EL BOSQUE •(Terminada)•

Capítulo 39-•- Vámonos ya

     —Las palabras se las lleva el viento. —Dante se levantó e intentó acercarse, unas cadenas brillos pareciera en su muñecas.

    Las cadenas aparecían cuando se tensaban y desaparecían de nuevo cuando dejaban de estarlo.

    —¿Qué quieres? —mire a Ashley.

   —Tú y yo tenemos algo pendiente por si ya lo olvidaste y quiero que Dante este presente para que no se pierda los detalles, eso es todo.

   Me tomo por la cintura para pegarme a la pared.

   —Eres un completo idiota, es más, creo que te queda muy pequeño.

   —Uy que mala —le di un cabezazo en la nariz, llevó una de sus manos a la zona afectada para asegurarse de que no lo había lastimado, una risita salió de sus labios, se quitó la mano de la nariz—. Comenzamos bien, no quería más diversión ahora pero ya que lo insistes.

    No vi su puño venir hacia mí, me golpeó en la sien tan fuerte que rebote en la pared para terminar en el piso, toque donde me había golpeado, mis dedos tenían sangre.

   —¡Dejala en paz! —Dante parecía querer arrancarle la cabeza a Ashley y yo no pensaba detenerlo si así lo quería.

   Me levante con una punzada en la cabeza.

   —¿Es todo lo que tienes? —le di una patada en la pierna y una más en la cara, se sobo la mejilla para mirarme con una sonrisa.

   —Escuchame bien Caroline... No quiero ser tan rudo contigo esta vez. —No me importaron sus advertencias y le di un puñetazo en el ojo, aproveche para darle una patada en las costillas—. Atente a las consecuencias.

   Tome dos frascos y se los lancé, uno se estrello en su pecho y el otro al caer al piso, se acercó a mí a paso decidido, antes de que llegara le di una patada en el estómago, mi patada hizo que chocara con una de las estanterías y tirara algunos frascos, sonrió malicioso.

    —Te lo advertí —se acercó a mí, le tire otro puñetazo más, demasiado tarde, su puño llegó antes a mis costillas haciéndome doblar un poco, agarró mi nuca para estampar mi cara contra la mesa.

   Mi frente dolió, me quede tendida en la mesa por el mareo provocado, envolvió sus dedos en mi cabello, jaló tan brusco de el que di una voltereta, el duro piso hizo que doliera más el impacto contra mi espalda y que mi respiración se cortara.

    —¡DEJALA!... —gritó Dante aún más furioso, no creía que eso era posible— ¡NO SEAS COBARDE, QUITASTE SUS PODERES!.

    Cerré los ojos para respirar profundo.

    —Creí que la necesitabas viva —dijo Marck entrando.

    —Así es, pero se lo ganó.

    —Como digas. ¿Con qué comenzamos?.

    —Haz que se retuerza de dolor.

    Marck se agachó para sostener mi cabeza entre sus manos, por más que me retorci no pude librarme de él.

    El dolor comenzó en mi pecho pero es muy leve.

    —Más fuerte.

    —Creo que la dejaste adormecida porque ya ni siente —No esta funcionando.

    Esperen...

    Soy Caroline, la persona que tiene que acabar con su madre, la que puede llegar a matar a alguien con sus poderes, la que salvara (o al menos eso intentaré) a, Agarathaí.