Capitulo 18: "Compromiso"

131 9 2
                                    


"Relaciónamorosa formal que mantienen dos personas. Acuerdo formal al quellegan dos o más partes tras hacer ciertas concesiones cada una deellas"


Algunosdías pasaron desde la reunión.

Shokudaikiriy Ookurikara habían coincidido poco en la agencia, pero habíanmantenido un intercambio interesante de mensajes por celular. Eladulto percibía que algo sucedía, pero no lograba dar con la razónexacta.

Luegode esa noche fatal habían hablado, habían decidido comprometerse ypensaba que estaba llevando el asunto de la mejor manera. Pero,aparentemente, no parecía ser ése el caso.

Shokudaikiritambién había notado que Hasebe se mostraba más sobreprotector delo normal, pero lo atribuyó a su reciente pelea. Quizás Hasebenecesitaba sentirse en control de aquello de nuevo, un control queShokudaikiri le había dado voluntariamente.


Un parde días antes del gran evento de la boda de Mikazuki Munechika,Shokudaikiri había insistido en salir a cenar con Ookurikara.

Éstese encontraba en la estación, esperándolo donde habían acordado.Ciertamente, aquella noche había sido la que Ookurikara eligierapara sincerarse, para hablar con él.

Talvez volverían a pelear, tal vez lo perdería. Quería darle uncierre simbólico a todo eso teniendo una tranquila cena.


Almenos una docena de hombres lo había mirado al pasar. Un par sehabía acercado a él, ofreciéndole tarjetitas de clubes nocturnospara trabajar; estaban cerca del distrito de acompañantes íntimos.Los chicos como él eran los favoritos de las mujeres.

Ookurikarasuspiró, agachándose cerca de un poste de luz. Leía las tarjetitasdistraídamente.

Comouna aparición fantasmal, Shokudaikiri cruzaba la calle, ataviado conun traje bordó compuesto de saco, chaleco y pantalón entallado. Unacamisa color salmón, su favorita, y una corbata negra completaban elatuendo.

Cosaextraña, venía sin Hasebe.

—Buenasnoches, Kuri-chan.

Saludó,muy correcto, haciendo una pequeña reverencia.

—Hola.

Murmuróel moreno, poniéndose de pie, mirándolo de pies a cabeza. No hubobesos ni halagos, solamente le sonrió de forma vacía.

—Tengohambre.

Dijofinalmente, guardando las tarjetitas en su bolsillo.

Lamano desnuda de Shokudaikiri lo tomó suavemente por el mentón paradarle un beso cariñoso en la mejilla.

—Vamos...

Susurró,echando a caminar.

Eljoven no dijo demasiado; sólo se limitó a seguirlo. Había algoextraño en su interior, una mezcla de sentimientos contrarios, queiban todos en direcciones diferentes.

Ookurikarasuspiró, caminando hasta el restaurante que habían elegido.Últimamente, el apetito se le había ido, a la par que evitaba aShokudaikiri todo lo que podía. Heshikiri no se separaba de él, nolo dejaba solo ni un segundo.

Cuandollegaron y el mesero los ubicó en la mesa que habían reservado,Shokudaikiri ni siquiera tocó el menú. Miraba al muchacho con algode aprensión en su rostro, consciente de que algo sucedía.

—Bien,Kuri-chan...

Empezó,con voz tranquila.

—Nosoy tan tonto o tan distraído como para no imaginarme que algosucede... Te escucho.

El SexshopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora