EL BOSQUE •(Terminada)•

Capítulo 17-•- La fiesta

      Camine lentamente, era casi como una necesidad llegar hasta ella y yo de idiota iba a hacerlo.

       Antes de poder llegar alguien me agarró del brazo, me gire para ver quién interrumpía mi camino, me moleste un poco y no sabía porqué si sólo era una cascada y ya.

         —Te estaba buscando —Dante me sonrió—. No quieres perderte el baile ¿cierto?

        Lo de la cascada salió de mi mente de inmediato.

        —¿Ya es? Corre, corre, no me lo quiero perder.

        Jale a Dante del brazo para arrastrarlo a donde ya se estaban acomodando los demás. Se colocaron alrededor de la fogata, nosotros que observábamos estábamos alrededor de ellos ya hora que veía mejor, las mujeres tenían coronas de flores en su cabeza. Algunos comenzaron a tocar, era una canción muy linda que nunca había escuchado antes.

        El baile empezó, giraban en si mismos, tomaban a sus parejas y danzaban con ellas, se soltaban y seguían con su baile, en todo esto recordé a Michael y Alex, los había olvidado por completo así que los busque con la mirada, la última vez que los vi estaban en la comida.

        —Si buscas a Michael o Alex están allá —señalo a mi derecha.

        Se encontraban con unas chicas y por como sacaban chispas y luces de sus manos me hizo creer que eran brujas, una hada paso y gentilmente nos ofreció algo de tomar, era de un color verdoso, olía rico pero todo lo que olía rico terminaba sabiendo feo, así que lo bebí con cuidado, esto estaba más que delicioso, era como una mezcla de jugo de manzana pero a la vez de uva y fresa, podías saborear todos los sabores, era increíble.

         —¿Son brujas también?

         —Sí, lo son.... Caroline —llamo mi atención, lo observe mientras bebía de mi jugo extraño— ¿te gusta Michael? —Casi me ahogo con el jugo extraño por lo que Dante reaccionó dándome pequeños golpecitos en la espalda. Cuando me calme dije:

       —¡No!, claro que no, alguna vez me sentí atraída por él pero no era nada al final, nos hemos besado pero fue como besar a tu hermano y creeme que lo digo en serio, ¿por qué?

        —No por nada, simple curiosidad.

         Nos quedamos unos minutos en silencio, algunos otros se acercaron para bailar y esto hizo pensar que ya podían meterse a bailar los que quisieran así que decidí hablar:

         —¿Tú no bailas? —Dante rió.

         —No yo no, tengo dos pies izquierdos, pero podría hacer una excepción si quieres que te pise, que di...

         —¡Caroline! —volteé a ver de donde provenía esa voz; era Erick. No me dio tiempo a saludarlo cuando ya estaba llevándome para bailar.

         —Erick ¿qué tal?... Yo estaba... —Mire a Dante.

         —Bailemos —solté una risa nerviosa, ya para qué me lo decía si ya me estaba haciendo bailar.

         —No, yo no, yo no bailo.

          No le importó mucho lo que dije cuando ya había puesto una mano sobre su hombro y la otro la sostuvo en su mano, la otra la paso por mi cintura. Estoy muy cerca de él y no me agrada mucho que digamos, me pone incómoda.

         Busque a Dante con la mirada, ya había invitada a una chica que reía muy coqueta, yo quiero ser esa chica, yo quiero bailar con él no con Erick.