El camarero sonriente volvió con nuestro pedido, lo dejó sobre la mesa con sumo cuidado, antes de irse nos dedicó algunas palabras que no pude entender hasta que Chrystal lo tradujo para mí. Luego de terminar de comer casi salimos rodando del adorable local, todo estaba muy delicioso, quisiera volver con Jimin algún día.
Chrystal tomó mi mano y me llevó a rastras hasta lo que ella llamaba centro comercial. Recorrimos varias tiendas, todo lo que sus ojos catalogaban como bello se lo probaba, en la tercera tienda ya teníamos como seis bolsas. Mis piernas ya no iban a soportar por mucho tiempo, así que le supliqué regresar a la casa, también el temor de que Jimin se enojará conmigo me carcomía por dentro.- Antes de regresar hay que tomar un helado. – pidió con un morrito en los labios. – No seas aguafiestas.
- No creo que sea buena idea.
- La heladería está fuera del centro comercial, de allí podemos tomar un taxi.
Rendida asentí con la cabeza y volví a ser arrastrada. Compró dos conos de helado y tomamos asiento en una de las mesas vacías, el viento sopló fuerte creando un nido en mi cabello, la heladería era al aire libre, sus mesas y sillas de madera roble.
- Tenemos que repetir este día, ha sido muy divertido.
- No creo que sea una buena idea salir de la casa sin el consentimiento de Jimin.
Chrystal arrugó el rostro viéndose molesta. – ¿Acaso es tú padre?
Mi corazón se arrugó, yo solo no quería ser grosera con él.
- No, no lo es.
- ¿Entonces? – soltó un suspiro frustrada. – Tienes que ser consciente que no te quedarás con él por tu vida, algún día tendrás que salir de su departamento y tener el tuyo propio, Jimin te está haciendo un favor al recibirte.
Sus palabras no hacen más que sentirme el doble de miserable. Soy un estorbo y muy pronto Jimin se aburrirá de mí.
El chirrido de unos neumáticos nos alarmó, levantamos la mirada al mismo tiempo y nos encontramos con una camioneta negra, mi mano comenzó a sudar, llevé mi mirada a Chrystal buscando respuesta, mas ella sonreía como si estuviese presenciando uno de los mejores actos del mundo. Desconcertada vi como la puerta del copiloto se abría y descendía Jimin de allí, su semblante estaba rígido como el acero, caminó a pasos agigantados hacia mi acompañante.
- ¿Quién rayos te crees?
- Oh, hola Jimin, estoy bien, ¿tú cómo estás? – ironizó.
- Contesta a mi respuesta. – bramó. – Haesoo sube a la camioneta ahora. – añadió hacia mí.
- No dejes que te domine, Haesoo, él no tiene el derecho de hacerlo.
Me puse de pie rápidamente ignorando los gruñidos y regaños por parte de Chrystal, caminé hasta la camioneta y subí a la parte trasera, cerré la puerta sintiéndome la peor escoria del mundo solo por haber oído el tono que utilizaba Jimin. A través del cristal podía observar claramente que estaban discutiendo.
- Es mejor si aparta la mirada, al señor Park no le gustará enterarse que lo estuvo espiando.
La voz sobresaltó mis pensamientos, llevé mi mirada al frente y sentí mi corazón helarse al ver a Issing allí.
- Veo que estás muy contenta de verme. – bromeó.
- ¿Issing? ¿Cómo...? – no me atrevía a terminar la frase.
- Tengo el poder de tele transportación.
- Issing.
- Vale, vale. Jimin me ofreció el trabajo de ser su chófer, así que aquí me ves. - murmuró sin mucha importancia.
- Yo no quise hacerlo enojar. – murmuré arrepentida.
Issing soltó un silbido, para luego sonreír.
- Créeme que lo sé.
La puerta a mi lado se abrió bruscamente sobresaltando mis sentidos, Jimin tomó asiento al lado de mí con el rostro tenso.
- Llévanos a casa, Issing.
El nombrado asintió con la cabeza en silencio encendiendo el motor. Mis manos comenzaron a sudar presa del temor, ¿Jimin no me iba a abandonar? No era capaz de hacerlo, ¿no?
- No quiero que vuelva a suceder esto.
Mi corazón saltó dolido, torpemente asentí con la cabeza.
- No quiero verte cerca de esa mujer. – añadió.
- Chrystal es buena persona conmigo. – logré pronunciar con la voz quebrada.
- ¿Acaso te lo he preguntado? – bramó. - ¿Se te olvida que ahora vives conmigo y que si te sucede algo jamás me lo perdonaría?
Oculté mi rostro con mis manos tambaleantes, todo era mi culpa, no debí ceder a la petición de Chrystal, por su culpa ahora Jimin estaba enojado conmigo. Un pequeño sollozo se oyó por todo el coche y le siguieron otros más ruidosos. Unos brazos me acobijaron con calidez.
- Apresúrate, Issing. – exigió.
- 0 -
- Es imposible que ellos se conozcan, solo estás perdiendo el tiempo allí.
- Por varios años he estado investigándola, tú lo sabes, por favor no sigas insistiendo.
- ¡Estás loco! ¡Tuvimos que atrasar nuestra boda todo por esa loca! - estalló su prometida al otro lado de la línea.
- No tengo otra opción. - se excusó sin muchos detalles.
- Lo único que voy a pedirte es que vuelvas rápidamente a China. - gruñó tal cual como un animal salvaje.
- Lo intentaré.

ESTÁS LEYENDO
Anormal
FanfictionLuego de escapar, Lenahi tiene como meta ser la chica de antes, aunque con varias espinas más dentro de su ser que aún le siguen rasgando con cada paso que da. Ella quiere morir, pero él quiere ser su vida. |Prohibido la copia o adaptación| [Continu...