Eddie:
Durante un año estuve trabajando en la cafetería solo por el dinero.
La relación que tenía con Fran no cambió, y es que eramos demasiado diferentes, aunque cada día me preguntaba por qué había decidido contratarme a pesar de la tensión que se craba cada vez que estábamos a solas.
Poco a poco iba estudiando su personalidad: era un hombre terco, de ideas fijas y no soportaba a la gente que le exigía de más. Cuando estaba concentrado en algún pedido no soportaba que le preguntara cualquier cosa, por muy importante que fuera y su mirada seria y de superioridad era su gesto más destacable.
Hablábamos lo justo, solo del trabajo y, por suerte, recibía mi paga todos los meses el mismo día.
Todo esto cambió cuando llegó Luka.
Fran me había dicho que pronto contrataría a otro empleado, por lo visto la clientela había aumentado en los últimos meses y era demasiado trabajo para los dos.
Desde el primer día que conocí a Luka creamos una buena relación. Era un chico algo tímido, pero muy educado y de ideas claras, lo que más me llamaba la atención era que si algo no le parecía bien, lo reclamaba, pobre de él cuando se enteró del carácter de Fran y su mala reacción ante las reclamaciones.
Juntos nos aliamos contra nuestro jefe y nos hicimos buenos amigos pero las cosas no tardaron en cambiar.
Fran comenzó a estar más tenso de lo habitual, le notaba constantemente alerta y en los descansos, cuando Luka y yo hablábamos tranquilamente mientras almorzábamos ni siquiera se acercaba.
Primero pensé que era cosa de su carácter pero empezé a ver malos jestos hacia Luka y fue entonces cuando ya no pude callarme por más tiempo...
-¡Fran!
Entré gritando a la cocina donde mi jefe se encontraba barriendo.
Él, como siempre, me dedico su característica mirada sin decir nada.
-¿No piensas irte a casa?
Fue lo primero que dijo. Ignoré su comentario y continué hablando.
-Quiero hablar contigo.
Dejó el cepillo apoyado en la pared y me miró con los brazos cruzados.
-Date prisa.
Disimulé mi sonrisa de odio, no era momento de ser despedido.
-¿Por qué tratas mal a Luka?
Arqueó una ceja.
-¿Perdona?
-Me has escuchado muy bien.
-No tengo motivos para tratarle mal, es mi empleado, nada más.
-Precisamente por eso te lo digo. Últimamente se nota tu odio a kilómetros.
Mi jefe miró a otro lado, sabía que quería decirme algo pero se negaba rotúndamente.
-Eddie, deja de perder el tiempo y vete.
Volvió a barrer. Indignado le quité el cepillo y lo puse en la pared.
-No pienso irme hasta tener una respuesta. ¿Por qué odias tanto a Luka?
Fran se acercó a mí y, por primera vez en un año, comenzé a sentirme intimidado por él.
-¿De verdad quieres saberlo?
Su cuerpo desprendía calor y su aliento olía a café.
-Para eso he venido.
Intentaba mantener la compostura, pero mi jefe me empujó contra la pared, dejando caer el capillo y acercó su boca a mi oreja.
Estaba intimidado, no sabía como reaccionar.
-Si te lo digo no volverás a esta cafetería...
Su cálido susurro me hizo estremecer.
-No me iré hasta que me lo digas.
A pesar de los temblores en mi cuerpo seguía insistiendo, no estaba dispuesto a malgastar el tiempo.
Escuché una leve risa de Fran, la cual me inspiró una gran inseguridad.
-Eres tan terco como siempre.
Ágilmente consiguió darme la vuelta forzándome a mirar a la pared. No tardé en notar sus manos introducirse bajo mi sudadera. Enseguida me estremecí.
-Q-qué haces...
-¿Quieres saber qué me pasa con Luka?
Su voz sonaba ronca y profunda.
-Ya te he dicho que sí.
Sus dedos apretaron mis pezones obligándome a cerrar los ojos. No sabía cómo reaccionar, deseaba desaparecer de allí, pero necesitaba una respuesta, Luka era mi amigo y quería solucionarlo.
-Estoy celoso de él...
Su susurro con olor a café invadió mis tímpanos, enseguida le empujé para desacerme de esas manos que estaban explorando cada rincón de mi torso.
Misteriosamente, Faran se dejó apartar. Notaba como me devoraba con la mirada.
-Luka no se merece que te comportes así.
Mi respiración estaba agitada y notaba mis mejillas arder.
-Algo de culpa tiene cuando acapara toda tu atención.
Estaba confuso y fustrado, ya tenía respuesta, pero no la que me esperaba, y lo peor de todo es que Luka estaba cargando con el mal carácter de este tío.
-Igualmente no se lo merece.
La mirada de Fran se oscureció.
-Eddie, ¿Te gusta Luka?
Me quedé perplejo.
-¡No!¡No me gusta!¿Estás loco? ¡Me gustan las mujeres!
-Entonces quiero que solo me mires a mí.
-Conozco a más gente a parte de ti.
Fran volvió a acorralarme contra la pared.
-Entonces te haré solo mío...
No sabía lo que quería hacer pero cada vez le notaba más cerca.
-No lo voy a hacer...
Fran no dijo nada, simplemente se abalanzó sobre mis labios forzándome a un beso lleno de furia que no terminó hasta dejarme sin respiración.
Después intenté limpiarme la boca pero agarró mi muñeca impidiéndomelo.
-Fran... pa-...
No pude terminar la frase cuando me introdujo de nuevo su lengua en la boca. Se sentía asqueroso...
Después de el segundo beso reuní fuerzas para apartarle de nuevo. Su mirada desprendía posesión y su cuerpo estaba ardiendo.
Le miré con odio y confusión pero no dije nada, lo único que hice fue irme de la cafetería. Por un tiempo no volvería a trabajar con él y, por desgracia no me podía permitir dejar el trabajo.
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NOTA DE LA AUTORA:¡Hola caramelitos!
(o^▽^o)
Al parecer esta historia es más larga de lo que esperaba así que no tardaré en terminar esta parte de su historia y, si veo que no queda mal iré itroduciendo capítulos ramdoom de Eddie y Fran.
También os quiero decir que intentaré subir capítulo cada fin de semana (o sábado o domingo) así que estar pendientes.
P.D: no os preocupéis, en el siguente capítulo vuelven de Luka e Ian.
Nada más queridos míos.
¡Muchas gracias por leer esta historia!
Nos vemosヽ(*≧ω≦)ノ
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Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)
Ficção AdolescenteAdvertencia, contiene escenas +18 *Chico de compañía*: Normalmente son chicos muy educados, serviciales y dispuestos a hacer realidad las fantasías de sus clientas. La gran mayoría son contratados para acompañar a mujeres a cenas o eventos de lujo...