- ¿Estás bien?
- Sí, por enésima vez, sí.- reí y les abracé a los tres.- Os echaré de menos estas vacaciones podríais venir.
- Yo ya voy contigo para ver a Nicolás.
- Mira, el listo.
- ¿Y vosotros? Tan solo una semana.
- Conoceré a sus padres.
- Y yo a los suyos, será una Navidad de salseo.
- Está bien, pasarlo bien.
- Igualmente.
- Marc.
- Dime, Pol.
- Cuida de los peques y de la pequeña eh.
- Como mande, señorito.
Reímos y me fui de la mano junto a Marc al avión, nos sentamos y nos dormimos con las cabezas apoyadas. Él no durmió nada el día anterior, porque estaba en la fiesta y yo no dormí porque estaba nerviosa.
Abrí mis ojos lentamente y me quité sin acordarme de que Marc estaba apoyado en mí, así que se cayó y despertó del susto. Me fulmino con la mirada y le sonreí antes de mirar por la redonda ventanilla y ver que íbamos a aterrizar.
- Pasajeros con destino a Buenos Aires, pongan sus cinturones para el aterrizaje.
- ¿Lo has oído, Marc? ¡Llegamos!- le abracé emocionada y me puse el cinturón.- Baja, baja, baja.
- Tania, relájate que nos están mirando como si estuviéramos locos.
- Loca por mi tierra, boludo.
Él rió y por fin sentí las ruedas tocar la pista de aterrizaje y de nuevo sonó el megáfono que nos daba permiso para empezar a levantarnos de los asientos. Salí junto a Marc de la mano y fuimos a por las maletas y Lleò, después llamé a mi hermano para ver si estaba, pero no respondía.
- La concha de la lora, pelotudo.
- ¿Qué pasa?
- No responde, la concha de su...
- ¡Hermanita, recordá que tenemos la misma madre!
- Cállate.- le sonreí y fui a abrazarle.
- Dios, estás más gorda.
- Y vos más tarado.- reímos y saludó a Marc con un amistoso abrazo.- ¿Nos vamos?
- Sí, que nos esperan en casa.
Sonreí y entramos en el auto, poniendo rumbo a mi casa. Fuimos bailando y cantando las canciones de reggaetón que ponía la radio hasta que por fin aparcamos en el garaje.
- ¡Sí!- salí del auto y fui hasta la puerta, cuando estaba cerca esta se abrió y apareció mi madre, mi padre y Bianca.- ¡Familia, llegué!
- ¡Tania!
Los tres vinieron hacia mí y mi padre fue el primero que llegó hasta mí, elevándome un poco del suelo para luego volver a poner mis pies en nuestra parcela y ser abrazadas por mi madre y Bianca, a la que le costó más por la barriga.
- Os eché de menos.
- Yo sí que te eché de menos a ti, nena.- mi madre me dio un beso en la mejilla.
- Al fin puedo ver como es mi hija embarazada de siete meses.
- Papá.- le sonreí y abracé.- ¿Y mi cuñada favorita?
- Soy la única que tenés.- me sonrió y volvió a abrazar.- Las dos gordas de la familia.
- Sí.- reímos y fui junto a Thiago, abrazándose como saludo.
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Promesas rotas (Paulo Dybala)
Fanfiction(ATENCIÓN: 2ª temporada de Clarity (Paulo Dybala), leer antes que esta.) Todo ha cambiado, de vuelta a la realidad, de vuelta a vivir sin él. Me he pasado todas las semanas después de decirle adiós llorando en los brazos de cada uno de mis amigos y...