Capitulo 27: Gran velada (Parte 1)

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Para Alex se podría decir que su vida iba de mal en peor; primero el Señor John trata de recuperarla, pero ella esta sintiendo atracción por Ian, después paso la gran tragedia de Natalie, su mejor amiga había fallecido y ella sabe que nadie podrá suplantar a la que fue su mejor amiga. Por si eso no fuera poco sus padres le habían comentado que posiblemente se divorciarían, no era una gran sorpresa para Alex pues ella a diario escuchaba como peleaban; se podría decir que peleaban todas las noches, una de ellas fue la peor, pues la pelea se volvió tan seria que se escuchaba como se estrellaban jarrones en la pared y muchos golpes que se daban a muebles, ella estaba llorando en su cuarto, hasta que escucho un grito de su madre diciéndole a su esposo que lo odiaba, eso fue lo que la hizo romper en llanto y tomar valor para tomar su mochila de la escuela y poner una muda de ropa, bajo las escaleras haciendo mucho ruido, pues no creía que sus padres la podrían escuchar pues si se trataba de saber quién hacia mas ruidos ellos ganaban, salió de su casa y con éxito, pues sus padres no se dieron cuenta que ella se había escapado, ellos estaban muy ocupados peleando.

Ella se fue corriendo con un destino fijo. No, no iba a la casa de Neyén, su mejor amigo; tampoco a la casa de Ian, su enamorado; y menos a la casa de Leyla, su antigua mejor amiga; su destino era con el Señor John. Ella corría con lagrimas en los ojos y en muchas ocasiones casi la atropellaban ¿le importaba eso? No, ella solo quería huir de sus problemas, de su mala vida, tu vida había cambiado drásticamente, pues de por sí ya era un poco mala empeoro, eso era mucha presión para aquella linda chica, que aunque parezca mala, tiene unos grandes sentimientos, también dice ser muy fuerte, lo eso, pero no tanto, pues huir de tus problemas no es algo que hace la gente fuerte, sino la gente débil.

Cuando estaba en frente de la puerta del Señor John, ella toco tres veces la puerta, nadie abría la puerta, ella empezó a respirar más rápido, pues estaba asustada por esa decisión de escaparse de su casa, volvió a tomar fuerzas y volvió a tocar, pero los mismos resultados. Ella miro abajo muy triste y recordó que en una ocasión el Señor John le había dicho que de vez en cuando era tan descuidado que se le olvida llevarse las llaves de su departamento, que por eso él guardaba un juego de llaves debajo de su tapate de la puerta. Ella esperanzada levanto el tapete esperando que hubiera el juego de llaves del que él había hablado, era verdad, pues las llaves estaban allí, ella busco cuál era la llave que le quedaba a la puerta, cuando la encontró la introdujo, mientras temblaba, pues le daba algo de descaro que alguien entrara así a la casa de otro.

Ella abrió la puerta por completo y solo veía que habían luces encendidas. Ella entro y cerró la puerta, se sentó en el sillón de la sala, mientras esperaba a que apareciera el Señor John, miraba a su alrededor y cuando por fin logro tranquilizarse se dio cuenta que se escuchaba música del baño, al menos ella ya sabía que no le abría porque se estaba bañando. Ella muy paciente se quedo esperando a que él terminara su baño. Cuando se dejo de escuchar la música y la regadera, ella se volvió a poner nerviosa, para ella eso era raro, pues si mas no recuerda ella siempre tuvo una relación con mucha confianza con él, así que pensó que no había por qué ponerse así. Ella estaba con la mirada en la cocina, sin hacer ruido, esperando a que el Señor John saliera.

Ella inhalo aire al ver como el Señor John salía del baño y caminaba hacia el baño, ignorándola, pues él no sabía que ella estaría allí, no debía estar allí para comenzar. El Señor John estaba completamente desnudo, a excepción de la toalla que llevaba en la cadera. Se dirigió a la cocina y tomo una manzana, al momento en que le dio una mordida, Alex se levanto corriendo y lo abrazo mientras lloraba. El Señor John se asusto, pero logro reconocer el calor del cuerpo de la chica a quién él consideraba la mejor de todas. Se giro y la abrazo, después de un rato en silencio él le dijo.

-        Alex ¿qué pasa? – le dijo comprensivo.

-        Larga historia – dijo ella llorando.

-        Tengo todo el tiempo para ti, lo sabes – le sonrió y le beso la frente

La dejo de abrazar y le tomo la mano, después se fueron caminando a la sala y se sentaron a charlar.

-        ¿entonces tus padres se pelean mucho? – le dijo el Señor John después de escuchar la gran charla que le dio Alex.

-        Si – dijo ella muy seca.

-        No es tu culpa, lo sabes.

-        Me siento una idiota – dijo ella.

-        ¿por qué? No lo eres – le dijo él.        

-        Le deje de hablar y ahora vengo a su casa, después de todo lo que le hice – dijo ella cambiando de tema.

-        Eso me hace feliz, bueno, al menos para mí significa que cada que tengas problemas siempre vendrás conmigo, antes que otras personas.

-        No se ilusione, Señor John – dijo ella mirándolo seriamente – pues ya hubiera ido con Natalie, pero bueno… ya sabe… - dijo eso y desvió su mirada.

-        Mírame fijamente y dime la verdad… ¿si Natalie siguiera viva… hubieras ido con ella o conmigo? – le pregunto él.

-        ¿la verdad? – hizo una pausa para pensar su respuesta, luego hablo – hubiera venido con usted.

Él la abrazo y luego le dijo que él sabía que esa era su respuesta.

-        ¿me dejaría pasar aquí la noche? – pregunto ella.

-        Alex, con gusto, pero habría problemas – le dijo él con mucha disculpa.

-        Oh… - dijo ella mientras bajo su mirada

-        Pero – dijo el Señor John mientras se le acerco – tú vales todos los problemas del mundo, puedes quedarte.

-        Gracias – dijo ella mientras le escurrían las lágrimas.

-        Te amo.

-        Señor John… yo también lo amo.

-        Lo sé, aunque lo ocultes, yo sé que me amas, lo mismo pasa conmigo ¿me disculpas? Me iré a cambiar, esto de estar desnudo contigo no me agrada. – dijo riendo.

-        Pero trae una toalla, aunque deja libre su abdomen… Señor John no sabía que usted se ponía en forma – dijo ella seductoramente.

El solo le sonrió y se fue a poner una pijama. Luego regreso y le pregunto a Alex si ella tenía una pijama, ella le dijo que no y el Señor John le prestó una camiseta.

Adolescentes; poderes & problemas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora