Capítulo 26

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- ¿Estás bien?

- Estoy nervioso.- sujetó con más fuerza mi mano.- Muy nervioso.

- Todo estará bien.- le sonreí y miré al doctor.- ¿Ya?

- Sí, veamos.

Empezó a pasar el aparato por el gel que estaba en mi vientre y los tres miramos la pantalla, donde aparecieron dos cacahuetes separados. Sonreí mirando a Paulo que miraba a la pantalla sin parar de sonreír.

- Parece que están bien.

- ¿Parece?

- Bueno, estas de tres meses y es difícil ver si hay algo porque aún están formándose.

- Pero, ¿El tamaño está bien?

- Sí, el tamaño está bien.-el doctor me miró y sonrió.- ¿Él también primerizo?

- Que yo sepa sí.- el doctor y yo reímos, pero Paulo estaba demasiado nervioso.- Paulo, tranquilo.

- ¿Quieren oír el latido?

- ¿Se puede?

- Sí, sí hay suerte sí.

- Entonces sí queremos escucharlo.

El doctor hizo algo y en la pantalla aparecieron los latidos del corazón que empezaron a sonar, iban rápidos, muy rápidos. Paulo me apretó aún más fuerte la mano y me sonrió.

- Habéis tenido suerte, suele oírse a las diez semanas así que, felicidades.

- Van muy rápido.

- Es normal, tiene que ir así. Si no fuera así de rápido es cuando habría un problema.

- Entonces...

- Los dos sanos.

Sonreí y me limpié el gel de mi vientre que ya estaba más abultado. Me levanté de la camilla sin soltar la mano de Paulo, aún seguí nervioso y ya había pasado todo. El doctor nos dio las ecografías y nos despedimos de él. Salimos de la clínica y entré en el auto de Paulo, él conduciría.

- Creo.- miré para atrás y luego a él.- Que por aquí alguien te ha hecho una foto.

- ¿Y?

- ¿Cómo que y? Ya me imagino las noticas, Dybala y su ex en una clínica, ¿Qué habrá pasado?

- Tranquila, todo estará bien si nos descubren, tú sabes que yo no tengo problema.

- Y la gente que me habla en Instagram la mitad sí y la mitad no.

- Si hablas de los fans de Anto...

- Sí, hablo de ellos.

- Tania, tranquila porque ya podrán enfadarse. Tú y yo no nos vamos a separar y menos ahora.- tocó mi vientre y me sonrió.- ¿Vale?

- Está bien.- sonreí y le di un corto beso.- Vamos a casa, quiero enseñarle la ecografía a los demás.

Él sonrió y el auto se empezó a mover. En el camino le mandé una foto de la ecografía a Pol, Ariadna y Marc, ya que ellos ya se habían ido hace un día de Argentina de vuelta a Cataluña y la verdad, se les echaba de menos.

- ¿Qué tal fue?

- Bien.- le enseñé a mi madre la ecografía.- Escuchamos los latidos.

- Van rápidos, como debe ser y su tamaño está bien, por ahora no hay problema.

- Estaba nervioso, ¿Verdad?

- Sí.- sonreí a mi padre.

- Yo también lo estuvo con mis dos hijos, Paulo, así que de alguna forma te comprendo.

- Quiero que pasen ya los seis meses que quedan.

- Pasaran, tranquilo, pasaran.- mi madre le sonrió y le pasó la ecografía a mi padre.- Y serán tan guapos como vosotros.

- Gracias, mamá.

- A veces se te escapa esa catalana que llevas dentro.- mi padre me sonrió.- Y tu vieja tiene razón, serán preciosos.

- Gracias Matías, gracias Valentina.'

- ¿Dónde está Paulo y sus mellizos?- Bianca apareció junto a Thiago.- ¿Cómo ha ido todo?

- Todo está bien.

- Quiero ver a mis sobrinos.- Thiago le quitó la ecografía a mi padre y la miró.- Mi hijo es más guapo, lo siento.

- No seas así, Thiago.- Bianca le dio una colleja y miró la ecografía.- ¿Están bien?

- Sí, todo está bien.

- Y, ¿Oísteis el latido de corazón?

- Sí, lo oímos, iba rapidísimo.- reí al escuchar a Paulo.- Y cada uno a un ritmo diferente.

- Claro, son dos y distintos, Dybala.

- Vale, soy primerizo, no vayáis todos contra mí.

Reímos y fui junto a él al salón. Bianca y Thiago nos acompañaron y mis padres iban de un lado a otro haciendo sus cosas.

- Y, ¿Cuándo van a decir lo vuestro?

- Cuando ella quiera, yo por mi...

- Quiero que llevemos más tiempo.

- Lleváis un mes.- Bianca se rió.- Antes no te importaba.

- Antes no tenía miles de me gustas, de repente habían subido mis seguidores y encima a sus fans comentando, bueno, a los suyos y a los de Antonella.

- Ya te dije que a esos ni caso, Tania, que yo te quiero a ti y a ellos dos.

- Lo sé, pero ellos no lo saben.

- Pues creo que ya sabrán algo...

Thiago nos miró sonriendo y nos enseñó el móvil. Lo sabía. Había una noticia en la que salíamos Paulo y yo de la clínica agarrados de la mano, el título de la noticia era "¿Han vuelto? ¿Qué hacen los dos ex juntos en una clínica?"

- Lo sabía, te lo dije.

- Tania, tranquila.

- Yo quería un embarazo tranquilo, se ve que ahora va a ser más difícil.

- Tania, nada tiene porque cambiar.

- Hermana, tranquila.

- Espero que no vaya a más y salgan más noticias.- suspiré y me levanté del sofá.- Voy a descansar.

No sabía si era por las hormonas o simplemente el embarazo había sacado es parte de madre protectora que no quería que nadie tocara a sus hijos. Me tumbé boca arriba en la cama y empecé a recibir notificaciones, todas en las fotos donde comentaba Paulo.

- ¿Estás bien? He visto la noticia y sabía que a ti no te gustaría.

- No lo sé, Marc.- dije con el móvil en mi oreja, ya que me había llamado.- No quiero que nadie lo sepa.

- Algún día lo tendrán que saber.

- Sí, pero ahora recién esta empezado.

- Tres meses, Tania, tres meses.

- Vale, puede que...

- Tú tranquila, a la carrera de Paulo no le pasará nada y sobre los que hablan mal y bien de vosotros, solo mira los que hablan bien.

- Lo sé, sé que debo hacer eso.

- ¿Entonces? Tú vas a seguir embarazada diga o no digan cosas sobre tú y Paulo, así que olvídate de esos comentarios.

- Está bien, Marc, gracias por decírmelo.

- Sabía que estarías mal, así que me escribí lo que te diría.

- ¿En serio? Estás loco, Marc Rubio.- reímos los dos.- Chao Marc, gracias por escucharme y escribir para consolarme.

- De nada, Tania, adeu.

Promesas rotas (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora