Capítulo 1

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LUKA:

El timbre resonó en todas las habitaciones del piso haciendo que lamente que mi amiga no estuviera hoy en casa. Preguntándome qué clase de persona llamaba a mi casa a las diez de las noche caminé hacia la puerta principal. Cuando la abrí me encontré con un chico rubio vestido con un traje ceñido que, la verdad, no le quedaba nada mal.

-¿Luka Aller?-Preguntó con tono serio.

-Soy yo -Dije desconfiado ¿Quién era este tío?

-Me manda Sara Méndez a su casa ¿Mañana es tu cumpleaños?-No podía apartar mi mirada confusa de sus hipnotizantes ojos verdes y su rostro perfectamente tallado.

-Sí, oye... ¿Quién eres?-No le quería dejar entrar, ese chico era muy sospechoso, a demás ¿a quién iba a enviar Sara un sábado a las diez de la noche? El chico sonrió pícaramente y se acercó a mi oído.

-Soy su regalo de cumpleaños.-Aquel susurro ronco hizo que una corriente eléctrica recorriera mi columna vertebral. Pero rápidamente procesé la información y mi cuerpo derretido volvió a tomar aspecto sólido, esta vez Sara se había pasado.

-Lo siento, ha sido un malentendido con mi amiga, puedes irte.-Dije con una sonrisa intentando ocultar mi cabreo pero cuando me disponía a cerrar la puerta el pie del rubio se interpuso -Eeh...-Contesté sin saber como decirle que aparte su maldito pie pero antes de que pudiera decir nada abrió la puerta y entró a casa.

-¡Oye! -Grité al ver como cerraba la puerta de mi casa en frente de mis narices.

-No me pienso ir hasta que termine mi trabajo.-Dijo decidido.

-Te he dicho que no lo necesito.

-Lo sé, pero yo tengo un contrato hasta las doce y no pienso malgastar las dos horas de camino que he tenido.-El tono del rubio dejó de ser arrebatador para convertirse en el tono de un adolescente terco.

-¿Quieres que llame a la policía? -Comenzaba a enfadarme.

-No me harán nada, te he dicho que tengo un contrato. Además...-Hizo una pausa y se acercó levemente a mí.-No querrás perdértelo...-Una vez más, aquel susurro seductor me hizo temblar.

-N-no me interesa.-Intenté apartarle con la mano pero no se quitó. En realidad no me parecía tan horrible la idea que había tenido Sara, pero quería mantenerme con orgullo, se suponía que Sara debería de haberme avisado antes.

-¿Te gusta que susurre así?

No contesté. Claro que me gustaba, a demás que el chico era guapísimo. Joder... ¿cuánto tiempo llevaba sin acostarme con alguien?

-Sí... te gusta... parece que todo tu cuerpo se atrae contra mí -Pude notar como mis mejillas comenzaban a arder. El chico metió su mano bajo mi camiseta provocando una descarga eléctrica en mi interior tras notar directamente su piel.- Luk... eres un chico malo...-No me gustaba que me llamaran "Luk", me recordaba demasiado a cuando era niño.

-¿Por qué me llamas así sin permiso? -Me atreví a preguntar intentando volver a mi postura.

-Luk... -Sus labios se posaron en el lóbulo de mi ojera y me hizo derretirme.-Luk ¿quieres más?-Su lengua recorrió mi cuello haciendo que mi miembro comenzara a responder.

-Ya te he dicho que no...

-...Quiero descubrir más de ti... pareces adorable -Sentí su aliento en mi oreja y sus dos manos se introdujeron bajo mi camiseta, esto era malo... mi cuerpo comenzaba a responder ante este desconocido y cada vez se me era más difícil poner resistencia. Fue cuando mordió mi oreja haciendo que mis piernas temblaran y obligándome a agarrarme de su ancha y musculada espalda. Entonces el chico me levantó y me acomodó para que me pudiera agarrar a su cadera con mis piernas, haciendo que pudiera apreciar el olor de su excitante perfume.

Está bien, quizás de verdad que necesitaba ese regalo de cumpleaños. Todo mi cuerpo ardía y me sentía estúpido negando a mi propio instinto.

