Adolescentes; poderes & problemas.

Capitulo 31: Gran velada (Parte 3)

Alex abrió sus ojos, muy asustada, se exalto tanto que en vez de quedar acostada quedo sentada, empezó a respirar muy rápido.

-        ¿qué te pasa, Alex? – le preguntó el Señor John al mismo tiempo que la dejo de abrazar.

-        Tuve una pesadilla… - lo miro y decidió por no contarle que paso y continuo – pero ahora que sé que estas aquí me siento mucho mejor – se le acerco.

-        ¿quieres hablar de eso, Alex? – le preguntó el Señor John muy comprensivo.

-        No es nada, enserio

-        Pero estas sudando – dijo mientras le pasaba la mano por la frente – iré a traerte una toalla, espera aquí – mientras se iba al baño, se sacudía la mano para quitarse el sudor de Alex.

Ella no podía decirle cuál era su pesadilla, aunque fuera el Señor John la persona a la que más confianza le tenía. El Señor John venia de regreso con una toalla para secar manos y se la dio a Alex para que se quitará el sudor que tenía. De verdad que había sudado mucho.

-        Bajaré la temperatura al minisplit, tal vez esta muy alto y da mucho calor – dijo el Señor John mientras tomaba el control y hacia los cambios que dijo que iba a hacer.

-        Deja eso y ven conmigo.

Dijo Alex mientras lo miraba profundamente. Ella no quería que la comprendieran o que la escucharan, ella sólo quería saber que él estaría allí, Alex solo quiere estar al lado de él y nada más. El Señor John asintió con la cabeza y se regreso a dormir, al lado de ella mientras la abrazaba, pero antes de que se pusiera mas cómodo se acerco más para besarla, en todo este tiempo que llevaban enamorados y besándose, nunca se habían dado un beso con tanta pasión, ambos sentían la chisma, la química y la conexión que ellos tenían, era algo maravilloso para los dos, ese beso fue tan perfecto que hizo que Alex se olvidará de sus problemas. Ya no recordaba que sus papas tenían problemas, tampoco que su mejor amiga había muerto, tampoco que tenía un gran dilema entre escoger al Señor John o a Ian. Al parecer la decisión ya era un hecho, el Señor John es su hombre perfecto.

-        John… te amo – le dijo ella sonrojada sin quitarle la mirada de sus ojos.

-        Alex… nunca me habías llamado así – dijo sorprendido.

-        Es que te veía como alguien a quién tenía que respetar, ahora también quiero hacerlo, pero quiero llamarte por tu nombre, tampoco volvería dirigirme a ti como “usted”

-        Alex… no sabes cuánto tiempo espere para que hicieras esto

Dijo eso y la beso con la misma pasión de antes.

De nuevo los ojos de Alex se habían vuelto a abrir, esta vez no estaba alterada abrió sus ojos con sueño, pues estaba sonando la alarma, ella se quiso levantar pero notó que estaba desnuda y sólo se le ocurrió taparse con la sábana. El Señor John no se levantaba seguía dormido a su lado, también desnudo, pues anoche pasó lo que tenía que pasar. Ella empezó a hacer memoria y recordó lo que hicieron en la noche. Ella se empezó a reír en voz baja. Después otra alarma diferente empieza a sonar, a ella le daba pena ir a apagarlas. Se le hizo muy raro que sonaran dos alarmas y aun así no se despertaba el Señor John, hasta que suena una tercera, ella tomo la camiseta del Señor John con la que había dormido, que por cierto estaba tirada en el suelo, se la puso sin abrochársela y camino a apagar la primera alarma, luego la segunda y cuando llego a la tercera sonrió, pues su alarma era un reloj que tenía una parte para que se colocará una foto, el Señor John tenía una foto de Alex, ya cuando la apago, sólo se escuchaba silencio. Al cabo de unos segundos vuelve a sonar otra alarma, ella se asusto y dejo caer la tercera alarma que ella tenía sostenida.