E P Í L O G O

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El pasado siempre deja huella, fingir y sonreír, así sobrevivimos algunos, otros recuerdan y sonríen con una lágrima vacilante en la comisura del ojo.
Somos tan frágiles, tan indirectamente dependientes de los demás. Necesitas de otro para salir del abismo que te absorbe hasta estirpar toda consciencia.

Yoongi se sujetó a mi con fuerza, como si fuera su único suelo, y yo no podía hacer más que ayudarlo, caer sonaba tentador, sin embargo no me rendí hasta que los dos comprendimos el valor de la culpa y el perdón.

El primer día en que se mudaron a un departamento -cerca del mío- regresaron en medio de la noche, los pequeños tenían los ojos llorosos, sonrieron al verme y se abalanzaron  contra mí.

- Te extrañaron.

- Pequeños. - murmuré junto a una pequeña sonrisa, acaricié cada cabecita con dulzura.

Desde ese día suelen venir a dormir a mi departamento dos días a la semana. Con Yoongi, nuestra relación se va armando poco a poco, no queremos apresurarnos, pero hay veces que no podemos evitar la necesidad que sentimos por el otro y caemos olvidando el término "apresurado".

Namjoon ha estado investigando sobre la adopción, desde que los mellizos han llegado a su vida no deja de observarlos con ojos anhelantes, junto a su novio, Seokjin. Aunque el primer requisito para eso es el matrimonio, piensan arriesgarse. Mika no está de acuerdo, pero se contiene a hacer sus comentarios porque sabe que Seokjin puede ser doloroso como la lava.

- Creo que Yifan está embarazado.

- Deja de decir estupideces.

Issing sonreía con su típica sonrisa burlona, con los brazos cruzados sobre su pecho mientras escaneaba con sus ojos al doctor.
Desde el día en que Issing habló sobre el supuesto embarazo de Yifan, no he parado de burlarme de él, porque tenía síntomas muy parecidos, aunque lógicamente un hombre era incapaz de poder concebir.

- Van a traumar a mis sobrinos, alejénse de ellos. - gruñó Yoongi tapando los oídos de Kwansook.

- He escuchado que un hombre dio a luz.

- No es posible. - el doctor rodó los ojos bufando. - Es ilógico.

La relación entre ellos dos se notaba a kilómetros, siempre se han amado, pero Yifan se negaba, una historia algo parecida a la mía.

Por otra parte, los compañeros de trabajo de Namjoon -junto con ellos, Jungkook- se han mantenido lejos de él y todo lo que tenga que ver con Yoongi por mantener la imagen.

Los pequeños jugaban en la pequeña plaza, en nuestro vecindario, casi todos los días íbamos a tomar un poco de aire fresco.

- ¿Cuándo vamos a casarnos?

- Los requisitos son tener al menos veinte citas y apenas vamos por la primera. - hablé con cierto tono burlón.

Chasqueó la lengua disgustado, recostó su cabeza sobre mi hombro y entrelazó su mano con la mía.

- No vas a dejarme, ¿verdad? - susurró con su voz rasposa.

- No lo haré.

- Te amo.

- Mucho más.

🏮

Luego de unos meses, con un sobrino nuevo y juguetes por todas partes en mi departamento decidí dar el siguiente paso. Estaba con un nudo en el estómago que casi me quitaba la respiración, era aterrador.

- Todo saldrá bien Haesoo.

- Ojalá. - murmuré demostrando lo insegura que me encontraba en ese momento.

- Estoy seguro que aceptará.

- Gracias Issing.

- De nada. - respondió sonriendo mientras alzaba su pulgar arriba, dio media vuelta y me dejó sola en el departamento.

Ya todo estaba listo, sólo faltaba él, solo faltaba minutos para que saliese del trabajo. Estaba que moría de los nervios, ya estaba a punto de desgarrar cada fibra de mi cabello.

- ¿Lenahi?

Su voz recorrió todo mi sistema entrando en alerta, sus pasos se acercaban, letargicos, lentos. Al llegar al comedor cruzamos la mirada, observó asombrado a su alrededor y sonrió al ver la mesa impecablemente prolífica como Issing lo había hecho.

- ¿Es nuestro mes-aniversario?

Negué con la cabeza sonriendo entre nervios, con un ademán le señalé que tomara asiento.

- Si no es un mes- aniversario, ¿entonces qué celebramos? - volvió a preguntar.

- Que estamos juntos. - opté por decir.

Cenamos entre pequeñas oraciones porque a ninguno de los dos nos gustaba hablar mientras comíamos. Al terminar de cenar fui a la cocina por el postre, mordí mi labio al ver como la pequeña piedra brillaba entre las bolas de helado.
Volví con las piernas de gelatina, le entregué el postre, agaché mi cabeza para evitar la curiosidad y hacer que me descubriera.
Un leve gemido me alarmó, levanté la cabeza y lo encontré con el anillo entre sus dedos robando todo mi ser con su mirada acuosa.

- ¿Me estás pidiendo que me case contigo?

Asentí con la cabeza varias veces. Tapó su rostro avergonzado, sus mejillas estaban rojas y yo no podía evitar avergonzarme junto con él.

- Acepto casarme contigo, Lenahi.

Me puse de pie y me arrojé en sus brazos, abrazando todo lo que mis brazos podían.

- Ya no hay opción de vuelta atrás, ya eres mío.

- Siempre lo fui. - susurró.

Reí suavemente sintiendo el calor del sonrojo en mis mejillas, le di un pequeño beso en su mejilla y cerré los ojos para disfrutar mejor de su cercanía.

- Tienes que colocarme el anillo.

Abrí mis ojos lentamente, tomé el objeto resplandeciente junto con su mano izquierda y lo deslicé con cuidado a su dedo anular.

- Ahora estoy oficialmente casado.

Fin.

Muchas gracias por llegar hasta aquí, por leer mis locas ocurrencias. Muchas gracias por todo. 😄

Cerwess





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