El chico comenzó a caminar por el pasillo hasta que encontró mi habitación y me posó sobre la cama. Allí se quitó la corbata y la chaqueta para después lamer mi cuello. Me encontraba confuso, su voz... su olor... todo me excitaba. Nunca había contratado a un chico de cmpañía, me había pasado varias noches con desconocidos así que ¿Qué iba a tener de malo si aceptaba ese regalo?

Me deshice de mi calurosa camiseta y vi como su perfectamente amueblado y excitante torso se descubría tras cada botón que se desabrochaba. Sin decir nada procedió a hacer un recorrido de besos desde mi cuello hasta mi pezón, donde todo mi cuerpo tembló al instante. Apenas había empezado y ya sentía que estaba conteniendo los jadeos.

Mientras el rubio dedicaba dulces besos y juegos de lengua con mi pezón deslizó una mano por debajo de mi pantalón. Intenté parar su mano pero el se soltó y la introdujo bajo mis pantalones, en cuanto agarró mi ya duro miembro arqueé la espalda emitiendo un gemido incontrolable. Pude ver como él sonrió ante mi reacción y procedió a quitarme los pantalones junto con la ropa interior.

Ya estaba completamente desnudo y mis cinco sentidos estaban centrados en los movimientos de ese desconocido, el cual bajó hasta mi miembro para dedicarle un dulce beso.

-Luk... eres un chico muy sucio... -Musitó.- Mírate, te estás entregando a un completo desconocido... -Sus palabras no me gustaban pero me excitaban.

Posó sus labios en mi masculinidad y dejó paso a su lengua donde arqueé mi espalda y agarré sus cabellos rubios tras emitir un gemido. No podía ver qué estaba haciendo ahí abajo con mi pecho subiendo y bajando alteradamente, pero estaba logrando deliciosas combinaciones entre sus labios y lengua. No paraba de emitir gemidos de placer y agarrar cada vez más fuerte el pelo del rubio, me sentía sucio y a la vez terriblemente excitado.

-Y-a...-No pude terminar mi frase cuando posó un dedo en mi boca.

-Shh. -Ya sé que te queda poco.-Besó mi oreja.-Pero todavía me toca a mí...

Metió su dedo con fuerza en mi boca y soltó mi miembro provocándome un terrible gemido de frustración, sentía como si iba a estallar. Introdujo el segundo dedo en mi boca y cuando estuvo bien cubierto de saliva los sacó para poder  colocarme a cuatro con un ágil movimiento, después paso a su otra mano por mi columna vertebral, rodeando mis costillas hasta llegar a uno de mis pezones. Sus manos eran tan cálidas y suaves que era irresistible no dejarse.

-No te preocupes, seré bueno...-Una vez más ese susurro ronco estremeció mi cuerpo. Enseguida comenzó a pellizcar mis pezones.

Sin decir nada más posó uno de los dedos llenos de saliva en mi entrada haciéndola latir y suplicar por más. Poco Después lo introdujo despacio provocándome un rico placer y cuando este ya estaba adaptado al estrecho hueco introdujo el otro sin dificultad, pues el simple estado de excitación de mi cuerpo suplicaba por más.

-Lo dices todo con tu cuerpo...-Dijo el rubio, e instantáneamente noté como su miembro comenzaba a entrar.

-¡¡Ahh!!- Mi gemido salió despedido de mis cuerdas vocales siendo así el más fuerte de la velada. Noté una leve carcajada del chico a mi espalada y comenzó a dar suaves estocadas provocándome nuevos gemidos, cada cual más profundo. La respiración del rubio comenzaba a agitarse y resonar entre sus leves gemidos, los cuales me excitaban cada vez más. Él agarró mi miembro y comenzó a agitarlo de arriba a abajo, provocando un doble placer en mi.

En la habitación solo quedaba espacio para nuestras respiraciones agitadas y nuestros gemidos llenos de dulce placer. La situación era excitante, demasiado excitante. Sentía que mi cuerpo iba a estallar mientras mi clímax estaba llegando. Él también estaba cerca, su miembro había crecido en mi interior y sus embestidas se volvían tan apresuradas como nuestras respiraciones. 

Solo un par de minutos después, los dos no fundimos en un fuerte golpe de placer manchando las sábanas.

Agotados, caímos rendidos en la cama dejando sitio a nuestras agitadas respiraciones. No me arrepentía de nada.

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¡Hola!

Aquí comienza una fuerte y apasionante historia, espero que os guste y que podáis acompañar a los personajes en muchas escenas como esta.

Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora