Capitulo 28: Gran velada (Parte 2)

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-        ¿le digo algo, Señor John? – le pregunto Alex sonriendo.

-        Adelante – dijo él mientras quitaba el edredón de la cama, preparándola para que Alex se durmiera.

-        Me siento como su novia… ya sabe usando su camiseta y estando en su casa… suena muy infantil, lo sé, pero me hace muy feliz – dijo ella soltando risas.

-        ¿desde cuándo es infantil que te quedes a dormir en casa de alguien que te guste? – pregunto con sarcasmo.

-        Buen punto – dijo ella - ¿dormiremos los dos juntos en su cama?

-        ¡¿Qué?! ¿pero qué dices? – pregunto sorprendido el Señor John – por supuesto que no, tú dormirás en mi cama y yo me iré a dormir en el sofá.

-        ¿qué? ¿no puede dormir conmigo? – dijo ella muy corajuda – no me siento bien pasando la noche en su casa, que yo esté durmiendo en su cama y usted en el sofá.

-        No importa, y deja de insistir, así será – dijo él.

-        Pero… - dijo ella a medias.

-        Alex… - la interrumpió él – de tanto que te quiero, te respetaré, por eso no dormiré contigo, no esta bien.

Ella guardo silencio y asintió con la cabeza. Después de que el Señor John le preparo la cama, se acerco a ella, quedándose de frente, mirándola directamente a los ojos y le dijo en voz baja:

-        Perdón, Alex. Pero te quiero tanto que no haría algo así contigo – después de decirle eso, la tomo con ambas manos de la quijada y las mejillas, al final procedió a darle un beso en la frente, debido a la diferencia de estatura que tienen.

Ella se sonrojo y luego le contesto que no habría problema.  El Señor John la abrazo y ella a él.

Alex estaba en la cama acostada, mirando el techo, pues ella no podía dormir. Se le hacía muy difícil dormir en una casa ajena a la suya, pero eso no quiere decir que ella quisiera regresar a la suya, de hecho le asustaba saber el qué pasará mañana, saber cómo reaccionarían sus padres. Eran demasiadas sus preocupaciones que no la dejaban dormir, ella trato de distraerse, tanto que empezó a recordar cosas, eso la hizo recordar en un libro que había leído hace mucho, un libro de supersticiones, recordó que decía que nunca debes dormirte sediento o sino en la madrugada se levantará tu alma para tomar agua y si tu alma no regresa antes del amanecer, no volverás a despertar, jamás. Eso algo escalofriante, así que ella se levanto y se fue a la cocina a tomar un poco de agua.

El Señor John la veía caminar hacia la cocina, no hizo lo posible por hacerse el dormido. Ella tomo un vaso y como si estuviera en su propia casa se sirvió un poco de agua y se sentó en una de las sillas a tomársela. Después las luces se encendieron ella miro hacia atrás y vio como estaba el Señor John recargado en la pared con una mano en el interruptor de la luz.  Ella le sonrió y le dijo:

-        No podía dormir.

-        Me lo imagine, la verdad yo tampoco puedo dormir.

-        Es porque tienes visita, me imagino.

-        Sí, eso creo.

-        Quiero que duermas conmigo, no haremos nada más, solo quiero dormir – dijo ella.

-        Perdón, Alex, no

Le dijo haciendo un gesto y volviéndose al sofá a dormir. Ella termino de tomar su vaso de agua y se fue a acostar. Al cabo de un rato ella escucho pasos, no se asunto, pues sabía que era el Señor John. Ella se giro y lo miro fijamente a los ojos, ella acostada y el de pie al lado de la cama. Ella se hizo a un lado y le sonrió. El Señor John, un poco nervioso, se acostó al lado de ella y se puso de lado para abrazarla. Y así durmieron, callados, abrazados. Sin que nada serio pasará el Señor John de verdad que la ama, pues no se aprovecho de que ella estuviera deprimida y con problemas para conseguir algo de ella. Tanto así la ama que decidió perder todo por ella, podría perder su trabajo soñado, su reputación, su vida, todo por ella. Él nunca se había enamorado tanto, él piensa que el amor que siente hacia ella es tan grande, que no necesita hasta este momento de sexo, él es feliz teniéndola a su lado, saber que él puede abrazarla, besarla y decirle cosas hermosas y ella es feliz, mientras ella sea feliz, él también.

¿Si tuvieras que describir con una palabra tu felicidad, cuál sería? Es muy difícil puede ser tu trabajo, tu familia, tu mamá, tu hermano, tus hijos, música, deportes, etc. De verdad que es una muy difícil decisión solo mencionar una cosa, de hecho muchas personas no podrían decir una, pero el Señor John sin pensarlo mucho escogería su respuesta… Alex…

Adolescentes; poderes & problemas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora