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Rochelle había llegado con nuestra caja de materiales, aun no poseía el permiso necesario, para poder pelear, pero no dejaría que nadie nos haga de menos. No aquí.

- Si no confía en mis habilidades entonces deseo que sea una pelea de parejas, pero no aceptare un NO.

Muy reacio a mi propuesta Tobby accedió.

- Solicito que Frank y Royce sean mis contrincantes. – los elegí porque ellos eran unos adversarios fáciles y dado que Frank empezó con las burlas él lo pagaría de primera mano.

Una sonrisa se reflejó en mi rostro cuando ellos accedieron, tenía que acabarlos, y lo haría. Nada me gustaría más.

- Mi pareja un paso al frente. – dije.

Había solo una persona que siempre era mi equipo, en las buenas o en las malas, aunque no tuviéramos nunca idea de cómo funcionarían las cosas, siempre nos complementábamos, con el rabillo del ojo vi a James tratar de moverse, sabía que él se iba a ofrecer, pero él no era mi pareja, tampoco Ross quien se encontraba estático en primera fila, él sabía el nombre de la persona.

Una sonrisa apareció en el rostro de Rochelle quien se paró justo en medio de Benjamín y Velika, esperando que ella pasara al frente para la pelea.

Regrese la vista a May quien también estaba a punto de ofrecerse cuando al fin Lenamon paso al frente.

- Lo siento. – dijo con una sonrisa malévola en su boca. – solo quería ver si alguien adivinaba quien sería tu pareja.

- Eres la peor Lena. Sabes que Ross ya lo sabia

Ella soltó una risita.

- Él lo sabía, ellos por otra parte casi se matan para poder ir contigo.

Dijo señalando a mis amigos de academia quienes había iniciado todo esto.

Una vez que estuvimos preparadas Tobby nos subió a una especie de Ring que se encontraba en el centro del coliseo, era más parecido a una tarima que un ring, pero serviría.

- Deben escoger sus armas, James se encargará de traerlas del arsenal. – anunció Tobby

Los chicos pidieron, un par de dagas y un fusil para cada uno, nuestro objetivo no era herirnos era demostrar las habilidades, las armas se utilizaban para saber en qué momento se pierde, si fuera la vida real el momento en que alguien es acorralado con su arma pierde la batalla. Usarlas o no dependía de nuestros rivales. No se castigaría a nadie si alguien salía herido.

Alena no conocía los detalles, pero sabía que ella confiaba en mí, al igual que yo confía en ella con mi vida.

- Nosotras necesitamos una pistola calibre cuarenta y nada más. – anuncié.

Todos me miraban como si hubiera perdido la razón, pero yo estaba más que cuerda.

Rochelle me tendió nuestra caja de materiales y tomé todo lo que pude, si iba a vencerlos seria en nuestro propio juego, ni más ni menos. Lena tomó la cinta métrica, alfileres, abre ojales y una pequeña tijera a la que se le conocía como corta hilos. Yo tome la tijera de Rochelle que fácilmente podía pasar como una tijera podadora por su tamaño, pero tantos años de manejo ahora su peso en mi mano era familiar y reconfortante, saque otro abre ojales, mas alfileres y estuvimos listas.

Regrese la vista a mi muleta y se la tendí a Vel, su rostro reflejaba un poco de tristeza, pero ella no lo diría, tal vez al final cuando saliera victoriosa lo mencionaría, pero no ahora.

Proyecto: ValkyriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora