La razon de estar contigo.

29.

Marck.

Me dolía todo, suerte que no tengo que usar un poco mas abajo si no me dolería al orinar, Dylan me estaba ayudando a ir por un vaso de agua, escuche la puerta y supuse que era Ian, cosa que fue verdadera ya que Dylan me soltó y caí al suelo, claro no me ayudaban porque se estaban besando, ya no me dolía tanto pero el suelo me esta contando algo muy importante, ya que no quiere que nos interrumpan, me levante como pude y me hiba recargando por las paredes hasta llegar a la cocina.

Dylan- perdón cuñado jeje...

- no te preocupes, el suelo cuenta cosas muy interesantes -tomando agua.

Ian- bueno no te quejes, que tal si te aprovechavas de que no estaba.

- ... Idiota... -lavando el vaso.

Ian- bueno, como estas mejor creo que ya te puedo decir lo que nos enseñaron.

- claro, si me pasa algo tu pagas el hospital.

Ian- como tengo dinero...

- ese es el chiste, tendrás que trabajar con agua.

Ian corrió detrás de Dylan y se escondió, a lo que Dylan y yo empezamos a reír.

- yo trabajo con eso, no creo que te sea mucho esfuerzo.

Ian- esta bien, mañana mejor...

Max.

- Carlos ya deja la intriga.

Carlos- bien, van a salir en televisión.

Jessica- ah okey.

- ¿y para eso tanto misterio?

Carlos- uuyy perdón, los señores si son sorpresas deben de ser mayores a un millón de dolares.

- hey tampoco, mínimo diez millones.

Jessica y yo comenzamos a reír mientras Carlos nos miraba serios,pare un poco y me dispuse a tratar de escucharlo.

Carlos- bien, esto sera a nivel nacional, no deben cometer ningún error.

Jessica- pero somos animales, nadie es perfecto.

La señale dándole la razón.

Carlos- traten de hacerlo bien por favor- ya arto de nuestro comportamiento.

Sam.

- si Karen, estamos en la plaza de siempre.

Karen- ¿entonces puedo ir?

- si, pero si tardas te tocara pagar las entradas al cine.

Karen- lo que se pierde Marck.

- ¿que le pasa?

Karen- ayer ensayamos hasta tarde y hoy esta agonizando, dice su hermano que no se puede mover.

- ... Pero es en parte tu culpa.

Karen- no es mi culpa que...