sus manos temblorosas, con la otra apuntaba rápidamente el número que aparecía en la pantalla.
Estaba decidido en hacer la llamada, pero no sería hoy.

🌸


Al día siguiente, como había dicho Namjoon todos se fueron, menos Mika. Ella se negó rotundamente en irse de mí lado, se aferró al marco de la puerta gritando que nadie la necesitaría en Corea y que ella estaba muy feliz estando aquí.
No tuvieron otra opción que aceptar su opinión, se despidieron y se marcharon con la ayuda de uno de nuestros vecinos que tenía coche. Jungkook no me dirigió ninguna palabra ni mirada, solo se mantuvo en silencio.
Al quedar a solas, los tres comenzamos a preparar el almuerzo, aunque a los pocos minutos me obligaron a tomar asiento.

-No puedes estar tanto tiempo en pie.

-Por favor, Yifan.

-Hacen una bonita pareja. – musitó mi amiga con una mueca en los labios.

Unas enormes carcajadas inundaron la cocina.

-Tengo mucho más pinta de ser su hermano mayor que su pareja.

-Uhm. – contesté murmurando una afirmación.

-Entonces…¿es verdad que el amigo de Jimin fue tu…?

Su repentina pregunta me sorprendió hasta a mí. Decir que el rostro de Yifan decayó es decir poco, literalmente se dibujó el sentimiento de desolación en cada una de sus células.

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