Anormal

T R E I N T A Y S E I S

Issing supo que sus dotes de actuación no fallaron cuando el rostro de Lenahi se desmoronó delante suyo. El plan de Min no sonaba tan descabellado como lo fue el día anterior, quería hacer algo bueno en su vida por alguien que no tenía nada que ver en todo este maldito lío; el segundo hijo de Jimin.

Aunque el estado mental de Yoongi le preocupaba repentinamente, ¿y si le contagiaba la locura al bebé?

Sacudió levemente su cabeza para sacar esos pensamientos tontos de su cabeza, no había vuelta atrás, ya había recibido el dinero y ahora debía cumplir con su parte.

- ¿Qué? - susurró la chica delante suyo  aún perturbada por sus palabras.

- ¿Es cierto?

- No te metas, enano, aún no. - advirtió al hombre que se colocó enfrente suyo. Abrazó a Yifan aprovechando la oportunidad. - Sé que es repentino todo, pero como estoy a cargo de cuidar a Chrystal me he enterado a base de una carta que dejó en su habitación que huyó con tu lindo osito polar.

- ¿Por qué me lo dices?

Issing frunció las cejas divertido notando el rostro sonrojado de Yifan y apenas prestando atención a la chica que sonaba cada vez más desesperada.

- Por si te extraña que deje de frecuentar la casita de los enanitos.- soltó un suspiro y dejó un beso fugaz en los labios de Yifan alejándose rápidamente. - Muy bien, mi toque de queda ya comenzó, me retiro.

Dio media vuelta listo para tomar su móvil y llamar a su socio, pero un fuerte grito con una mano en su antebrazo lo detuvieron.

- ¡Espera!

- El viento corre como las nubes, solo cinco minutos.

Ladeó severamente su rostro para toparse con Lenahi.

- Chrystal quería entregarme a su hijo hace unos días y tú vienes hoy a decir que huyó con Min, creo que corren peligro.

Issing ladeó una sonrisa, posando su vista a todos los pares de ojos que lo observaban fijamente, esperando minuciosamente sus palabras.

- No debería sorprenderte, la bipolaridad que nos rodea es sorprendente.

- Issing, estoy hablando enserio.

- Yo también lo hago y no entiendo porqué te preocupas si le habías dicho a Yoongi que te dejara en paz. Ya lo obtuviste, ahora sonríe.

- ¿Cómo sa...-

Interrumpió con suma velocidad porque fue muy tarde para detener a su lengua cuando soltó información de más.

Levantó su dedo apuntando despectivamente hacia Mika.- ¡Y tú! Ni se te ocurra volver a pisar la clínica.

- ¡Issing!

- ¿¡Qué!? Solo protejo lo que es mío.

💐

Lo más lógico sería que me encontrara feliz por la desaparición de Yoongi junto a Chrystal, pero mi pecho palpitaba de preocupación. Ni siquiera pude preguntar a Issing cómo sucedieron las cosas específicamente porque salió disparado del departamento. Había tantos cabos sueltos en mi cabeza.
Me había prometido que nunca me dejaría y no lo cumplió, ¿por qué no estoy feliz?

¿Será que al final de todo en verdad estoy enamorada de Yoongi?

Pero, el verlo me hace sufrir. Su tacto era tan cálido que me abrigó en esos días tristes. Sus ojos me arrebataban el alma cada vez que me perdía en ella, eran iguales a los de mi hijo, a los de Hansol.