Anormal

D I E C I O C H O

El psiquiatra formó una mueca con sus labios al ver la delgada y escualida figura a unos metros de distancia, sostenía un cigarro entre sus dedos mientras le daba una calada.

- Aun no dejas ese vicio mortal.

- No te interesa.

- Tienes razón. - objetó. - Necesito saber donde está la chica. - decidió ir al punto.

La sonrisa torcida que le ofreció el contrario le revolvió las entrañas.

- Lamento decirte que el hermano menos cuerdo se la llevó. 

El terror en se expandió por todo su rostro.

- ¡Sabes que ella está mentalmente inestable!

- ¡Por favor Yifan! Park me confesó que ella tenía una relación oculta con su hermano mientras ellos eran novios, además no vaciló ni un segundo en seguir a Min.

- Si Park sabía eso, ¿por qué la secuestro de la clínica?

La sonrisa de Issing se ensanchó. – Venganza, ¿por qué más? – pausó sus palabras por unos segundos antes de proseguir. – Park Jimin, el de expediente intachable antes de conocer a Park Lenahi.

- ¿Qué tipo de venganza? – se interesó el psiquiatra.

- Jesús, Yifan, ¿piensas que soy el comodín mágico del juego?

El mencionado apretó los dientes, acercándose más al sicario.

- Necesito salvar a Lenahi de esos locos, por favor, necesito tu ayuda.

- ¿Por qué tanto interés en ella? ¿No te ibas a casar? – contraatacó.

- Yo le juré a su madre protegerla y pienso cumplirlo.

- ¿Incluso si tienes que morir?

El largo silencio bastó para Issing comprender el significado.

- Oh, que celoso estoy de ella, apuesto que tu prometida y yo sentimos lo mismo.

-°-

Mi cabeza me palpitaba fuertemente en algunos segundos, las imágenes en donde aparecían Namjoon y Mika se reproducían como un vídeo a una velocidad anormal. Yoongi estaba sentando al frente mío con la cabeza entre sus manos observando al piso con la mirada perdida en sus pensamientos. El día anterior habíamos llegado a una pequeña casa.

- Vamos a casarnos. – murmuró de repente.

- ¿Uhm?

- Vamos a casarnos y desaparecer de este lugar, no puedo seguir con la paranoia de que algún día volverás a desaparecer de mis brazos.

- Yo solo quiero tener una vida normal.

La risa de Yoongi retumbó en mi cabeza como un taladro.

- Ese concepto ya no puede emplearse en tu vida.

Mis pies rebotaron colocándome de pie. – Estoy segura que si puedo, Namjoon y Mika me ayudarán.

- ¿Ayudarte? A estas alturas no lo creo posible, te desapareciste de su casa como si nada, como si no te importara sus sentimientos.

- Y-yo, yo no me encontraba bien en ese entonces.

- No vas a ir a ninguna parte, ¿entiendes eso?

- Yo no voy a casarme, el doctor dijo que las personas se casaban porque se amaban y estaban dispuestas. Yo no estoy segura si te amo.

Pronto sentí unas manos rodear mis muñecas.

- ¿Quieres que esto sea como en el pasado? ¿Aún no entiendes que tu opinión no vale conmigo?

Sus ojos observan todo dentro de mí, desvié la mirada aflojando mis brazos dejando caerlos a mis costados. Sus manos cambiaron de posición a mis mejillas, sus dedos ásperos acariciaron mi labio inferior, delineándolo.

- Yo quiero hacerte feliz, Jimin nunca podrá ser capaz de hacerlo. Él solo es un insípido obstáculo para nosotros.

El rostro de Yoongi se distorsionó por completo ante mis ojos, el piso comenzó a bailar debajo de mis pies, unas cuantas arcadas bastó para que fuese corriendo al baño a depositar toda la comida que había consumido, a los pocos segundos sentí una mano recogiendo todo mi cabello.

- ¿Estás mejor?

Sacudí mi cabeza negando.

- ¿Qué sientes?

- Todo se mueve. – dije balbuceando.

-°-

- Si no vas a ayudarme en esto, ¿por qué me traes aquí?

- No sigas con tu búsqueda.

Yifan enarcó una ceja incrédulo.

- ¿Qué estás tratando de decirme?

Issing tragó saliva antes de contestar. – Si no dejas de ser un estorbo voy a tener que matarte.

- Lo haces todo por dinero, no te importa nada, ¿no es así? Ya no queda ni un poco de humanidad dentro de ti.

- Siempre he sido así, otra cosa muy distinta es que tú te hayas pintado a un Yixing inexistente.

El sicario dio una última mirada al psiquiatra y salió de allí a pasos rápidos, tomó su móvil y marcó el número de su amigo.

- Issing.

- Ya está.

- Muchas gracias, sé que fue difícil hacerlo. - se oyó del otro lado con cierto tono comprensivo.

- Es mi trabajo. ¿Qué es lo siguiente Park?

- Por ahora nada, muy pronto verás que las cosas ocurrirán por sí solas y nos hará el trabajo más fácil.

Issing formó una mueca con sus labios por primera vez sintiendo una picazón en su pecho.

- Jimin, sé que nunca te he cuestionado nada porque soy solo uno más de tus peones, pero un hijo no es un obsequio de navidad que se le entrega a cualquiera.

- Issing, el dolor de la traición ni un hijo puede curarlo, tú más que nadie lo sabes, también lo has vivido gracias al psiquiatra.

⏮⏸⏭

"Del odio al amor hay un solo paso, del amor al odio hay medio paso."