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Esto no podía ser posible. Solo había pocas personas para poder desactivar su código de programador, entre ellos solo los generales con un rango superior y el creador original del programa de emergencia. Mi abuelo. Sin embargo, si había alguien que odiaba a mi padre a muerte por quitarle su oportunidad de vengarse y con la suficiente autoridad para hacerlo. El general Balirien

Papá freno en seco sus pasos, se lanzó hacia un ordenador para poder activar la orden. Sin esta estaríamos acabados, sin este código perdíamos a la coraza. Lo veía teclear de manera desesperada una y otra vez, sin rendirse porque hacerlo significaría la derrota.

Un ataque más y esta vez fue más cerca. Mi corazón latía desbocado, estaba empezando a darme taquicardia.

Valkyria. Dime el estado del señor Campbell. - cada segundo que ella no me respondía, sentí las lágrimas picar en mis ojos. Sin Ross, sin la coraza, estaba perdida.

No hay conexión, sus últimos datos indican que se encuentra herido.

Me lance hacia el ascensor, entre en pánico porque de todas las personas Ross no podía morir, él hizo un juramento conmigo, debía volver a salvo. tenía que bajar, estar en el tercer piso me estaba dando vértigo. En el ascenso por primera vez me deje llevar por mi corazón, esta vez sería yo quien iría por él. Las manos me temblaban o era la ciudad, no sabría decirlo. Pero solo necesitaba ir por Ross. Prometí no abandonarlo.

¡bloqueo de emergencia! La puerta se cerrará en un minuto. – anunciaba el sistema de seguridad.

Salí del ascensor, le eché un breve vistazo a mi madre y a mis sobrinos. Sammy me observó y alzó una mano para saludarme, este niño a su corta edad era tan hermoso, su cara redonda y esa hermosa nariz, afortunadamente él había heredado los rasgos de su madre. Lo vi una vez más y me pregunté cómo sería el pequeño cuando creciera, aquel pensamiento hizo que me estremeciera, porque sentí que no los volvería a ver jamás si me marchaba. Pero tenía que ir por Ross, por Iris, Iván, May, Katherina, James y mis gemelos, estaban ahí fuera, ¿cómo podía abandonarlos cuando ellos jamás me abandonaron a mí? La respuesta era sencilla, nunca lo haría.

Algo dentro de mí me decía que si iba podría ayudar, tenía una certeza que jamás sentí. Con mucha tristeza alcé una mano para despedirme de Sammy y del pequeño Pan que también tenía su mirada clavada en mí, los pequeños sonrieron, haciendo que mi madre girara su cabeza en mi dirección, a ella le mande otro beso. Vocalice las palabras "lo siento". Ella rápidamente entendió mis intenciones, corrió hacia mí, sin embargo, yo estaba ya muy cerca de la puerta, simplemente me di vuelta y corrí en dirección opuesta que las demás personas.

En el momento en que salí las puertas se bloquearon, no escuchaba a mi madre llorar, pero sabía que lo estaba haciendo. Porque ahora sus tres hijos estaban en medio de un bombardeo. Mi padre, debido al error de los códigos, también quedó atrapado dentro.

Valkyria, por favor extrae mi dolor e indícame la dirección en donde sentiste la señal de Ross.

Camine hasta que encontré un auto que fuera fácil de hackear para Valkyria, ella lo desbloqueo en instantes y calculo mi ruta en segundos. Según sus datos, existía diferentes grupos militares haciendo frente, pero no era la cantidad que yo esperaba, a decir verdad, según el número de soldados que revelaban los datos me atrevía a decir que no se encontraban ni la mitad de militares que existía en esta zona. El trayecto no duró más de cinco minutos cuando llegue al infierno, Valkyria me había advertido que existían dos lugares en los cuales se libraba la batalla, el primero era en el límite mismo de la coraza, el lugar donde habíamos jugado ayer, según dijo ahí se encontraban los militares con más experiencia en combate, el segundo lugar era a unos ocho kilómetros donde, aquellos que estuvieran recién graduados o fueran estudiantes acaban con aquellos que habían logrado entrar. No obstante, con la coraza caída, era cuestión de tiempo antes de que esta invasión se expandiera, si no se restauraba pronto, los perpetradores podían atarnos por aire, tierra y mar.

Proyecto: ValkyriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora