La dimensión más peligrosa

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Apenas puse un pie en esa dimensión no tardé mucho antes de caer al suelo respirando con mucha dificultad.

- ¿O-oye..que está pasando?- Pregunté entre tocidos.

-La atmósfera aquí es mucho más pesada, al igual que la gravedad- Dijo el ser de aire cambiando su tono de voz, antes era una voz tierna pero ahora era una voz más seria -Y se cuidadoso, aquí tus poderes y tu fuerza son tan débiles como si se tratara de un niño, por ende no podrás curarte rápidamente-

-Y..como entrenare...entonces...?-

-Ingeniatelas. Por cierto..cuidado con los animales, hasta el más débil en su categoría podría asesinarte en este momento. Adiós- Desapareció en una fuerte brisa.

-Es..fácil decirlo...- Empecé a toser sangre y poco después caí inconsciente.

Algunas horas más tarde...

Mis ojos se abrieron lentamente viendo el cielo estrellado nocturno.
Con dificultad me senté notando que a mi lado había un cambio de ropa, un cepillo de dientes incluyendo pasta dental y una libreta.

-Al parecer se interesaron más en mi aseo que en otra cosa...- Recogí la libreta y la levanté con esfuerzo.

El mantener la libreta era lo mismo que sostener un peso de aproximadamente 2.5 Kg.

Abrí la libreta y tenía figuras de animales y vegetación junto a una breve descripción.

-Rango C... que tipo de animal es este? Ni siquiera tienen nombres- Dije al ver la figura de un animal que tenía toda en la espalda, incluyendo cola, patas y cabeza algo que asemejaba a un caparazón de color oscuro.

-Es de rango C, posiblemente uno de los más débiles, también dice que su carne es muy dura pero sabrosa... pero de momento me centraré en acostumbrarme a este ambiente- Dejé la libreta en el suelo y me levanté con dificultad.

Me costó esfuerzo mantenerme de pie pero logré mantener el equilibro y ya respiraba de manera más natural que cuando llegué hace unas horas atrás.

Empecé a hacer una serie de ejercicios livianos para acostumbrarme a la gravedad pero fue más costoso de lo que pensé, llegué al punto de caer rendido en el suelo y quedarme dormido por el cansancio.

Al día siguiente...

Desperté algo cansado mientras recogía las cosas y empezaba a caminar.

-Me duelen las piernas.. también tengo hambre y sed...- Dije mientras me metía entre los extraños árboles sin rumbo fijo.

Tras un rato de caminata llegó a mis oídos el sonido de un arroyo, me detuve para confirmar que no era mi imaginación, pero en efecto, se trataba de arroyo.

Sin pensarlo dos veces empecé a correr como podía, tenía la sensación de estar corriendo en lodo por lo difícil que era.

Unos minutos más tarde llegué a aquel arroyo, el agua era cristalina y del otro lado se veían unas pequeñas criaturas parecidas a los gatos de mi dimensión pero estos eran un poco más grandes.

Bueno no le di importancia y dejé mis cosas a un lado, antes de empezar a beber el agua, miré hacia los árboles detrás de mi, estos estaban repletos de frutos rojos parecidos a manzanas.

Eran rojas y un poco más grandes, así que me acerqué al tronco y con cuidado empecé a escalarlo aunque también con dificultad, al estar cerca tomé la rama y empecé a sacudirla haciendo que caigan algunas.

-Perfecto!- Un pequeño sonido como el crujir de una rama me hizo mirar hacia arriba viendo que una de esas frutas iba cayendo.

Estire mi brazo agarrandola con la mano pero el peso me ganó y me hizo caer del tronco.

-Maldición...- Dije levantándome del suelo. Con ambas manos levanté uno de esos frutos y empecé a comerlo, su sabor era amargo, exactamente como comer una fruta que no ha madurado, pero igualmente me la comí.

Tras haber comido algunas me acerqué al agua arrodillandome frente a ella y sumergiendo mis manos en el agua para seguidamente mi rostro.

Mientras tenía mi rostro sumergido en el agua empecé a beber tanta como podía, mientras lo hacía algo detrás de mi me empujó haciéndome caer dentro del agua.

Como pude me mantuve a flote pero antes de empezar a nada de regreso a la orilla la figura de una aleta parecida a la de los peces me hizo quedarme quieto.

Esa aleta se hundió en el agua sin dejar rastro alguno.

A pesar de ser un simple arroyo era demasiado profundo.

Tomé aire y poco a poco me hundi en el agua, delante de mi no había nada, al darme la vuelta vi a una criatura de unos 15 metros de largo y que tenía 4 cuernos alrededor de su hocico.

La criatura fue rápidamente hacia abriendo su hocico tratando de devorarme.

Aprovechando sus cuernos en su rostro puse mis manos y piernas ahí manteniendome alejado de su hocico.

Esa criatura al ver que no podía devorarme se dirigió hacia el fondo del arroyo soltando unas cuántas burbujas las cuales subieron hacia la superficie.

A parte de aquellas burbujas nada más irrumpió la tranquilidad del arroyo desde la superficie.

Un rato más tarde la criatura saltó del agua conmigo aún agarrandome de sus cuernos.

Aprovechando que aún estábamos en el aire salté de regreso a la orilla mientras esa criatura caía de regreso al agua.

Sin pensarlo dos veces agarré mis cosas y salí corriendo del lugar levantando polvo por donde iba pasando.

-¡¿Que demonios era esa cosa?!- Abrí la libreta mientras corría y empecé a leerla.

-A esa cosa la apodare como "Leviatán"- dije despues de leer la descripción.

De repente choque fuertemente contra algo duro haciéndome caer al suelo con la libreta cayendo en mi pecho.

-Auch auch..auch...- Acaricie mi cabeza mientras levantaba la mirada.

Delante de mi estaba el animal de la libreta el cual tenía un caparazón en todo su cuerpo, y el cual creí que sería pequeño pero no..
Ese animal media cerca de 9 metros de altura.

Se dio la vuelta mirándome y soltando un rugido el cual me hizo estremecer hasta los huesos.

-Por que me pasa esto a mi...?-

Atrapado entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora