Narra Caroline
Comencé a toser frenéticamente, me costaba obtener aire pero lo logre, me tranquilice un poco, no sabía donde estaba, y no sabía que era este lugar, las paredes (lo que lograba ver) eran de piedra como si fuera una cueva, había una pequeña ventana y cuando digo pequeña es pequeña, apuesto a que mi cabeza no cabe por ahí, como estaba tan pequeña sólo se colaba una pequeña luz del sol.
Levante un brazo pero algo me lo impidió, tenía cadenas atadas a mis muñecas, jale mis brazos para intentar soltarme o que las cadenas se rompieran, lo cual dudaba.
-Eso no va a funcionar -la voz de Dante me sobresaltó, no había notado su presencia.
Estaba en una esquina encadenado como yo, me dio tanta alegría verlo.
-¡Dios mio estás bien?.
-Yo sí pero por lo que veo tú no.
-¿Por que dices eso? -no entendía su indirecta.
-Por tu marca en el cuello ¿te duele mucho? -seguía sin entender lo que trataba de decirme y creo que entendió mi confusión-. Tienes una horrible marca en el cuello.
Debe ser por lo de ayer.
-La verdad es que no siento nada.
-No debiste seguirme -me reprochó.
-Lo siento, pero quería saber a donde ibas y Fany dijo que no fueras, ¿por qué habrías de desobedecerle?. -Aparto la vista de mí.
-Por una cosa... Quería encontrar a mi padre pero no preguntes porque no quiero hablar del tema.
Permanecí en silencio, así era más fácil no hacer preguntas. Movía mis pies por la aburrición que tenía y apenas iban como diez minutos, me fui deslizando hacía abajo, me gire a la pared apoyando mis pies sobre la pared rocosa que había, empuje y empuje mis pies contra esta para tratar de liberarme.
Me cansé de no poder lograrlo y comencé a darle patadas, mis muñecas dolían.
A Dante parecía divertirle podía escuchar su inigualable risa del otro extremo, me rendí... Por ahora y me quede acostada con mis brazos hacia un lado.
-Dante... -llame su atención- ¿no estás enojado conmigo?.
-No. -Sonrió-. Ahora alguien morirá conmigo al menos.
-¡¿Pero qué dices?!.
-Ya basta de hablar tanto.
Era el mismo sujeto de ayer... Lo reconocí por sus ojos rojos y brillantes, se acercó a mí y quito las cadenas que me impedían moverme a mi gusto, una mano quedo liberada.
-Más te vale que no hagas nada en mi contra que te irá peor, te lo advierto.
-¿A dónde la llevas?.
-Tú ya sabes que necesito algo de ella. -La segunda mano quedó liberada, tenía marcas rojas en mis muñecas y dolían un poco así que las sobe.
-¡Ese no era el trato, tú la liberabas y yo me quedaba! -gritó Dante tan enojado, wow que lindo era cuando se lo proponía
-A veces los tratos no se cumplen, vamos -se dirigió a mí.
Le di un puñetazo en la cara... Estoy decepcionada de mí... Apenas y si logre moverle la cara, soltó una risita. Intente darle otro pero tomo mi puño, apretaba tan fuerte que dolía sin querer hacerlo solté un chillido.
-Ya basta -dijo Dante furioso entre dientes. Funciono ya que me soltó.
-Por ser una chiquilla tan desobediente te daré una lección que no olvidarás, a ver si ahora si te defiendes bien.
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EL BOSQUE •(Terminada)•
Viễn tưởng¿Te imaginas creer tanto en la fantasía que ni siquiera puedas diferenciar entre la realidad? Pues eso justamente le pasa a Caroline. Brujas. Duendes. Vampiros. Hadas. Troles.... ¿Tú le creerías todos sus cuentos? -Historia terminada y sin corregi...