El entrenador

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Tras unos días las cosas fueron volviendo a la normalidad, empezó la reconstrucción de la calle y luego de recuperarme completamente regresamos a nuestros entrenamientos.

Nuestra rutina de entrenamiento dio resultados, sin embargo, sólo eran pequeños.

-No podemos seguir así, el torneo es dentro de un mes y seguimos en las mismas...-

Kelly: Es verdad, sólo estamos malgastando el tiempo aprendiendo pequeños trucos.

Asterix: Quizá pueda ayudarlos -Dijo emergiendo del fuego-

-En verdad puedes ayudarnos...? Sin ofender pero..tu pequeño cuerpo de lagartija no podría resistir un golpe-

Asterix: Creo que te dije que puedo adoptar muchas formas, esta es mi forma original y la que requiere de menos energía.

Tras haber dicho varias líneas de fuego lo cubrieron como las veces en las que estaba a punto de desaparecer, pero esta vez el fuego empezó a estirarse hacia arriba.

El cuerpo de Asterix comenzó a cambiar, sus patas delanteras se empezaron a alargar al igual que sus patas traseras, las escamas desaparecieron, todo su cuerpo tomó la forma de un ser humano, era alto, a simple vista se notaba que tenía un cuerpo bien marcado como si fuese un atleta profesional, su tez era blanca y su característica más llamativa era su cabello el cual era de color rojo.

Los cuatro nos quedamos boquiabiertos ya que era la primera vez que lo veíamos en otra forma que no sea a la que se asemeja a una lagartija.

Kelly: Es un ser elemental...es un ser elemental...es un ser elemental...
-Repetía en susurros y con los ojos ojos cerrados-

Todos volteamos a mirarla silenciosamente entendiendo el por que de esas palabras.

Kelly: -Se percató de nuestras miradas así que abrió los ojos mirándonos- ¡¿Que?!, ¡Es guapo! -Exclamó en su defensa-

Solté un suspiro mientras volvía a mirar hacia el frente -Es asombroso pero..no podrías cambiar tu color de cabello? Así llamas demasiado mucho la atención-

Asterix: No puedo, los seres elementales no podemos cambiar nuestro color de cabello, el color va de acuerdo con nuestro elemento.

Jacob: Genial...

-Esta bien, esto es mejor que la lagartija...- Solté una pequeña carcajada mientras bajaba mi cabeza.

Sentí un golpe en mi nuca y salí disparado contra el suelo con algo de fuerza.

Asterix: Te dije que no soy una lagartija! -Gritó molesto mientras una vena brotaba en su frente-

-Jeje..lo siento lo siento- Dije levantándome sin dejar de reír, una vez de pie bajó un pequeño hilillo de sangre bajó por un costado de mi rostro.

Nathan: Oye...estas bien..?

-Si!-

Asterix: -Soltó un suspiro- Y bien, quien quiere ir contra mí primero? Les advierto que no seré blando.

Nathan: Antes de eso..salgamos del taller o quedará destruido.

Los cinco salimos del taller y nos dirigimos al lote baldío que estaba a un lado.

-Yo iré primero- Corrí hacia Asterix para golpearlo, una vez cerca lancé varios golpes hacia él pero mis intentos en golpearlo fueron en vano, Asterix los evadia con demasiada facilidad, tras un rato uno de mis golpes logró acertarle pero al momento de tocarlo él a desvaneció.
-Heh?!, ¡¿Un reflejo?!-

Asterix: Muy lento -Susurró en mi oído para después patear mi costado izquierdo lanzandome contra la tierra con fuerza, por donde pasé dejé un camino de tierra removida hasta que me detuve- Ustedes ya conocen sus propios movimientos, por eso no obtienen resultados peleando entre ustedes...pero ahora los forzare a llegar a su límite e incluso más allá.
-Apretó ambas manos y debajo de él se creó un cráter sin que el se moviera-

Atrapado entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora