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Podía existir una prueba peor que un campo minado, un laberinto de púas, un salto hacia la muerte, un campo lleno de balas y unas barras del infierno con un pasaje al otro mundo, oh claro que existía y eso los diseñadores de este juego me lo habían confirmado. Porque estaba parada frente al último obstáculo, debía estar feliz por terminar este juego, pero en mi interior solo estaba llena de impotencia.

Había una pared, se alzaba hasta el límite de la coraza en el cielo, era gruesa creada de un material que a simple vista se notaba era inquebrantable, pero transparente, tras esta se lograba divisar la línea de meta, pero para poder pasarla las reglas escritas en esta pared eran claras.

Debíamos luchar a muerte súbita contra el equipo contrario, una vez que ellos o nosotros cayéramos, la pared bajaría y se escondería una vez más en medio de la tierra para permitirnos atravesar a la meta.

Numéricamente estábamos en ventaja, éramos cinco contra dos, pero yo estaba en calidad de bulto, si seguía en pie, era gracias a Vel, que me estaba ayudando a caminar, se había rehusado a dejarme incluso después de haber entrado en pánico.

A pesar de que ella también estaba agotada y después de la escalofriante escena, en la que ella se desangraba por la nariz frente a mis ojos, seguía firme, como si nada nunca hubiera pasado y lista para hacerme llegar al final. La pareja restante de los brigadieres estaba a unos diez metros de nosotros, colocándose una vez más en posición de pelea, ellos se veían llenos de energía, pero nuestras condiciones no eran tan favorables como las de ellos.

Vel me bajo despacio y me dejo apoyada en una roca, quise protestar, pero yo solo estorbaría además mis fuerzas eran tan pocas que incluso sentía que hablar era una tarea muy compleja.

La vi pararse y darme la espalda, ella tomo su hermoso cabello dorado recogiéndolo en una cola alta, a pesar del cansancio ella se veía hermosa y la paz que trasmitía me hacía sentir que todo iría bien. Una vez que estuvo lista la vi posarse a lado de Sergio y Rochelle aun impecable a lado de Anthony. El sol se había ocultado, solo la luz de las estrellas iluminaba esta escena.

Todo en ellas era perfecto, las posiciones de brazos, manos y pies, todo. Cada uno de sus músculos estaba en una perfecta posición de ataque, haciéndome comprender lo que había pasado con Velika hacia unos instantes, cuando su nariz sangro fue porque Valkyria le incrusto mis recuerdos en su cerebro. Pero algo no cuadraba se suponía que la persona a quien le pasaba mis recuerdos no debía sentir dolor alguno. Además, no confiaba mucho en esta técnica después lo sucedido con Katherina. Ella era una estudiante de la Academia superior se suponía que sus habilidades debieron ser suficientes y aun así no logro soportarlo y cayó rendida por el exagerado consumo de energía que se empleaba en los movimientos.

Por lo que más quieras Valkyria, protégelos. – mi voz sonaba triste incluso en mi mente.

Las señoritas Romanov y Levallois están en perfectas condiciones, su cuerpo está entrenado e incluso poseen un entrenamiento más rígido que el suyo. Mis datos indican que han logrado acoplar a la perfección sus movimientos. – no tenía idea de si Valkyria me estaba tomando el pelo, pero no entendía a lo que se refería.

Explícamelo, ¿Qué entrenamiento poseen? – tal vez mi capacidad de entendimiento también estaba fallando.

La señorita Romanov ha practicado gimnasia olímpica por casi diez años, y la señorita Levallois ha practicado gimnasia artística desde que tiene memoria lo dejo antes de entrar a la universidad - cavile por un momento hasta que todo tuvo sentido.

Velika me había sorprendido antes, cuando logró esquivar los golpes con tanta gracia sin inmutarse yo pensé que había sido bailarina, pero me equivocaba, era gimnasta, eso explicaba porque pudo ayudarme en las barras con tanta paciencia y calma.

Proyecto: ValkyriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora