Capitulo 35: La belleza de la mami y el humor del papi harían hijos perfectos
Alex estaba muy apurada, buscaba entre sus cosas, pero no encontraba el trabajo final de filosofía que había hecho la noche anterior.
- ¡aquí lo había dejado!
Decía ella en voz alta, muy enojada. Cuando por fin lo vio, tirado al lado de su escritorio. Lo tomo y lo guardo en su mochila. Después tomo tu suéter rojo favorito… pero algo la detuvo e hizo que el suéter lo dejara en la cama y tomará el que Ian le había regalado, el que antes era de él. Mientras caminaba tomo un pan tostado que su mamá le había preparado.
- Me lo comeré en el camino, mamá – le dijo.
- Alexandra, querida, olvide decirte que tu auto esta en el taller, lo están revisando – desde aquel accidente con Neyén sus padres quedaron que deberían hacer chequeos de todo cada mes – tendrás que irte caminando.
- Ok, adiós.
Mientras ella caminaba a un paso apurado, para que no se le hiciera tarde. Estaba pasando el cartero mexicano que siempre la saludaba y le hablaba en español.
- Alexandra ¡buenos días! – decía él contento.
- Buenos días, Juan, ¿Cómo esta? – le decía ella con naturalidad, y contenta, pues ya extrañaba hablar en español, de hecho ni en su casa hablaban español, todo en inglés era par ella.
- Pues, estoy muy bien, por cierto, mija, me enteré de lo que paso, de tu maestro y todo eso.
- ¡vaya! Pero qué pena, es que estoy enamorada de él, ya sabe amor de adolescentes.
- Pues si, por cierto, aquí hay una carta de su profesor John, namas no diga que yo se la di.
- ¡caray! ¿enserio? Démela – decía ella emocionada.
- Si, aquí tiene – le dijo mientras se la daba – disculpe que se la dé hasta ahora, se la pude haber entregado antes, pero no quería que sus padres la vieran, capaz y ni se la daban.
- Pues mire namas, es cierto, señor Juan, usted es el mejor – le dijo ella contenta.
- Bueno, pues órale, que se le hace tarde, váyase, Daniela – le dijo el cartero.
- Adiós, Juan, que tenga un gran día.
Ella se iba casi corriendo, mientras iba abriendo el sobre. Se detuvo, la carta era otro poema, no lo leyó, pero sabía que era eso en la forma en que estaba escrita “sólo la mitad de una hoja y con parrafitos de 3 y 4 renglones” como pensaba ella. Volvió a guardarla en el sobre y la puso dentro de su mochila, ella decidió leerla en la noche, pues qué tal si la ponía triste, no se la pasaría bien en la escuela con Ian y sus amigos.
Cuando llego a la escuela, apenas estaba abriendo su casillero y llego Ian y la saludo.
- ¡hola, Aldra! ¿cómo estás?
- Bien, Ian ¿y tú? – le pregunto sonriendo
- Bien, llegaste tarde – le dice.
- Si, es que mi auto esta en el taller, nada serio, lo están revisando.
- Ah, qué bueno, oye, me metí en problemas
- ¿de nuevo? ¿ahora qué hiciste?
- Golpee al entrenador – dijo riéndose.
ESTÁS LEYENDO
Adolescentes; poderes & problemas.
Teen FictionEsta historia ya está terminada, pero puedes encontrar la segunda parte con el titulo de "Adolescentes; Poderes & Problemas 2" por si quieren leer la secuela.