Capítulo 41

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Coloqué el último adorno en el árbol y la puerta sonó. Iba a abrir, pero Paulo, que bajaba sus maletas, se adelantó. Al abrirse aparecieron Thiago con la mochila del bebé y detrás de él estaba Bianca con mi sobrina.

- ¡Ya estamos todos!- mi madre apareció y fue a ver, sin fijarse en su hijo, a su nieta.- Dios, que cosa más bonita.

- Salió al padre.

- O a la tía.

- Ahí te he visto, Dybala.- me acerqué a él y le di un beso corto.- ¿Te vas ya?

- No, ya sabes que a la tarde y a la noche nos veremos de nuevo.

- ¿Así?

- Ya te lo dije, viejo, me iba después de la cena familiar a una fiesta con él.

- Bueno, recordá que este día es para estar con la familia, eh.

- Ya.- le sonreí y fue a ver a su nieta.

- ¿Vos no saludas a Zoe?

- Cuando haya menos gente.- sonreí a Paulo.- ¿A qué hora volvés a por mí?

- Cuando termine la cena te avisaré, tranquila.

- Tengo ham... ¡Oh Zoe está aquí!- Marc se unió a los demás.

Estuvimos en el salón toda la mañana con los padres pero sobretodo mi sobrina, la perfecta rubia y pequeña Zoe. Después fuimos a comer y en un momento, en la tarde, Bianca me pillo mirando la partida de FIFA de los chicos con Zoe en mis brazos, dormida.

tania_Ar_Ca

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@tania_Ar_Ca- Pequeña Zoe y tía Tania vienen a reventar el mundo ❤️

@BiancaBarç- Es mía 😐

@ThiagoAr- Al final nos la roban @BiancaBarç

@MarcRu- Es que eso de que se haya pasado semanas en el hospital...😍

@paulodybala- Ya nos robarás vos los nuestros @ThiagoAr 😂

@Pol1992- ¿Alguien abre la puerta? Quiero conocer a esa tal Zoe que roba corazones.

- ¿Pol?

- El mismo.

- ¡Pol, Ari!- Bianca le abrazó y después se separó.- ¿Qué tal estáis?

- Bien, ¿Y la madre? ¿Y la hija?

- Dentro.

- ¿A mí no me saludan?

- Claro.- Po, rió y me abrazó.- A por Zoe.

- ¿Dónde está mi nieta y mi hija?

- ¡Papá, mamá!- Bianca se abrazó con Arnau y su mujer.- Os eché de menos.

- Anda que nosotros, ¿Qué tal está Zoe?

- Bien, aunque un poco débil por eso de que es prematura, está en el salón con Thiago.

- Hola, Tania.

- Hola Arnau.- les saludé y pasaron.

- Tania.

- Ariadna.- la sonreí y abracé.- ¿Qué tal?

- Ya hay fecha, para enero.

- Bien, no está muy lejos.

Nos abrazamos las tres y entramos junto los demás. Pol, Arnau y su mujer estaban saludando a mis padres y Ariadna empezó a saludar los demás, después las dos parejas contemplaron a la dormida Zoe hasta que se despertó llorando y se tuvo que ir con la madre.

Me senté junto con Paulo y esta vez jugamos una partida nosotros dos, ganando él, por supuesto. Pero entonces, todo acabó. La alarma de su móvil sonó en mitad de la conversación, avisando que era hora de que se fuera a Laguna Larga.

- Te amo.

- Yo también te amo.- acarició mi rostro.- Te avisaré cuando vaya.

- Conduce con cuidado.

- Lo hare, tranquila.- me sonrió y dio un corto beso.- No quiero partos prematuros el día de Navidad, eh.

- No los habrá, tranquilo.- le di ahora yo el beso.- Te amo.

- Ya lo has dicho.- reímos y abrió la puerta de su auto.- Pero yo también te amo.

Me guiñó el ojo y se acercó a mí para besar mi mejilla, entonces entró y puso rumbo a Laguna Larga. Volví a la casa, exactamente a la cocina, para ayudar a mi madre a empezar a preparar la cena de Navidad. Ariadna y la mujer de Arnau se unieron a nosotras mientras que Bianca daba de comer a Zoe. Por desgracia, ellas pecan de ser cuidadosas conmigo y me mandaron con los chicos a sentarme y descansar.

- Hola.

- ¿Ya terminaron?

- Que va.- toqué el hombro de mi hermano y me ayudé de este para sentarme.- Pero no quieren que esté de pie tanto tiempo.

- Tú tómate tu tiempo para tener a los mellizos, por la empresa n te preocupes.

- Gracias, Arnau.- le sonreí y miré a mi hermano.- Con que iba a tener un sobrino...

- Vale, pensé que se te olvidaría.- sacó la cartera y me dio lo que acordamos si era una chica.- Al final del día, sos más lista que yo.

- ¿Lo dudabas?- miré el dinero, le guiñé un ojo a mi hermano y me lo guardé.- ¿Qué tal todos?

Empezamos a hablar hasta que Ariadna e dijo que ya había descansado bastante y podía ayudar, bufé y me levanté del sofá yendo a continuación a la cocina. Terminamos el primer plato y empezamos el segundo mientras este estaba en el horno. Bianca se marchó con los chicos cuando sacábamos el primero y Ariadna y yo empezamos el postre mientras las madres terminaban el segundo.

- Vengo a ayudar.

- Al fin un chico se acerca aquí.

- Y tenía que ser gay.- reí y abracé a Nicolás sin tocarle con las manos.- Ayúdanos con el postre.

- Marchando.

Nos ayudó y terminamos minutos después de que el segundo estuviera. Entonces subí al baño y fui la primera en entrar, formando una cola. Decidí ponerme un vestido largo y elástico negro, que remarcaba bastante mi barriga, junto con unas sandalias doradas romanas y un brazalete en el ante brazo. Me maquillé un poco, remarcando las facciones de mi cara y con la raya del ojo pequeña y elegante, me pinté los labios color carne mate y salí del baño, dejando a Thiago entrar y siendo piropeada por los demás que estaban esperando ahora a Thiago para entrar.

Bajé poco a poco y con cuidado las escaleras y una vez en el piso levanté la mirada y me encontré con la sonrisa de mi padre, que me dio las manos y me dio un beso delicado en la frente antes de ir junto a mí al salón y enseñarme que los hombres de la casa habían puesto la mesa más elegante que he visto en toda mi vida. Me acompañó hasta la silla, la alejo de la mesa para que me sentara y me ayudó a que lo hiciera, entonces Lleò, que raramente estaba bañado y con su pelaje más suave y limpio que otras veces, se subió en mis piernas y nos quedamos allí esperando a los demás.

Promesas rotas (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora