EL BOSQUE •(Terminada)•

Capítulo 20-•- Tan cerca

        Me pare con cuidado, el calor quedó a un lado, ya no lo sentía más.

        Todos caían al piso retorciéndose de dolor, la piel se les volvió con una tela delgada y si la tocaban se les caía dejándolos con un tono rojizo y pegajoso, cada vez que tosen les salía sangre (negra). Aún no entiendo como a los chicos no les hice nada.

        Cada uno de los tirados comenzaban a perder la consciencia.

        Yo lo hice... Yo cree todo...

        —No tengo idea de como lo hice.

         Se acercaron hasta llegar a mi lado.

       —No importa, hiciste bien y nos has salvado —dijo Dante totalmente agradecido, mi vista se desvío a una de sus manos... Algo realmente llamo mi atención con un cosquilleo en el estómago y un escalofrío.

         —¿Qué te paso ahí? —pregunte horrorizada, su dedos de en medio estaba hacía atrás, estaba fracturado y él estaba como si nada.

         ¡Qué demonios!

         —No pasa nada. —Enderezó como si nada el dedo, un crujido salió de eso tal como si de una rama se tratará—. Ya está.

        —¿Escuchaste el crujido? Fue horrible —dijo Alex mientras fingía temblar.

        Seguimos con nuestro camino de buscar la piedra, esto no daba frutos el reloj decía que debía estar aquí por este árbol, lo revisamos completo y hasta escabamos un poco pero nada.

        Siempre que yo la encuentro está hasta arriba... No dude más y subí el árbol a toda prisa.

   —Puede ser peligroso, baja ya Caroline.

   —Como sea, puede que esté allá arriba y si nadie sube yo voy a averiguarlo así les aviso. —Seguí subiendo... Ese brillo... La había encontrado, un poco más y llegaba hasta ella, mire hacia abajo para avisarle a los chicos fue ahí cuando me di cuenta que ya venían subiendo también—. ¡LA ENCONTRÉ!

         —No mires abajo, no mires abajo —se decía a si mismo Michael—. ¡Ay Dios esto está muy alto!... Es mejor que se apresuren ése de allá se esta despertando.

         Por fin llegamos, los chicos se tomaron de las manos, Dante y yo tratábamos de quitar la piedra, el sujeto se levantó y nos vio... No tardó en avanzar hacia nosotros.

         —Vamos por favor, por favor... —susurraba Michael.

          El sujeto comenzó a escalar el árbol. Michael agarraba a Alex del brazo, Alex agarraba la camisa de Dante por la espalda, y Dante me sostenía con una mano de la cintura para no caerme. Metí una rama pequeña para hacer hacer palanca... Se aflojo un poco, la tome y jale con todas mis fuerzas.

        Perdí el equilibrio... Me lleve a todos conmigo, nuevamente las ramas me golpeaban el rostro y los otros se quejaban, impactamos contra el piso terroso, lastimosamente no paramos ahí, seguimos rodando cuenta abajo, rodamos y rodamos hasta por fin parar, me apoye en mis manos para ver el lugar.

         ¡ES DÓNDE ME CAÍ LA ÚLTIMA VEZ QUÉ ESTUVE AQUÍ!

         ¡LO LOGRAMOS!

         —¡Nunca había extrañado tanto este bosque! —grito Alex tomando unas hojas entre sus manos, las beso, la tierra quedo pegada a su boca y al parecer igualmente trago un poco así que la escupió. Michael besaba el piso.

         El cielo estaba nublado, amenazando con llover. Un tronco salió volando a nuestra dirección, agachamos nuestras cabezas justo a tiempo, el viento era demasiado frío y voraz, tanto que los árboles se movían de una forma que casi eran arrancados de entre la tierra, me salían chispas por todas partes, fuertes truenos estallaban cerca de nosotros partiendo algunos árboles.