Me desperté abrazada a Pol, sentados en el suelo y con Ariadna apoyada en mi hombro. Me quité con cuidado de ellos dos y miré a mi alrededor, estaba en el suelo de aquella casa, el día después de la fiesta. Busqué el móvil en mi bolso y vi las llamadas perdidas de Thiago, así que marqué su número y le llamé de vuelta.
- ¿Tania? ¿Estás bien?
- Sí, sí, nos quedamos a dormir.
- ¿A dormir?
- Sí, a dormir en el suelo.
- Pero, ¿Estás bien? Anto nos llamó ayer preocupada por ti y por un mensaje nos contó que se fueron a casa sin verte por la fiesta.
- Estoy bien, Thiago, no te preocupes.- bostecé y me acordé de Paulo.- Luego te llamo, chao.
- Chao.
Terminé la llamada y me froté los ojos. Pasé por encima y con dificultad de los que dormían el suelo y fui por todas las habitaciones del primer piso, sin encontrarme con él. Por un momento pensé que se habría ido a casa, pero al mirar por la ventana vi aparcado su auto y entonces fui al segundo piso.
Empecé a buscar por las habitaciones, que algunas estaban abiertas y con gente y otras cerradas y sin gente, al menos algunas. Toqué el pomo de una de ellas y lo giré, abrí la puerta poco a poco con una acorazonada que decía que la cerrara. Pero no lo hice. Mis cejas se elevaron y mis ojos se abrieron, sorprendida por lo que estaba viendo. Sentí mis ojos empañarse, mi cuerpo temblar como un flan y mis delicados sentimientos de estos días romperse a trozos.
- Tania...
Bajé mi mirada, no quería ver más lo que tenía delante. Paulo estaba sin pantalones, exactamente en el proceso de ponérselos y en la cama estaba una chica rubia, dormida y por lo que se ve sin camiseta. Cerré la puerta y bajé con torpeza por las escaleras hasta llegar a Pol y moverlo lo más nerviosa y rápido posible.
- Tania...- abrió sus ojos poco a poco hasta que me vio bien.- Hey, ¿Qué pasa pequeña?
- No hay tiempo para explicar...solo...- tragué saliva.- Vámonos de aquí.
Él me contempló durante unos segundos en silencio y agitó a Ariadna, que al verme de esa forma se levantó rápida y fue a abrazarme, pero como le dije a Pol, no había tiempo. Él nos dio la mano a las dos y salimos de la casa lo más rápido posible.
Pol llamó a un taxi con mi móvil, ya que a mí me temblaban las manos. Ariadna me tuvo abrazada a ella en toda la corta espera al taxi y en este estuve abrazada a Pol. Llegamos rápidos a la casa y salimos del taxi en silencio, Pol pagó al taxista y este despareció.
- Vamos.
- Espera.- Pol me paró agarrándome la mano.- Cuéntanos qué pasa antes de entrar.
Le miré durante unos segundos, Ariadna estaba entre nosotros mirándome a la espera de mis palabras. Pero no podía decir ninguna. Todo había sido tan rápido...cerré mis ojos, apreté su mano y fui hacia él, chocando contra su cuerpo y aferrándome a su camiseta arrugada, manchándola de maquillaje y lágrimas que no eran silenciosas.
Sentí las manos de Ariadna acariciar mi espalda y hombros junto las de Pol, hasta que estas desaparecieron y me quedaron sola con mi mejor amigo. Me abracé más a él, todo lo que podía con la barriga entre nosotros. Entonces oí la puerta abrirse lo más rápido, sentí como me despegaban de Pol y luego olí la fragancia natural que desprendía solo un hombre en esta tierra, mi padre.
Estuve abrazada a él un tiempo, después pasé a los brazos de mi madre y después de otro rato fui a los de mi hermano, que me abrazó como si supiera que pasaba. Me llevó sin soltarme hasta la casa y dentro de esta subimos con dificultad y bajo la mirada de los demás a mi habitación, allí nos tumbamos abrazados aún en mi cama.
Poco a poco fui cerrando los ojos, deseando que ahora cuando me despertara todo había sido una pesadilla. Pero cerrar mis párpados solo hizo que se oyeran más las roturas que se formaban poco a poco y dolorosamente en mi corazón, aquel que se desacostumbró totalmente a este sentimiento.
Abrí mis ojos al oír gritos en el piso de abajo, gritos para nada amigables. Me levanté lentamente y me asomé por las escaleras acariciando mi barriga, encontrándome con la gran escena de la obra de teatro que nunca quise ver.
La cara de niño de Paulo intercambiada por una llena de lágrimas y dolor. Mi hermano con una mirada de rencor absoluta, de no querer saber más del chico que tenía delante, todo esto mientras le decía que no podía pasar y que jamás reconstruiría las ruinas que había dejado en mis sentimientos. Entonces, como si estuvieran conectadas, sus ojos verdes chocaron con los míos y su rostro se relajó al verme.
- Tania...
- Vuelve a la habitación.- Thiago giró su cabeza y me miró serio, tomando el rol de hermano mayor que nunca vi.
Miré a Bianca, que aparecía en la escena con Zoe, dormida, en sus brazos. Bajé mi cabeza y me marché escuchando mi nombre con su voz, sonaba tan bien y se sentía tan mal.
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Promesas rotas (Paulo Dybala)
Fanfiction(ATENCIÓN: 2ª temporada de Clarity (Paulo Dybala), leer antes que esta.) Todo ha cambiado, de vuelta a la realidad, de vuelta a vivir sin él. Me he pasado todas las semanas después de decirle adiós llorando en los brazos de cada uno de mis amigos y...