EDDIE:
Llegué al trabajo tras un largo día en la universidad. Aún tenía el sabor a vómito y alcohol pero si no iba podía ser raptado por él, así que era mejor prevenir.
Nada más entrar a la cafetería me encontré con Luka intentando no perder la paciencia con un cliente que parecía ser bastante exigente por lo que decidí ir a ayudarle como si se tratara de una película de superhéroes.
-Buenos días, ¿le puedo ayudar en algo?
Dije mientras me ataba el delantal con una sonrisa postiza.
-Verás, su compañero no me entiende.
Luka se pasó la mano por la frente indicándome que su paciencia se acababa.
-Está bien, le atenderé yo en su lugar ¿Qué desea?
Me apoyé en el mostrador sobre las palmas de mis manos procurando no abandonar la sonrisa.
-Un capuchino con leche desnatada una cucharada de canela, nuez moscada y nata fría.
Como pensaba, el típico cliente que pide cosas que no están en la carta.
-Lo siento mucho, pero no hacemos ningún café con canela o nuez moscada.
-Eso es imposible.
Con esas palabras sentí como una parte de mi paciencia se esfumaba haciendo más difícil el mantener la sonrisa.
-Señor, le pido por favor que lea los ingredientes de los cafés y elija otra cosa.
Escuché como mi compañero suspiraba y se encaminaba a limpiar una mesa, seguramente le había tenido que explicar eso de mil formas diferentes y aún no lo entendía.
-Pido que me dejen hablar con el encargado del local.
Una amplia sonrisa apareció en mi rostro y esta sí que era de verdadera felicidad ya que, lo bueno de ser el novio de tu jefe era que para él, tenías la razón en la mayoría de las cosas.
-Espere un momento. Iré a buscarle.
Y con una sonrisa abandoné la barra para ir a la cocina en busca de Fran. Le encontré hablando sobre los pedidos de comida para la próxima semana con el jefe de cocineros y es que, a pesar de que Luka, Fran y yo preparábamos los cafés en el mostrador y eramos la imagen de la cafetería, tres cocineros más se encargaban de preparar los postres y entrantes.
-Fran.
El hombre dejó de hablar con el cocinero al escucharme y me prestó atención.
-Hay un cliente toca cojones fuera, quiere hablar contigo.
-¿Qué ha pasado?
La verdad es que ese tipo de gestos los agradecía mucho en él y es que cuando le decíamos que había un cliente descontento nunca nos echaba la culpa, seguramente porque él también trabajó como camarero con sus padres antes de ser supervisor.
-Está pidiendo cosas que no están en la carta y cuando le hemos explicado que no teníamos esos ingredientes ha dicho que quería ahablar contigo.
Fran le dijo que esperara un momento al cocinero y comenzó a andar con paso firme hasta salir de la cocina para encontrarse con el cliente esperando de brazos cruzados en la barra y en ese momento, me fije en lo horrorosos que eran sus zapatos color caqui.
-Buenos días, me han comunicado que quiere hablar conmigo.
El hombre pareció imponerse al escuchar la voz de Fran y comenzó a hablar con un tono más relajado.
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Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)
Teen FictionAdvertencia, contiene escenas +18 *Chico de compañía*: Normalmente son chicos muy educados, serviciales y dispuestos a hacer realidad las fantasías de sus clientas. La gran mayoría son contratados para acompañar a mujeres a cenas o eventos de lujo...