Especial Navidad (1)

191 13 3
                                    

LUKA:

Cuando te hablan de un regalo de navidad te imaginas un paquete multicolor con un lazo gigante de color rojo debajo del árbol de navidad. He de reconocer que de Ian nunca me había esperado algo así pero teniendo en cuenta el tiempo que nos conocemos me esperaba algo más... ¿detallista?

-¿Una caja de pastillas de viagra?

(Viagra: es un fármaco utilizado para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión arterial pulmonar.)

Sorprendentemente, mi tono de voz sonaba sereno, nada alterado a pesar de mi regalo de navidad, quizás porque provenía de Ian o porque yo no había tenido ese detalle y no me sentía con derecho a quejarme.

-Pensé en comprar la más fuerte pero me decidí por una normal, supuse que era tu primera vez y quería algo menos... fuerte.

Ian se acomodó sobre su incomodísimo sofá negro. Dejé el envoltorio de gorritos de Papá Noel sobre la mesa y agarré la cajita.

-¿Has dado por hecho que me voy a tomar esto?

-Será divertido.

Ian me recorrió todo el cuerpo con la mirada. Dejé la caja sobre la mesa y me crucé de brazos mostrando mi indignación.

-Hasta en navidad piensas en sexo.

-No es solo sexo, también es diversión.

El rubio pareció bastante satisfecho con su regalo y seguía con la idea de probarlo.

-Supongo que no vas a cambiar nunca.

-Entonces... ¿No lo quieres probar?

-Ian, estas cosas no van conmigo.

Miré la caja con cierta sospecha, como si se tratara de un acusado de delito leve.

-También me la puedo tomar yo.

-¡Ian!

El chico se rió escandalosamente y se incorporó a mi lado para susurrarme al oído.

-Solo déjate llevar...

El bello de todo mi cuerpo se erizó al sentir su cálido aliento en la oreja.

-Pero así...

Ian se abalanzó sobre mí obligándome a ponerme boca abajo, por suerte, un cojín de terciopelo blanco amortiguó el golpe de mi cabeza contra el sofá.

-Créeme, si te lo tomas estarás tan duro que ni te podrás mover.

Me levanté de golpe exaltado por su respuesta aunque no conseguí quitarle completamente de encima.

-¿Y por que no te lo tomas tú?

Mi voz sonó indignada. El rubio levantó una ceja haciendo que sus peligrosos labios irresistiblemente tentativos captaran mi atención.

-¿Seguro que quieres eso?¿Que YO me lo tome?

Cuando remarcó el "yo" sentí un escalofrío, de por sí, Ian era terriblemente salvaje y fácil de excitar y si a eso le añadimos una pastilla de  viagra...

Mi cuerpo se estremeció con solo pensarlo.

-No, no, me lo tomo yo.

-¿Te lo vas a tomar?

El chico pareció emocionado.

-¿Qué?

-Lo acabas de decir. Que te tomarás la viagra.

-Me refería a que, en un caso de vida o muerte, si no hubiera otra opción, preferiría ser yo quien se tome esa cosa.

Ian pareció pensar en un plan. Un plan terriblemente absurdo, pensé y como siempre, había acertado.

Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora