El señor John a duras fuerzas podía estar de pie en frente de su auto y aun tenía que hacer más esfuerzos para poder buscar sus llaves de sus jeans. Cuando al fin las encontró, subió a su auto y lo encendió, empezó a manejar solo él sabiendo su rumbo. No cabe mencionar que lógicamente no iba a ir a su departamento, sino fue a la casa de Alexandra, cuando apenas iba entrando a la colonia de allí solo se estaba repitiendo el número de su casa.
- 2, 2, 4… 2, 2, 4… 2, 2, 4.
Cuando por fin llego a esa casa, dio la casualidad que ella estaba sacando la basura, pero para que contártelo yo, que te lo cuente ella.
Mis padres como siempre me dicen que saque la basura, bien que lo puede hacer mi hermano, pero no, me lo dejan a mí, supuestamente estudia para un examen ¿y ese claxon? ¡No puede ser! Conozco a la perfección ese auto gris... el Señor John ¿por qué camina así? ¿Se viene tropezando? Será mejor que le hable
- Señor John, ¿qué hace aquí? – le pregunte alterada mientras me asomaba a las ventanas y a la puerta, para asegurarme que no estuvieran allí mis padres.
- Vine a verte – me dijo hablando con hipo.
- Ven, aquí nos pueden ver.
Me asegure que viniera a una esquinita de afuera de mi casa, sé que allí no podrán vernos nadie, pero enserio que se le dificulta caminar.
- Alex…quiero que sepas que te amo – me dijo eso y sentí en mi cara todo su espantoso aliento a alcohol.
- ¿estuviste bebiendo alcohol? – le pregunte, aunque era obvio si notabas su aliento.
- Quiero que me digas que me amas – me dijo haciendo a un lado mi pregunta.
- Sí, claro, por supuesto que te amo, pero… no me has contestado mi pregunta – necesitaba que me respondiera, estaría de terca con esa pregunta, hasta tener una respuesta.
- Si, solo un poco. Pero dejemos eso a un lado, vine porque necesitaba decirte que te amo y quería estar seguro de que tu sintieras lo mismo por mí.
- Claro que te amo, demasiado, desde el primer día que te vi.
- Me alegro, quiero que me lo demuestres.
- ¿qué? – le pregunte muy asustada.
- Demuéstrame que me amas – prácticamente me obligo.
- ¿Cómo? – le pregunte, mientras en mi mente estaba esperando algo bueno y no algo malo.
- Bésame.
Exhale aire de alivio, pensé que me pediría otro tipo de cosa, me pone tan feliz que este enamorada de alguien bueno. Pero le tengo una mala noticia, no quiero besarlo siento un asco tremendo con ese olor a alcohol, que me sorprende que mis padres, que están dentro de la casa, no puedan olerlo.
- No quiero besarte, estas ebrio – le dije.
- Crees que me importa… bésame
Me tomo de la parte de atrás de mi cabeza y me obligo a besarlo, nunca había sentido tanta repugnción en mi vida, se me hizo algo total y completamente horrible lo que había hecho, por más que intentaba dejarme llevar no podía, quería dejarme llevar porque enserio lo amo, pero era demasiado el asco que sentía. Cada vez que me le separaba él me volvía a tomar con su fuerza y me obligaba, tuve que llegar a la violencia.
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Adolescentes; poderes & problemas.
Roman pour AdolescentsEsta historia ya está terminada, pero puedes encontrar la segunda parte con el titulo de "Adolescentes; Poderes & Problemas 2" por si quieren leer la secuela.