Capítulo 44-•- Pequeña y corta carta.

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      —¿Y en estos bailes también llevan grandes recogido en la cabeza? De esos que parecían pirámides y muy surrealistas.

    —No, ya no, hace mucho tiempo que no lo hacen, lo dejaron de hacer y aparte que en estas fechas no hacen muchos bailes.

     —¿Puede ir quién sea y no se asesinan entre ellos? —ahora pregunte yo.

    —No ha pasado nada de eso, siempre y cuando no lo comiencen los reyes del lugar.

     —Supongo que has ido a muchos bailes ¿cual ha sido tu favorito? —Preguntó Alex a Fany.

     —Un baile de casi cuarenta y siete años.

    —¿Por qué? —pregunte, subí los codos a la mesa para apoyar mi barbilla en mis puños.

    —Fue el día en que conocí a mi esposo —una gran sonrisa se formó en su rostro.

     —¿Por qué nunca lo hemos conocido? —Michael se escuchó ansioso.

    —No vive aquí pero volverá en unos días.

    —Nos vemos luego —se despidió Ivan pasando casi corriendo a la puerta.

     —¿A dónde vas? —pregunte mientras me paraba, sé que va a buscar a Joseph, ayer lo escuche pero volví a mi habitación antes de que se dieran cuenta de que aquí estaba.

     —A... A un... —no sabe que decir— a un lugar vuelvo pronto, tal vez mañana.

     —¿Vas tú solo? —estaba impidiendo que se fuera sin mí.

     —Sí, se va el sólo —apareció mi padre.

     —Yo voy.

     —Pero no sabes siquiera a donde va —mi padre no encontraba la forma de evitar que fuera y quedara.

    —¿Dónde está Joseph?, desde ayer no lo veo —Mari se mostró preocupada, llegando a la cocina.

    —Él... —mire fijamente a mi padre— él está... Está en el bosque e Ivan va por él.

    —¿Seguro qué lo encontrarán y no se metió en problemas? —mi voz salió como una advertencia.

    Una advertencia de que si no me deja ir hablaré más de la cuenta.

    —¿Quires acompañar a Ivan? —sonó tan candado pero no me importó, había conseguido lo que quería.

    —Sí.

   —Yo también voy —dijeron Michael y Alex.

     No tardamos en salir de la cabaña para adentrarnos al bosque, al bosque en el que la mayoría de veces aparecía... El camino es cansado llevamos un buen rato caminando.

     Ivan nos explicó cuando le pregunté el porqué de que nadie viviera aquí mientras Caminábamos. Había dicho que es más fácil de que Bianca los encuentre y lo use para experimentos.

    —¿A dónde nos dirigimos exactamente? —mi padre nos dejo venir pero con la condición de obedecer.

    Sabe que yo sé lo de Joseph, pero no sabe que también sé lo de Dante.

     —Estamos buscando una tipo cueva, bueno no es una cueva, es como un túnel, o casa que esta abajo de la tierra para explicarme mejor.

     Caminamos un poco más hasta que Ivan se detuvo y dio unos pequeños saltitos y la tierra se hundió un poco.

    —¿Qué es eso?.

    —La encontramos, ahora con cuidado para no caernos.

    —¡¿Puedo saltar yo también?! —preguntó un Michael muy ilusionado.

EL BOSQUE •(Terminada)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora