Capítulo 2

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- ¿Qué?

- E...estoy embarazada...- intenté tragar las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.- Yo...lo siento.

Me levanté de la mesa y me fui corriendo de vuelta a mi habitación, dejándoles allí solos. Cerré de nuevo la puerta y me tiré en la cama, llorando y ahogando mis sollozos sonoros en la almohada.

Sí, era cierto, estaba embarazada. Hice cuentas y supe que fue la última vez que estuve con él, el día antes de la final que no nos dimos cuenta de que no usamos preservativo, supongo que por los nervios de la final y el ambiente de ese momento.

Sé que debería comer y cuidarme, pero no quería, no podía. Quería olvidarle cuando terminé con lo nuestro, pero me di cuenta que no podía ahora, que su recuerdo me perseguiría hasta la muerte.

Me quedé en silencio, mirando hacia el techo blanco e intentando imaginarme feliz, pero se me hacía tan lejano. Al momento la puerta sonó y me di cuenta de que no estaba cerrada con llave como antes. Al mirar vi que era Bianca.

- Tania...- se acercó a mí y se sentó en el borde de la cama.- ¿Estás bien?

- Después de un mes sin él, al fin alguien me pregunta eso.

Ella entonces se acercó a mí y me abrazó, yo la correspondí de la misma manera dejando caer algunas lágrimas en su hombro. Acarició mi espalda despacio, de arriba hacia abajo hasta que me notó más calmada y se separó.

- Tú me ayudaste cuando te lo conté, cuando pasó el accidente y lo de mi padre. Ahora yo te ayudaré, yo y todos.

- ¿De verdad?

- Claro que sí, déjame ser por una vez la sargenta a mi.- sonreí y la volví a abrazar.- Me da a mí que te voy a tener que devolver todos los libros que me diste.

Reímos, como hace tiempo que no hacíamos juntas y me ayudó a levantarme para guiarme, despacio y atenta a mí, hasta el salón donde estaban los demás esperándonos.

- ¡Tania!- mi padre se acercó a mi primero y se colocó delante de mí, agarrando mis dos manos y acariciándolas con el pulgar.- ¿Es verdad? ¿Estás embarazada?

- Sí, es verdad y entiendo si no quieren que lo tenga yo...

- Nena, por primera vez, cállate y deja de pensar en tantas cosas.- me abrazó y sentí a mi madre a mi lado, acariciando mi hombro.

- Te ayudaremos, nena, todos seremos el padre que no tendrá.

- ¿De verdad?- me emocioné pero gasté todas las lágrimas en llorarle.- Sos la mejor, sos el mejor, todos sois los mejores.

- No, hermanita.- miré a mi hermano, que me sujetó ahora él las manos.- Vos sos la mejor y este bebé tendrá la mejor familia de todas y jugará con su primo.

- ¿Seguís con lo de que es niño?

- Sé que lo será, intuición de padre.

- Como salga niña...

- ¡Oye! ¡Sos una boluda!

- ¡Y vos sos el pelotudo que sigue pensando en que su hijo será niño sin tener ningún motivo!

- Esta es mi hermana.- dijo él sonriendo.- La que me llama pelotudo.

- ¡Abrazo grupal!- gritó Marc

Todos nos abrazamos, unidos como hace tiempo que no estábamos. Después de eso acepté volver a la mesa y acabar la fiesta de cumpleaños, soplando las velas y empezando a comer lo que este mes no he comido por él. Argentina, prepárate, que Tania vuelve al ataque y esta vez junto a alguien más a su lado.

Los siguientes días viajé junto Bianca a Buenos Aires porque tenía que recoger algunas cosas de su apartamento y llevarlas a la casa. Además, ella quería que volviera a salir de casa y para ello decidió Buenos Aires junto a la pelirroja loca.

- ¡Para que estoy conduciendo!- dijo Bianca.

- ¡No!- Ariadna siguió tirando agua de su botella.- ¡Me aburro!

- Ya lo has dicho.- reí ocultándome en el abrigo para que no me mojara.- Y no hace calor así que tapa esa botella.

- ¡Yo no quiero agua, yo quiero bebida!

- ¡Tú estás loca!- dijo Bianca riendo

- Yo quiero fiesta, hace demasiado tiempo que no voy a una.

- Pues ahora tus amigas están embarazadas así que frena.

- ¡Merda! Soy la única que beberá alcohol, ¿Cómo os siente eso?

- Mal, yo quiero alcohol.

- Vale, entonces Ariadna quiere fiesta.

- Sí.

- Tania quiere alcohol.

- Correcto.

- Y yo quiero que os calléis así que...- la miramos.- Os calláis.

- A la merda!- reí por la reacción de Ariadna.- Ets dolenta, eh. (Eres mala, eh)

- Noies. (Chicas)- todas me miraron y sonreí mirando al horizonte.- Us he trobat a faltar, a vosaltres ia hores d'ara. (Os he echado de menos, a vosotras y a estos momentos.)

Bianca sonrió y Ariadna, mientras gritaba y volvió a agitar la botella sin tapón volviendo a mojarnos, subió el volumen de la música haciendo que cantemos reggeaton, exactamente J.Balvin, Jowell & Randy- Bonita.

Promesas rotas (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora